sábado, 31 de diciembre de 2011

Para cerrar el año, un lamento


Una lástima que el último post de 2011 vaya a ser el adiós al DA2, un sitio que fue de los pocos de calidad en Salamanca, más allá de la vida universitaria, la orfebrería estética que es la Casa Lis y la Catedral de una ciudad que lo tiene por duplicado: las universidades, los bares, los museos, y también la profunda ceguera del ciudadano pasivo de toda la vida, el mismo que no clama al cielo cuando le arrebatan algo que ya le pertenece después del trabajo de muchos años de Javier Panera y el resto de escasos colaboradores. Todas esas gotas se perderán, como en 'Blade Runner', perdidas en la lluvia. Esperamos equivocarnos, de verdad.

La ciudad seguirá adelante, eso seguro, con la misma parsimonia con la que ha languidecido durante siglos desde que la Guerra de la Independencia la pusiera en el mapa y luego Fernando VII se la pasara por los borbónicos calzones. Desde aquel momento de máxima decadencia ha pasado de todo: asonadas, rebeliones, varias guerras carlistas, una casi nula revolución industrial, la Pontificia, una Guerra Civil que no dejó batallas pero sí efectos colaterales (¿recuerdan a Unamuno y Millán Astray? ahí se retrató Salamanca, para lo bravo y lo cobarde, lo bueno y lo malo), una dictadura, una transición democrática y todo lo que vino después.


El DA2, y esperamos de todo corazón equivocarnos, vive ya sus últimas bocanadas, mutilado en personal y fondos, acosado por unos recortes que se ceban siempre en los mismos y no en otras gilipolleces con las que se ahorra tanto o más dinero. Es posible que para aguantar hasta el final el Ayuntamiento deje que se extinga el pacto que tenía firmado con la Fundación Coca-Cola, y que ésta, al final, se lleve sus cuadros a otro lado. Y eso sí que será el final de una corta historia que a algunos nos divirtió y entusiasmó, la posibilidad de ver en aquella recóndita aldea de galos irreductibles con cuernos de toro algo más que no fuera el botón charro, las tapas, la cerveza barata y las mil y una muestras del plateresco español.

Entonces la vieja cárcel reconvertida en centro de arte pasará a ser otra cosa, puede que parte del exiguo entramado cultural, puede que como centro educativo (sería lo mejor para todos tras el breve funeral por el arte), quizás se reconvierta en alguna chorrada estacional, en un hotel o, y aquí lo sentimos pero no vamos a tirar de autocensura, en el nuevo Museo Taurino que tanto anhelan los salmantinos decentes y de buen pensar como su alcalde. Todo el mundo sabe que la Tauromaquia es parte de la cultura española, igual que la copla o la tortilla de patatas. Otra cosa será saber qué bien pueden aportar estas cosas tan inmateriales a la evolución de un país que vive uno de sus mayores fracasos colectivos en esta crisis económica alentada por los sueños de nuevos ricos. Viendo el éxito del actual Museo Taurino, escondido, abandonado y abigarrado como una capilla pagana de Fenicia, tierra de culto al toro mágico, igual no es tan buena idea. Y como en las buenas tragedias griegas, el corifeo pondrá el lamento de fondo, aunque se pierda en el fragor del ruido de las manadas de turistas pasando por delante de la Casa de las Conchas (que no la han cerrado por es del EX Ministerio de Cultura, que si no, también...).



viernes, 30 de diciembre de 2011

Cine social: el plato de verduras


Una de las peores trampas de esa pulsión intelectual llamada realismo, aplicable a la literatura, el cómic, el cine, la TV y el teatro, es la de que cuando uno se preocupa del pobre limpiabotas de la esquina y sus miserias está realmente haciendo justicia social. Es una finta que el mundo real lleva haciéndoles al arte y a la ciencia desde hace siglos, y no para de ser lo que es: una buena mentira.


No dudamos de la maestría de Ken Loach o Kaurismaki, el segundo de nuevo en la pantalla con 'El Havre', la enésima película sobre la inmigración en Europa que ni resuelve nada ni aporta nada nuevo. La historia del Quijote adaptada a los tiempos es algo que ya ha hecho Ken Loach tantas veces que aburre, y Mr. K va por el mismo camino. Y los críticos no han parado de hacerles la ola sin parar, como si ese cine fuera el único digno de ser arte. Los prejuicios, los tópicos y un sistema de castas heredado de los gloriosos años 50 en EEUU y Europa que no ha parado de zancadillear los nuevos caminos. Una prueba más de que los críticos son cada vez la parte menos útil de la cadena de producción audiovisual.


Ahora bien, eso no quita para que películas como 'El Havre' sean tan necesarias como comer fruta después de comer: son esas costumbres periódicas que permiten alargar la vida un poco más de lo que el resto del devenir nos permitirá. Ken Loach es como un plato de crema de verduras: no huele muy bien, sabe raro pero hay que comérselo de vez en cuando para evitar que en lugar de sangre en las arterias tengamos sólo carne picada made in Burger King. El problema surge cuando para Europa TODO tiene que ser cine social y encumbra producciones menores y sin tirón con el público, tan sensible a los problemas de la inmigración, las minorías o las injusticias sociales como nunca antes. Porque esta crisis está tocándole las narices, sobre todo, a la clase media que vota. Así que el ciudadano medio no es el borrego insensible que predice Loach y Mr. K, sino alguien que cuando va al cine busca algo más, un escalón más de sofisticación, porque si no se queda en casa, enciende el ordenador y se descarga la película para verla en casa con un bocata de jamón en una mano y una café en la otra, por ejemplo.

jueves, 29 de diciembre de 2011

La generación de la píldora de colores


Un rápido vistazo a los remakes de algunas películas dejan en el aire una pregunta peculiar. Porque igual no es que falten ideas, es
que realmente el temido Plan 80 ya está en marcha. La generación de la píldora de colores ya está aquí. Nos explicamos. Pero antes hay que recuperar trozos sueltos de una opinión con algo de legendaria que se publicó años atrás.

