domingo, 12 de abril de 2009

Te alabamos, House

Crueldad, sadismo, egoísmo, egolatría, vanidad, falta de empatía… todo eso se le puede achacar al mejor personaje de ficción creado en mucho tiempo. Un agujero negro plagado de defectos pero que es libre por dos razones: su inteligencia y potencial, y que jamás miente si no es para llegar a la verdad. El problema de House es su libertad total, es decir, que es sincero, como todos deberíamos serlo y no lo somos por pura comodidad y conveniencia social. De mayor querríamos ser como él, y puede que algún día consigamos estar por encima de todo a través de la pura y dura sinceridad: entonces dirán que somos esto y aquello, pero dará igual, porque seremos libres para elegir y sufrir nuestros tormentos preferidos. Si alguien es idiota, se lo haces ver; si alguien es malo, se lo dices; si alguien es mejor que tú, le proteges. El problema de mucha gente que parece desconectada del mundo es que no entran en sus juegos. La psicología intenta entrar y domeñar las mentes de todo lo que no huela a sumisión social. Incluso han inventado un nuevo concepto: sociópata. Llevado al pie de la letra probablemente ningún ser humano con algo de poder pasaría el baremo de ese concepto, igual que ningún artista, científico o político. Somos una especie condenada a vivir en comunidad a pesar de que el cuerpo nos pide un mundo nietzschano. Es sencillo, si meas fuera del tiesto te sacuden, y la misión del clavo que sobresale es aguantarse, asimilar el problema, buscar una solución y no dejarse llevar por la mezquindad. Alguien muy amado nos dijo que o conviertes el mundo en el blanco de tu ira y tu dolor o asumes la realidad e intentas sobrevivir buscando la salida racional. Tiene toda la razón del mundo, pero el Mal está ahí para susurrarnos a la oreja y darnos a entender que si quieres crear debes olvidarte de reglas y conveniencias. Nosotros queremos ser como House, porque es libre por completo, y no hay nada más hermoso que la sensación de que haces lo que te da la real gana. Todo lo demás son convenciones sociales que se quiebran en cuanto la vida empieza, como dice el cerebro de OCP, “a darte un viaje detrás de otro”.

PD: Tenemos que dejar de leer a Nietzsche, al final se nos pegará algo y ya veréis el cisco que se arma… Va por ti, María.

1 comentario:

sancrica dijo...

Señor Corso Expresso. Deberias introducirte en los maravillosos mundos del Taoismo. De todo lo que llaman religion es, con mas, la mas filosofica. De hecho promociona el sexo y sus virtudes... y el alcohol. Y todo eso que tanto comentas en tu post.
Santi