
Páez y Calamaro pueden ponerse juntos, a fin de cuentas son los mismos productos de la cantera del rock en español que es Argentina, último reducto de algo más que ritmos latinos prefabricados y de miseria artística incalculable, lo mismo que se ha comido la creatividad en España. Aquí ya sólo se hace pop o sucedáneos malolientes de lo latino, como si nacer en Soria fuera lo mismo que hacerlo en Guayaquil. Pues no, queridos, no es lo mismo, pero en fin. Nos agarraremos a Gary Moore como lapas y miraremos para otro lado cuando Amaral vuelva a hacer lo mismo otra vez después de mil oportunidades para evolucionar. Al principio histórico de este blog soñamos con un concierto perfecto, con Dylan, U2 y The White Stripes, quizás ahora con The Killers y algo de Coldplay, por contentar a las masas. Seguid soñando niños, y daros con un canto en los dientes, que el capitalismo zozobra y dentro de poco no podremos ni piratear música a mayor gloria de los bolsillos de Teddy Bautista (más conocido como el Hijo de Satán).
No hay comentarios:
Publicar un comentario