"En 1972 cuatro de los mejores hombres del ejército estadounidense, que formaban un comando, fueron encarcelados por un delito que no habían cometido”…Si han reconocido a la perfección esta frase y encima retumba en su cabeza la musiquilla de tamborileo que acompañaba a la voz en off, entonces es usted miembro de la Generación 8.0. Más pruebas. ¿Por qué Vicky el Vikingo se rascaba la nariz?, ¿quién decía eso de “Haz el mal, haz el capital”?, ¿cómo se llamaba el mono de Marco?, ¿recuerdan el programa 1,2,3, contacto?, ¿se acuerda quizás de Naranjito, los lagartos de V, de Casimiro cantando para que nos fuéramos a la cama, de Alf, del macarra enano de Tom Cruise en Top Gun, o puede que también viera pegado a la tele Los Mosqueperros, Dragones y mazmorras y se le cruzaran los cables con Planeta Imaginario? Y lo mejor de todo: ¡¡Chanquete ha muerto!! Estupendo, pues ya puede empezar a darse palmaditas en la espalda porque es un hijo predilecto de la primera generación nacida, crecida y forjada en la democracia, la primera que fue objeto del gran experimento sociológico de la educación por la televisión, de las radiofórmulas y el vídeo. Fuimos los pioneros del lavado de cerebro de masas".

Ver la nueva versión de 'El Equipo A' es un pequeño dolor de muelas. Que sí, que es muy espectacular, pero ha perdido el encanto inocente y casi infantil de la serie de los años 80. Una suerte (o no) de haber nacido como ser humano audiovisual en aquella década es que eres capaz de tejer miles de referencias cruzadas, mucho más que otras generaciones, porque aquella fue la primera en entender que había dos mundos: el real y el que aparecía en la TV, en la radio, en el cine, y abrazó esa virtualidad de una manera mucho más escapista y fantástica que cualquier otra anterior. La democracia ayudó mucho: había barra libre social y la imaginación era tan permisiva como poderosa. De ahí surgió toda una terna de gente que hoy deambula en esos años marcados con el 3 delante, que se está haciendo mayor pero en el fondo siguen siendo adolescentes encerrados en el instituto, para lo bueno y para lo malo, o en un colegio, o en sus cuartos.

Son los mismos que han conseguido que la Comic Con sea un acontecimiento planetario, que The Big Bang Theory no sea sólo una serie para universitarios, que el cómic se esté adaptando en masa al cine y a los videojuegos, la generación que ha creado la fiebre de las consolas, que todavía hoy juega recordando los tiempos del Atari y el puñetero Mario dando botes entre flores, setas y cocodrilos. De esos referentes cruzados ha surgido el actual marco cultural en el que nos movemos, porque la generación de los años 70 ya está dejando atrás el mundo, y la de los 60 están en vías de jubilación. Aquellas estaban más politizadas, eran adictas al realismo social o al otro escapismo, el de las drogas, el rock y la contracultura. La de los 80 no era una generación resistente, era consumista a más no poder: necesitaba portarse bien para que le siguieran dando la píldora de la que hablaba Mary Poppins en una de las películas más subversivas de la Historia (Disney, ese cabrito de aquelarre, siempre escondiéndose...). Así que, sí, en efecto, tenemos la culpa de que el cine sea tan malo hoy en día. Y de muchas otras cosas. Y eso que todavía no hemos llegado al poder. Pero tranquilos, en breve seremos todos cuarentones y ya no habrá excusas para darnos el volante. Claro que, bien mirado, igual es que vimos demasiado cine, demasiada televisión, demasiados libros...



jueves, 22 de diciembre de 2011

Adiós cultura, adiós



Ya es una realidad: el Ministerio de Cultura desaparece, engullido por el de Educación, que también devora Deportes. No tiene por qué ser perjudicial, ya que quizás encuadrado en las filas del mundo educativo la Cultura gane eso por lo que hemos clamado desde hace tiempo, que se redefina a la industria cultural en dos varas de medir: la rentabilidad económica que les dé independencia a los autores y productores, y su vinculación con el sistema educativo, de alguna manera ingeniosa, para que la siguiente generación sea menos lerda que la anterior. España es un país con tres piernas y tres consecuentes talones de Aquiles, y el déficit educativo es uno de ellos. No por volar libre la cultura va a tener más peso. Pero volar libre en manos de necios sí que es una pérdida de protagonismo. España tiene mucho que ganar con la industria cultural, porque genera dividendos de imagen que a su vez atraen al turismo. Eso lo saben al dedillo en Madrid, donde incluso los conservadores invierten en artes escénicas y museos que suponen ingresos para la gente: en España se ha impuesto la "escapada a Madrid" en fin de semana para ver la nueva exposición de El Prado, una obra teatral o un musical en la Gran Vía o dejarse los maravedíes en la FNAC o la calle Preciados.

RESUMIENDO: es lo que hagas con las cartas que tienes, tu inteligencia práctica, lo que marca el camino de una tarea, no qué tipo de cartas te dan. A veces con menos se hace más, y viceversa. Será cuestión de esperar a ver si ha sido una buena idea o no, pero de entrada hay que esperar y apuntar un tema: nadie, ni el PSOE, quiere aplicar la Ley Sinde. Así que un buen punto de apoyo podría ser ese. El otro sería reformar las subvenciones a los creadores para apoyar a los que empiezan y generar algún feedback con los que han triunfado (y que por Dios, dejen de mamar de la teta ya, coño, que piensen en los jóvenes autores). Dentro de un año veremos si ha sido una pifia o un acierto. De momento, ya hemos mandado a afilar la guadaña al herrero.

viernes, 16 de diciembre de 2011

¿Doblaje sí o doblaje no? Mejor estudia...


Vaya por delante que estamos algo cansados de los pros y contras del doblaje. Es muy cansino, tanto como lo del Valle de los Caídos. Una realidad que nadie puede negar: los españoles son muy malos para los idiomas. Nuestro nulo interés en otras lenguas es una cuestión sociológica (país cerradito este a todo lo exterior, oiga, que tres siglos y picos de cerrazón católico-nacionalista no se esfuman en una generación). Pero también educativa, no porque las películas estén dobladas o no la gente va a aprender otro idioma, pero tampoco lo hará si se doblan. De todos los argumentos que hemos oído a favor de las Versiones Originales Subtituladas (VOS) es quizás el más falaz de todos.

