"Hugo amaga profundamente el verbo retorcido y surrealista de los oxbridge que veía por la televisión una y otra vez. Y odiaba a Cortázar con la misma densidad, por no poder entenderle. ¿Por qué sí podía entender los diálogos de Palin y Cleese y no los renglones torcidos de un hombre que había descubierto la puerta de la gatera de lo que hay al otro lado de la literatura? Hugo le dio una oportunidad más a la maldita raya-voluta hecha líneas infinitas de lenguaje. Decidió que quizás el problema era que necesitaba música. Eligió al azar y la extraña ‘The battle of evermore’ llegó hasta sus oídos. “Dios bendiga a Led y sus colegas” se dijo mientras leía y dormía a un tiempo. El sueño de tinta se apoderó de él con fuerza y al despertar descubrió, asustado y feliz a la vez, que efectivamente el maldito dinosaurio que antes no podía ver y entender seguía allí…"
PD: Quien sea capaz de entenderlo, que envíe su explicación a maildelcorso@yahoo.es. La mejor la publicaremos en este blog.
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