Manolo o Paco no van a recitar el monólogo de Hamlet en la lengua del bardo inglés simplemente porque vean 'The Walking Dead' en VOS. Eso hay que aprenderlo, y ver cine o series en VOS se limita a acostumbrar el oído humano al significado traducido. Cuando alguien escucha "gotcha" y lee lo que hay debajo, muchas veces lo capta, salvando las distancias culturales, como "te pillé". Pero nadie va a aprender otro idioma por ver todo en VOS. En cambio no hacerlo sigue manteniendo una industria del doblaje que ha dado de comer a mucha gente y muchas familias durante décadas, por muchos artículos sesudos de Roman Gubern que haya, o por muchos informes solícitos del gremio que se elaboren a favor de la VOS.

La realidad es muy puñetera y tiene la manía de romperle las muñecas a los teóricos de la vida, gente que va por el mundo diciéndole a los demás lo que deben hacer o cómo pensar. El espectador medio se sienta en el cine y piensa "¿para qué voy a leer cuando es más fácil escuchar?". Y el público con su dinero es el que impone a la industria cómo vender el producto, ergo los apóstoles de la VOS acaban sumidos en la desesperación de ver cómo una buena idea acaba siendo cosa de modernillos, intelectuales y frikis más que de gente común y corriente.

Imponer algo a la gente nunca es bueno, salvo que sea en beneficio general y público, así que esta semana, cuando ha vuelto de nuevo a arreciar la ola VOS, cabe decir que después de muchas décadas seguimos en el mismo sitio: ¿es buena la VOS?, pues sí, desde luego que lo es... ¿pero está la gente dispuesta a pagar por ver lo que le gusta en VOS hoy en día? Pues no. Así que si el camino de obligar al pueblo a hacer algo aunque sea por su bien no está en la agenda, pues seguiremos igual. Quizás si se mejorara la educación de otros idiomas la gente prefiriera verlo todo en VOS, pero es el camino difícil pero efectivo, algo que no pega nada nada con este santo pueblo celtíbero.


domingo, 11 de diciembre de 2011

En el nombre de John



John Le Carré es uno de los bichos más raros del mundo: de orígenes franceses, es ciudadano británico y progresista, muy al estilo fabianista anglosajón, y desde luego es uno de los mejores escritores profesionales que ha dado la isla. Le Carré es esa rara avis en un país de liberales y conservadores, pero que fue la cuna del movimiento obrero que espabiló a Marx, un saurio rodeado de extraños mamíferos, un tipo que aunque sabe que está por debajo de Gabriel García Márquez sabe que cuando algún guionista o director sin ideas propias decida adaptar alguna de sus novelas no las van a tirar a la basura. Sabe que siempre habrá un Gary Oldman para que uno de sus clásicos, 'El topo', pueda tener vida propia en la pantalla.

Es, de largo, uno de los escritores más adaptados al cine, y sigue la larguísima tradición británica de novelistas profesionales capaces de crear atmósferas y argumentos que van mucho más allá de las chorradas onanistas de tantos otros. Y sí, eso va por Martin Amis... Que vale, que es muy bueno Amis, pero está tocado del ala y el divismo les sienta tan bien... tanto como para que la gente en la librería prefiera tirar de Le Carré, Forsyth, Follet o Greene, por poner tres monstruos (sobre todo el último... ah, quién fuera Graham Greene...) conocidos. La novela tiene sus propias reglas, es un romance, una historia que se cuenta en prosa para narrar, no para divagar como si la novela fuera campo abonado para el ensayo.

Porque es uno de los grandes problemas de este formato literario en países como España: la paja mental está mejor vista que una historia construida con tesón, con algunos altibajos, pero que aporta una historia auténtica. Casi siempre, es cierto, ligado a los géneros malditos: serie negra, ciencia-ficción, fantasía, terror... Le dijeron una vez a Stephen King que era a las letras lo que la hamburguesa a la alta cocina. Pero es que 'It', por ejemplo, está mejor construida que muchos excesos ensayísticos que pululan sueltos por las editoriales. Y a Le Carré le pasa eso: 'El sastre de Panamá', 'El jardinero fiel', 'El espía que surgió del frío', 'Llamada para un muerto', 'La casa Rusia'... y ahora 'El topo', que va a ser una de las películas del año. Avisados estáis todos.


miércoles, 7 de diciembre de 2011

Putas y Mercenarios


La aparición de esta denuncia de la Asociación de Prensa de Madrid (picar para entender de qué va este post) demuestra que algunas profesiones son socialmente relucientes pero laboral y económicamente miserables. En estos momentos, cuando el paro en el periodismo alcanza en algunos sectores casi el 50%, queda demostrado que el periodista está a la altura de lo que algunos historiadores han llamado "la escoria que tira del carro". En la Edad Media era habitual por el sistema de estamentos y castas, pero hoy en día es poco menos que una aberración.


Los periodistas son, básicamente, "putas y mercenarios" (mil perdones por la expresión, pero es lo que hay semánticamente). En realidad la escala sería esclavos, putas y mercenarios, siempre en función del grosor de la nómina, de las responsabilidades y de muchas otras cosas que normalmente no se resuelven como el común de los mortales cree. Los becarios son los que han empezado el movimiento de Gratis No Trabajo, pero el sistema creado para dar formación gratuita a cambio de dividendos para los medios se ha convertido en una forma de esclavismo que pondría los pelos de punta incluso en el siglo XIX. Luego está el nivel de las putas, sin distinción de edad, género o procedencia, y donde chicos y chicas reciben salarios de menos de mil euros por una media de diez horas diarias de trabajo, sometidos a un gran estres intelectual para poder salir adelante en toda la mierda que cae sobre ellos. Por encima están los mercenarios, que cobran en función de a quién sirven, y que normalmente suelen ser los partidos políticos que les pagan muchas veces en sobres.


Esto nos lleva a la segunda lacra del periodismo, que es la venta de la ética sin ningún tipo de problema: la información es poder, y por lo tanto el poder político trata de comprar todas esas voces y colocar cada medio de comunicación en una postura ideológica que en algunos casos llega al servilismo más absoluto, cuando para poder seguir en el equipo de voceros del PP, el PSOE u otros es necesario ser irracional y criticar hasta el ridículo cualquier cosa que hagan los otros. Y si es en la televisión y la radio, tanto mejor. De esa necesidad de propaganda surgieron las tertulias, que es una forma eufemística de definir la venta de verdura y fruta ideológicas que deben marcar la agenda de la opinión pública. Y todo esto empaquetado con sueldos misérrimos donde el afortunado cobra una media de 1.000 euros netos, mucho menos que otras profesiones socialmente menos luminosas pero probablemente más rentables y honradas: carpinteros, panaderos, carteros, barrenderos, gestores...

El resultado es que el oficio de periodista por no tener ni siquiera posee de un sindicato propio, sino secciones anquilosadas de sindicatos mayoritarios (que rara vez mueven el culo para algo que no sea arañar presencia política al rival) y multitud de asociaciones de prensa que por su propia condición jurídica no pueden plantear huelgas o luchas laborales. Así pues, con todo el respeto hacia las putas y los mercenarios, oficios antiguos como el mundo mismo, ser periodista es un acto de fe remunerado con la ruina económica, la sumisión política y el maltrato de muchos otros que están por encima y sólo logran verter su frustración personal en los demás. Cambiarlo todo está en manos de los propios periodistas: no va a bajar un dedo Dios para salvar a los descarriados. Como mucho se reirá de nosotros. La salvación empieza por uno mismo.



lunes, 5 de diciembre de 2011

Número 23 de El Corso


Número de diciembre de la revista El Corso: Este mes volvemos a poner la diana en esos géneros de fans pero que tienen más éxito que los grandes temas oficiales.

En este caso en la literatura fantástica, de grandes ventas pero arrinconada en el público juvenil o maduro pero especializado. Emparentada con la ciencia-ficción y el terror, la Navidad es un buen momento para prestarle atención y variar algo en la lista de lectura. En cine repasamos al polémico pero lúcido Roman Polanski, que volvió a estrenar película con ‘Un dios salvaje’, en el campo del arte nos fijamos en un estilo único que crece en el mundo anglosajón pero que en España todavía no tiene apenas mención: el Steampunk. En Tecnología abordamos el inmenso mundo virtual de World of Warcraft; en cómic prestamos atención al llamado cómic social español, donde la crisis ya tiene reflejo y a los nuevos valores de corte intimista y en música repasamos tres discos de los últimos meses, de Lou Reed y Metallica a Coldplay y Gorillaz.

Otros temas: el informe de la ONU sobre la contaminación de CO2, los textos y dibujos de Blanca Haddad y un viaje a Ciudad Rodrigo, la frontera perdida del oeste.


sábado, 3 de diciembre de 2011

Entre Delacroix y Canaletto



Casi una semana después (mil perdones) volvemos al blog. Con dos apuntes de arte: el paisajismo y Delacroix. Son dos polos de atracción dentro de lo que ofrece Madrid hasta enero, repartido todo entre la Fundación Cajamadrid (uy, perdón, Bankia...), el Thyssen-Bornemisza y Caixa Forum de Madrid, éste último el recipiente algo estirado para uno de los pintores más conservadores y al mismo tiempo más personales y con un estilo más marcado de los que haya dado Francia. En un mundo donde se aprecia más la vanguardia y lo que hubo después de la explosión del impresionismo, o mucho antes, queda algo desangelada la figura de Delacroix, que combatió el estilo Ingres primero para luego crecer con el suyo propio. Un talento inmenso que conmovió a los amos de Francia primero, y luego al resto de aquella sociedad que crecía como el mayor laboratorio social de Occidente.

Lo cierto es que el siglo XIX fue una trinchera entre los impresionistas y el resto: los primeros ganaron la guerra, pero para la posteridad quedan tres nombres básicos de una primera mitad de siglo que bailó alrededor de David, Ingres y Delacroix. Luego el arte se rompió en trazos rápidos y comenzó una carrera sin hilos de ningún tipo hacia el arte total y personalísimo del creador. Y si no, que se lo pregunten a Van Gogh.

Respecto al otro punto, el paisajismo, queda muy claro que fue un género mercantil como pocos, que los pintores trabajaban para los nobles, los burgueses y los gobiernos municipales para poder vivir bien. El siglo XVII y buena parte del XVIII fueron los del artista mercenario, el siglo de Canaletto y el resto de grandes maestros que plasmaron la arquitectura y la naturaleza como dos actores más de una gran obra. Alejándose lentamente de la dictadura de los temas religiosos, fueron la gran válvula de escape de una sociedad europea que volaba sola y que mandaba a la cuneta (lentamente, eso sí) la tradición religiosa para aupar la tradición civil al rango de vara de medir todo. Fueron la continuación, por otros medios, del humanismo, una mezcla de capitalismo y medida humana que lograron convertir la pintura en un negocio redondo. Eso sí, si no aparecía Venecia, Roma, ruinas o escenas campestres/marítimas, olvídate de todo. Quien se pase por Madrid debería ir a esos tres espacios, si no, pues nada, a hacerle fotos al Oso y el Madroño, que queda muy bonito en los álbumes familiares...

domingo, 27 de noviembre de 2011

Huir de los trolls


Troll: persona que utiliza internet, y más concretamente la zona de comentarios a los post de blogs y redes sociales, para volcar toda su negatividad, extremismo y mala baba personal amparándose en el anonimato. Comentarios anónimos, pero también con nombre y apellidos. Basta mirar las noticias de las secciones de política y economía de los principales periódicos digitales para darse cuenta de hasta qué punto el español medio es un energúmeno consumado. Quizás toda esa furia la coartan en su vida diaria: se ahorran pegarle a la esposa/marido, a los hijos/hijas, a su familia en general, pero dirigen hacia el gobierno, la oposición y todo lo que se mueva esa ira apenas controlable. Son uno de los mayores problemas en la red, capaces de mentir descaradamente y de saturar al bloguero o medio de comunicación de turno. Utilizan, además, sus particulares nichos personales en las redes sociales, para meterse en conversaciones ajenas y exhibir al mundo qué es lo que piensa, cuáles son sus enemigos personales y lo que dice de ellos. No hay mesura, ni consideración, y atacan todo lo que se mueva.

Y lo que vale en el terreno personal también vale en el de la difusión y divulgación cultural, donde bajo el disfraz de libre opinión crítica se suele disfrazar un energúmeno que no respeta carreras artísticas, ni géneros ni públicos. Un ejemplo: un indie moderno (modernillo, se entiende) que ve pasar a un heavy de manual y dice eso de "que asco, es que no sé por qué no se desaparecen ya". Y todo acompañado por una cara de desprecio muy parecida a la que tenían los oficiales de las SA por las calles de Berlín en 1934. El mismo punto de intolerancia se repite en cada tribu, cada grupo, cada ideología... ¿y qué mejor símbolo de la fealdad social, de la mala baba, del odio encarnado y vomitado (mezcla de envidia, celos y frustración personal) que un troll? Y encima, acosadores en Twitter y Facebook. Receta: bloqueo, anulación de los comentarios ofensivos, ignorarles, encerrarles en su propia burbuja de sangre contaminada. También vale para la cultura: hay que seguir creando y obviarles.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Vampiros que muerden en la red


La saga 'Crepúsculo' sigue barriendo la taquilla. Cine de masas, de palomitas, de fans... de fans muy dados a ser peligrosos. La red se está llenando de comentarios de críticos y de otros gustos en los que se pone en duda la calidad de la saga. Para ser películas para el gran público adolescente, la verdad es que no son de tan mala calidad. Se dejan ver, y tienen a su espalda toda una serie de guiños hacia el goticismo literario, al cómic de género y a las propias novelas.


Es lo que alguien con menos ínfulas de crítico cinematográfico llenaría de calificativos como "ñoña", "apocada", "conservadora", "típicamente adolescente" o "previsible". Pero, a pesar de todo, no es de mala calidad. Es "profesional", y llena el vacío de lo que podría ser una gran mierda. Sin embargo, los fans se han rebelado, y empieza a crecer otra vez una ola de indignación contra las supuestas "élites" que prefieren ese otro cine más intelectual. Lo dijimos antes y repetimos: los sitios de comentarios a las noticias y los blogs en internet son el mejor escondrijo para los trolls, esos seres tan majos que sólo vierten su negatividad en los demás. Ante todo hay que meterse con los demás, y cargar contra todo aquel que pongan en duda la calidad de aquello que nos encanta.

Pero convertir el vampirismo, con toda su tradición literaria y cinematográfica, y ya casi en todas las artes, en un festival de mohines adolescentes que desvirtúa por completo el género y sólo son, en el fondo, otra película para ese público y para otros que todavía conservan parte de esa inocencia teen, pues hay un abismo. Es una buena saga, pero se nota mucho para quién está construida. Esa batalla entre las élites y el "común", que no es tan mayoritario, es muy típica. Dudamos mucho que 'Crepúsculo' sea para las masas, como mucho para una parte de ella. Pero la tolerancia y el respeto a la sana crítica es poco menos que inexistente hoy en día. Es de suponer el efecto contrario: masas de fans criticando un ciclo sobre Roman Polanski, por ejemplo, por ser cine difícil de entender, aburrido o cultureta. Resumiendo: hay puñetazos en los morros para todos, así que será cuestión de tener más tolerancia y canalizar la ira cotidiana en otro sitio que no sean los comentarios en la red.


domingo, 20 de noviembre de 2011

La máquina del tiempo


Por nuestro bien, que esto sea sólo una chorrada más por falta de cafeína en vena y que los que vienen sepan lo que hacen, aunque lo dudamos.

Año 2017. Patxi López es aclamado como nuevo presidente del gobierno, el sexto desde que empezara el ciclo de caos aquel lejano ya 20 de noviembre de 2o11. Lo aclaman a él y a su nuevo vicepresidente, Antonio Basagoiti, con el que ha formado el nuevo gobierno de coalición, el primero en los casi 40 años de democracia española. Lo han hecho con el 68% de los votos, por cierto. Les aclaman todos de pie en la sede de la Asamblea de Madrid porque, desde 2014, el Congreso de los Diputados y el Senado son ruinas humeantes, un montón de escombros. En la Carrera de San Jerónimo sólo quedaron en pie, chamuscados, los leones.


Durante el discurso, Patxi López hace mención a todo lo que empezó con aquel noviembre aciago, cuando Mariano Rajoy se convirtió en presidente con mayoría absoluta. Luego empezó el caos. En diciembre el paro llegó a los 5,3 millones, y para el día de Navidad declararon la quiebra Bankia y casi todas las cajas fusionadas durante los dos años anteriores. España entró en quiebra técnica también el 2 de enero de 2012, cuando Bruselas obligó a Rajoy a solicitar el rescate financiero. El hundimiento de España arrastró a Bélgica, a Italia y terminó de rematar a Portugal y Grecia. En los primeros seis meses del año hubo dos huelgas generales y varias huelgas sectoriales salvajes, como la de médicos en Madrid, Andalucía y varias comunidades más. Cataluña se declaró en bancarrota en julio y las manifestaciones, hasta entonces más o menos pacíficas, se volvieron muy violentas, especialmente en Sevilla, Málaga, Valencia, Madrid y Barcelona.


En Madrid el movimiento del 15-M se dividió entre los pacifistas y los que hicieron el primer amago de quema del Congreso en agosto. La presión financiera obligó a Rajoy a congelar y rebajar en un 40% las pensiones, incluso con efecto retroactivo, a paralizar el pago del subsidio de desempleo y a anular las inyecciones de dinero en sanidad y educación. En septiembre, tras terminar la temporada alta turística, España alcanzó los 7 millones de parados. Iberia hizo concurso de acreedores, y poco después, Telefónica empezó a sacar de España sus activos y los centros de operaciones hacia Perú, Chile y Argentina. En noviembre de 2012 Alemania entró en recesión aguda y Gran Bretaña tuvo que pedir ayuda a Estados Unidos y China para evitar quedarse sin fondos. Rajoy convocó elecciones para diciembre y las perdió, pero tampoco ganó ningún partido, así que se formaron tres coaliciones en apenas dos años: primero con Feijoo de presidente, luego Carme Chacón, que huyó corriendo del Congreso mientras ardía, y finalmente el incombustible Gallardón, que llegó al poder en 2014, con el paro en los 8 millones y pico, una deuda inconmensurable y el Santander y el BBVA también en quiebra. Los sindicatos convocan una huelga general indefinida que duró dos meses.

En 2015 Bruselas interviene en el gobierno español, lo disuelve y obliga al renovado parlamento a aceptar un gobierno técnico liderado por un anciano Javier Solana, rescatado por París y Berlín para evitar el desplome total. El nuevo poder reforma hasta la constitución, cambia todo el sistema educativo, laboral y fiscal, reforma la justicia en tiempo récord y limpia de deuda a las autonomías anulando muchas de ellas, que son absorbidas por la nueva Comunidad Central gobernada desde Madrid. Finalmente, a principios de 2017, y con el nuevo embajador único y plenipotenciario franco-alemán sin perder detalle, se convocan elecciones con el nuevo Partido Socialdemócrata Español y el refundado Partido Liberal con los restos del PP, que forman una mayoría suficiente.

¿Os ha gustado? Pues poned los pies en el suelo, que nunca se sabe...

martes, 15 de noviembre de 2011

Disney tenía razón

Una simple pregunta: ¿cómo se puede inocular el virus del gusto por el arte en un niño, que normalmente tiene la capacidad de concentración muy dispersa por su edad y cuya sociedad le empuja a enorgullecerse de su ignorancia? Sencillo: el cine.

Es obvio que nuestra cultura entró hace mucho en una fase muy infantil, parecida a la que ya se vivió durante la Edad Media: la imagen es la que manda, y el campo visual es lo que marca las reglas. A esa vertiente general se han adaptado todas las artes, y es una de las razones por las que nunca antes se había hecho tanto cine en el mundo, ni el cómic había tenido tanta fuerza. Por supuesto la gente sigue leyendo, pero los que viven de la palabra y la abstracción son cada vez más una élite que una masa.

Hay que encontrar alguna manera de que en lugar de sacar a 10 de cada 100 de la normalidad, se pueda sacar al menos a la mitad, o cuando menos, a una mayoría, de ese sopor que les empuja al reaggeton, la música latina enlatada y el pop anglosajón que no vale ni el pedo de una mosca en las selvas de Tailandia. Pues resulta que era obvio: con más imágenes. Y a ser posibles con animación, desde niños, cuando sus mentes son blandas y maleables.


Resulta que en 1940 Walt Disney dio con la tecla e hizo 'Fantasía'. Fue un desastre económico, pero se convirtió en película de culto que con los años no hizo sino aumentar su mito y su grandeza. Es más, históricamente es una de las razones, y está comprobado, por la que muchos niños en EEUU se interesaron por la música. Cultura y educación como un arma de resistencia partisana contra la estupidez de una sociedad más interesada en lo material y en la vida y el dinero fácil que en acumular conocimiento y formación que les saque de la pobreza o de la mediocridad (intelectual y material).


jueves, 10 de noviembre de 2011

Número 22 de El Corso

Ya está el número 22 de nuestra revista (enlace directo). También podéis pinchar en la columna de la derecha.

Este mes en la Revista El Corso, el tema de portada es para fans: de la vía del subgénero zombi. A punto de estrenarse en abierto la segunda temporada de ‘The Walking Dead’ abordamos su origen, la saga de cómics de Robert Kirkman, Tony Moore y Charlie Adlard. En el resto de temas: la exposición selecta de Delacroix en Caixa Forum Madrid, la pequeña gran editorial gallega Pulp Books, el trabajo en el campo de la música y de otras artes del Colectivo Piovra (al que volveremos en futuros números), una nueva colaboradora en Ficción (Blanca Haddad), lo mejor que ha salido del últimoFestival de Sitges. En Ciencia y Tecnología, la amenaza real de los pequeños meteoritos y los nuevos modelos de Nokia con el sistema Windows Phone.

Menos dinero para el cine


El cine español es como el pabellón de esquizofrénicos de un hospital: no existe el concepto calma. Con el más que probable nuevo gobierno del PP volvemos de nuevo con el tema de la financiación y de la ley de las televisiones, su polémica relación con el cine y un montón de cosas más. El 5% que debían por ley destinar las cadenas a la producción de cine español está ahora en el alero, con lo que respiran las TV mientras las productoras de cine hiperventilan en medio de un ataque de pánico.

Necesitan ese dinero, y algunos miembros prescindibles del staff del PP, como Pons, le pegan fuego al pabellón diciendo que "debería ser RTVE quien financiara el cine español". Traducción: menos dinero y mucho más selecto, así que adiós a la barra libre de dinero para engrasar una máquina que es más parecido a un juguete de madera con hilos que a un verdadero motor audiovisual. Porque España no tiene industria del cine. Eso serían una media de 60 millones de euros menos al año: una estocada directa al corazón. Echando cuentas, hay que contar primero la aportación de dinero privado (productoras) en el cine, más los 75 millones del Ministerio de Cultura (a través de un fondo nacional), más los 46 millones de TVE. La media de dinero suele ser de unos 200 millones de euros, lo cual es más o menos el coste de una superproducción de principios de siglo en Hollywood. Una. Luego Pons matizó en privado, con los jefazos de los productores, esas palabras. Es decir, que el PP, como todo partido político que se precie, dice lo que quiere oír el que tenga delante, pero nunca lo que piensa de verdad. El tijeretazo ya va avisado, y los productores se mesan los cabellos ante el regocijo de las cadenas de televisión. A TVE, a fin de cuentas, le da igual. Pero todo esto demuestra dos cosas:

1. El cine español no aprovechó cuando había dinero para internacionalizarse y enlazar con ese inmenso público de millones de personas que hay al otro lado del Atlántico, la salida natural ya de la literatura española.

2. La industria del cine es un vagabundo sin miras, no tira del sector privado (porque no existe) y depende del dinero público o auxiliar, no es autosuficiente. Todo cambia para seguir igual. Y cuando vuelva el PSOE o quien sea en lugar del PP, seguirá exactamente igual. Eso es lo triste.


martes, 8 de noviembre de 2011

Adiós intelecto, adiós


Después de ver el debate entre Rubalcaba y Rajoy, quedan claros algunos puntos. Pero por encima de todos, que la verdadera llave de la civilización, el conocimiento y su difusión a través de la educación y la cultura, son poco menos que un aperitivo pasado para los dos partidos mayoritarios. Ya hemos hablado muchas veces de todo esto (este post es más que digno), pero por desgracia cae siempre en saco roto. Desde los primeros filósofos griegos a nuestros días el conocimiento siempre ha sido lo que ha distinguido a una sociedad útil para la humanidad de otra que simplemente existe. La educación es la llave, y ellos sólo han hablado de este tema durante 35 segundos contados, y en dos tandas, no en una sola. Su obsesión: pensiones y empleo. El futuro les importa bien poco. La ciencia, la investigación, el desarrollo de la industria... ni han existido.

El cambio que permita a España ser algo más que el hotel y el geriátrico de Europa. Somos los parias. Nuestra generación, surgida de los años 70, está ya machacada, pero ellos van a conseguir que la siguiente, la de los 80, vaya por el mismo camino. Y la de los 90. España no se merece nada que no sea un claro bofetón de desprecio de las nuevas generaciones. Gente que necesita que cambie el sistema cuanto antes, gente que no es la que jalea a Rajoy en Génova 13, porque esa ya tiene buena parte del futuro resuelto. Pero la realidad se impone a la estupidez ideológica, a esa manía de pasar el peso de la educación al sector privado, como en los buenos tiempos medievales, cuando decían eso de "la educación, para quien se la pague". Es más fácil someter a un pueblo idiota que a otro educado.

Al final la vieja teoría del Estado Ameba va a ser cierto: es más fácil vivir y triunfar en un país pequeño y dinámico, de 5 o 6 millones de habitantes, que uno que ha sido históricamente aplastado por el pensamiento único del catolicismo, que es el gran responsable de que hoy no haya imaginación para buscar nuevos escenarios de futuro en España. Es todo tan terrible que sólo hemos escrito esto por petición de un viejo maestro que ama tanto su trabajo que todavía lo arrastra, que cuando piensa lo hace recordando la Italia del Renacimiento, el siglo XVII de la Revolución Científica, el siglo XVIII de la Ilustración... gente que con el tiempo ya no estará para alertar de hacia dónde vamos. España no cambiará para mejor, seguirá poniendo un parche estúpido tras otro, mientras no evolucione su actitud ante el conocimiento y de manera global.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Pero qué imbéciles sois



La dictadura china ya muestra los tics típicos de cualquier autocracia condenada, a la larga, a ser un fracaso. Mientras el mundo entero se deslumbra por el poder fabril y económico del país, pocos se dan cuenta de lo podrido que está el régimen chino, cómo el capitalismo salvaje acabará por demolerlo, y cómo sigue el camino de España o Grecia en algunos temas, derechitos al gran josconcio económico en la próxima década.

Ai Wei Wei, un artista y disidente chino perseguido por su gobierno, fue condenado por la vía expeditiva hace poco: 1,8 millones de euros de multa por haber ganado dinero a espaldas de la Hacienda del país. Una gran mentira, por cierto, utilizada como arma contra él. El dinero de su trabajo utilizado como excusa para arruinarle y devolverle a la cárcel. Y como por cada tirano imbécil hay un ciudadano silenciosamente valiente, pues los chinos con agallas han demostrado que hay cosas que son universales: tiran billetes en forma de avión de papel dentro de su jardín para ayudarle a pagar la multa. Ya van cerca de 575.000 euros. Sin embargo él ya ha dicho que devolverá el dinero, meticulosamente registrado por escrito. Una cosa más: en China hay una ley por la que no se pueden hacer donaciones sin permiso oficial. Otra estupidez más de un gobierno muy estúpido. Su frase demuestra hasta qué punto están cometiendo errores los comunistas chinos: "Veo el surgimiento de una sociedad civil en China, veo esperanza".

Machacar el intelecto es prioritario para todo tipo de despotismo, desde el evidente al escondido (en nuestra sociedad lo hay, y mucho), porque sólo hay una visión universal del todo, y los que piensan diferentes son peligrosos. Que se lo digan si no a la Iglesia de Roma, que se dedicó durante cuatro siglos a martillear a los clavos que sobresalían sin darse cuenta de que en realidad estaba dando golpes en su ataúd cultural. Por eso es indispensable que la mente y la voluntad humana sean libres, porque sólo así se mejora, siendo diferentes.






sábado, 5 de noviembre de 2011

El desprecio a los géneros


Es impactante pensar que, más allá de su calidad o buen tino argumental, la primera película sobre robótica que se ha hecho en España sea de este año. ¡De este año! Han tenido que pasar más de 60 años para que alguien en la piel de toro, obsesionada con sus guerras, sus cuitas emocionales y ese cine falsamente costumbrista que tanto daño le han hecho a la cultura del país. En España los géneros se los pasan por el arco del triunfo: en literatura, en música, en el cine, en casi todo. Sólo el mundo de las letras parece haber espabilado algo más, pero aquí siguen siendo un puñado de valientes los que hacen ciencia-ficción. La desprecia. Y mientras tanto, en la televisión y el cine los americanos, japoneses, coreanos, británicos, alemanes, incluso los franceses, nos inundan con productos. Isaac Asimov (en la foto), Philip K. Dick, Ray Bradbury o Clarke son sólo la punta del iceberg.

Hay un canal sólo de ciencia-ficción en las plataformas digitales españolas (y con bastante éxito, por cierto), y un rápido sondeo entre el público para saber cuáles son sus películas preferidas suele dar como resultado más de dos o tres títulos de ese género. En la lista de las diez mejores películas aparecen títulos como ‘Blade Runner’, ‘Star Wars’, ‘2001: Odisea del espacio’… a la gente le gusta, y devora un género que es fundacional del siglo XX y que ha dado grandísimos escritores. No es una manía persecutoria nuestra: en España se desprecia todo lo que no sea académicamente bohemio, que se ajuste al decálogo de perfiles, personajes y estilos literarios, surgidos por las zancadillas de la Historia. Es así desde hace siglos, y lo seguirá siendo. Hasta que no apareció Arturo Pérez-Reverte el folletín o la novela de aventuras era un residuo para idiotas, con la levísima excepción de los Episodios Nacionales de Galdós. Ese desprecio congénito es lo que ha evitado que las letras españolas sean más universales, que se desplieguen en muchas más direcciones. Y el sci-fi del que hablan los americanos es todavía un bebé en pañales.

Hay que aplaudir el valor de Kike Maíllo con su película, ‘Eva’, pero las críticas ya empiezan a meter el dedo en el ojo de este pionero, justo el mismo año en el que Eduardo Chapero Jackson se estrena con una de las primeras obras ciberpunk también del cine español, ‘Verbo’. Aplaudimos, porque se lo merecen, y es un recordatorio de que la guía de la cultura en España lleva demasiadas generaciones en manos de pueblerinos que viven subidos sobre el botijo y la boina, creyéndose que su tierra es el mejor reflejo de lo que literaria y cinematográficamente pueden darle al mundo. Mentes pequeñas, obras pequeñas.



miércoles, 2 de noviembre de 2011

Hemos vuelto



Hola: El Corso ya está listo de nuevo al 100% en la dirección de siempre (www.elcorso.es) y muuucha más potencia que antes. Gracias por esperar y recordad que el blog de opinión seguirá siendo este Corso Expresso, que se actualizará semanalmente de ahora en adelante.


martes, 1 de noviembre de 2011

'Habemus Papam' - Nanni Moretti


Nanni Moretti toca el tema del Papado, pero apenas le hace un rasguño. Medias tintas para una película muy peculiar, la del miedo: el del nuevo pontífice. El veterano y ácido director italiano, cuyo guión firma junto con Francesco Piccolo y Federica Pontremoli, aborda el lado más humano del nuevo primer vicario de Cristo, con todo el peso de la responsabilidad que eso conlleva. Actores: Michel Piccoli, Nanni Moretti, que interpreta al psicoanalista que debe ayudar al nuevo Papa.

SINOPSIS: En “Habemus Papam”, el recién elegido pontífice sufre un ataque de pánico justo antes de aparecer en el balcón de San Pedro en el Vaticano para saludar a los fieles, que han esperado pacientemente la decisión del cónclave. Sus consejeros, incapaces de convencerle de que es el hombre adecuado para el trabajo, buscan la ayuda de un reconocido psicoanalista (y ateo). Sin embargo, el miedo a la responsabilidad que ha recaído sobre él es algo a lo que debe enfrentarse solo.


Fecha de Björk para España

Björk ya tiene su primera fecha para España y el nuevo disco-ensayo-película-libro, ‘Biophilia’: el 22 de junio de 2012 en la Cidade da Cultura de Galicia. Será la primera vez de este inmenso y caro proyecto diseñado por Peter Eisenman en el campo de los grandes conciertos.

‘Biophilia’ es quizás el trabajo más ambicioso de Björk. En su octavo disco, la artista desarrolla una temática global en la que fusiona distintos campos como la ciencia, la ecología, las nuevas tecnologías, con instrumentos hechos a medida. La fecha para la venta de entradas se anunciará próximamente según ha explicado la organización del evento.

lunes, 31 de octubre de 2011

Diego Ameixeiras y 'Dime algo sucio'


Un pequeño libro. Un escritor que supera ya la treintena pero sigue siendo parte de esa “juventud peterpaniana” que tanto sufre en España por la crisis y la injusticia del sistema con todos ellos. Un talento innato para el relato negro, uno de esos “mirlos blancos” o “grandes promesas”, tanto como para que Taibo en persona le diera el Premio Especial del Director en la Semana Negra de Gijón de este año. Es Diego Ameixeiras, autor de 'Dime algo sucio', la perla de Pulp Books, que responde al golpe de fortuna con frases como ésta: “Un escritor responsable debe conocer a la perfección sus limitaciones y aprovechar aquello que realmente sabe hacer bien”. Pues con esas limitaciones ganó ese premio, exaequo con Cristina Fallarás. Y es que ha sido ser traducido al castellano y dar el campanazo: Galicia escondía a uno de sus retoños con celo. Ha trabajado escribiendo para varias series emitidas por TVG y es coguionista de los largometrajes ‘18 comidas’ (Jorge Coira, 2010) y ‘La mujer del Eternauta’ (Adán Aliaga, 2011).

Hasta el momento ha publicado entre otras las novelas Baixo mínimos’ (2004), ‘Tres segundos de memoria’ (premio Xerais 2006) o ‘Asasinato no Consello Nacional’ (2010). Los rasgos de la novela son una crudeza psicológica más que notable, sin espacio para la esperanza, violenta, en la que experimenta con los cánones de la novela negra al uso para dar su propia versión del género, con mucha intensidad, sin distancia sino con la frialdad como una forma de ser todavía más duro con el lector.

Noviembre es todo videojuegos


Se acerca la Navidad a pasos agigantados, y con cada día que cae del calendario aparece con fuerza la oleada de estreno en el mundo siempre próspero y ajeno a la crisis de los videojuegos. Y es que noviembre llega con Santa Claus particular en forma de bits. Se adelanta un mes. Toca rascarse el bolsillo, evitar la tentación de la piratería (muy complicado, ¿verdad?) y caer en la otra tentación, la de comprar estas obras maestras tecnológicas: juegos de presupuesto multimillonario, legiones de fans totalmente adictos y vinculación con las consolas de toda la vida (además de los PC). Apple, como siempre, se queda al margen.

En este mes que agoniza aparecieron ‘Battlefield 3’ o ‘Batman: Arkham City’, dos bazas perfectas para empezar a soltar adrenalina en un shooter y la enésima vida paralela de Batman. Y para este mes que arranca mañana, la lista es mareante. ‘Uncharted 3’, ‘Modern Warfare 3’, ‘The Elder Scrolls V: Skyrim’, ‘Assassinʼs Creed: Revelations’, ‘Super Mario 3D Land’ (no podía faltar, y ya hemos perdido la cuenta de cuántas versiones hay del fontanero bigotudo) o ‘The Legend of Zelda: Skyward Sword’ (otra saga inmortal, por cierto).

Noviembre de 2011 será recordado durante mucho tiempo por la mareante cifra de lanzamientos, en su mayor caso variaciones o secuelas de sagas ya creadas. Redefiniciones de viejas franquicias que se superan a sí mismas y podrían romper el mercado.