martes, 30 de junio de 2009

Giotto, San Francisco y la publicidad de Darío Fo

“Es el signo de los tiempos. Es verdaderamente una expresión de este retrógrado conservadurismo cultural para el cual toda alteración del 'status quo' se convierte en un acto de blasfemia". La frase es del hijo de Darío Fo, Jacopo Fo, que ha reaccionado así cuando la Iglesia decidió, ayer mismo, que el Premio Nobel de Literatura italiano no podrá estrenar ‘Giotto o non Giotto?’ en la plaza de la basílica de San Francisco de Asís. ¿Razón? Sencilla: cuestionar, como muchos otros críticos de arte, que Giotto hubiera pintado los famosos frescos de la basílica. La obra teatral, un monólogo largo como un día sin pan de unas cinco horas, sostiene la tesis de que Giotto era demasiado joven como para poder tener un encargo de tal envergadura. Al ser suelo perteneciente a la edificación, directamente la Iglesia ha decidido prohibirlo. Pero ojo, que en esta comedia huele raro, como en la Dinamarca de Hamlet. Preguntas: ¿Qué pasa, es que Giotto y su obra entran dentro del dogma de fe cristiano?, ¿acaso si no fueran de Giotto ya no habría tantos ingresos por turismo en la basílica?, ¿es que los tonsurados no saben vivir sin prohibir o decirle a la gente lo que pueden o no pueden ver? De todas formas es una tormenta en un vaso de agua: es tan sencillo como llevar la obra a un teatro municipal, quizás fuera de Asís para que el alcalde de turno no se pliegue y ponga pegas. Siempre habrá un escenario alternativo dispuesto para Fo. De momento, y sospechamos que muchas veces esto es lo que realmente hay detrás, Darío Fo ya tiene la publicidad de su nueva obra asegurada. ¿Lo pillan?


lunes, 29 de junio de 2009

Shakespeare, Lope de Vega y la necrofilia

¡Qué fácil es, y qué bonito, subirse sobre los hombros de gigantes! Cuando a la “inteligencia” occidental asociada al mundo del cine y la televisión se le acabó la gasolina creativa, allá por los años 80, salió para salvarles una figura de dos cabezas: el mismo cuerpo, diferente testa, a un lado William Shakespeare, al otro, Kenneth Branagh, un tipo de lo más astuto. Como era un actor teatral de lo más prometedor y quería triunfar en el cine no se le ocurrió otra cosa que encajar en lo audiovisual al bardo, al que conocía de memoria y sabía bien su capacidad para ser adaptado sin perder frescura. Así labró una carrera llena de éxitos que muchos otros copiaron, incluso haciendo versiones para adolescentes de obras como ‘Trabajos de amor perdidos’. Cuando se pasó la moda y llegaron los remakes para llenar el hueco creativo Kenneth perdió la fama y parte de su fortuna. Ahora todos adaptan a los clásicos y les dan la vuelta como si fueran calcetines usados llenos de tomates y descosidos. 

En la programación de Noches del Fonseca 2009, organizadas por la Universidad de Salamanca, van a meter con calzador lo clásico y lo nuevo. Esto es cuestión de modas: ya lo hacen incluso con Lope de Vega o Quevedo. Así que nada, a sacar de paseo los muertos, como cuando Julián Lanzarote menciona a Unamuno pero no le quita los honores a Franco. Prostitución de la memoria. Pero es otro tema que ahora no toca (que diría Pujol). El próximo 3 de julio le toca el turno a un texto del siglo XII, ‘Auto de los Reyes Magos’, el día 21 al bardo con ‘La fierecilla domada’, el día 24 a ‘Sueño de una noche de verano’, y el día 28, a ‘El caballero de Olmedo’, de Lope de Vega. Dos clásicos ingleses y uno castellano, y entre medias, revisiones de obras de Pirandello y nada menos que un mito griego, Fedra. ¿Hay que empezar a preocuparse o esto es otra vez la moda de adaptaciones clásicas pero en el teatro? ¿Para cuando una versión posmoderna y rompedora de ‘Hamlet’ o ‘Ricardo III’ en español? 


domingo, 28 de junio de 2009

Breve cuestión periodística

Los temas muchas veces salen de los lugares más inesperados. Por ejemplo, de un ataque reaccionario. Muchas de las columnas de opinión que se hacen en el mundo, tanto en prensa escrita como digital, van acompañadas de una imagen del autor. A veces un dibujo, otras incluso van de espaldas, enseñando sólo la nuca. Pero determinada reacción inquisitorial de algunos sujetos con derecho a voto, la cual ha llegado hasta nosotros (ya saben, nos enteramos de todo de esta ciudad, otra cosa es que podamos o queramos contarlo…), nos hace preguntarnos: ¿Molesta realmente leer una opinión de un medio de comunicación donde aparezca alguien con gafas de sol? Nosotros creemos que no, que eso queda al gusto del autor. Todo esto lleva a un debate más amplio, y es hasta qué punto el lenguaje físico y los convencionalismos sociales (mirar a los ojos a una foto porque de lo contrario el lector se siente intimidado) deben incidir en una información u opinión. Por tanto, preguntamos a la audiencia potencial: ¿Les molestaría tal cosa? ¿Le dirían algo a Bob Dylan por llevarlas puestas hasta para ir al baño? Por favor, envíen sus comentarios a maildelcorso@yahoo.es


sábado, 27 de junio de 2009

Ciao, Jacko

La leyenda no escrita de la música asegura que América tuvo tres voces en el siglo XX: Frank Sinatra, Elvis Presley y Michael Jackson. Las tres han muerto y las tres dejaron una huella imborrable. En el Equipo, puestos a no meternos con los muertos, hemos llegado a la conclusión de que efectivamente han sido tres grandes cantantes, quizás no tan buenos músicos, pero su fama y fortuna ensombreció a otros que todavía siguen vivos pero que sólo verán recompensada por las grandes masas su labor al final del camino (Prince, Neil Young, Bob Dylan…). Sinatra quedó encasillado desde el principio y fue lo suficientemente listo como para crear un nicho cultural en el que era el número 1: así fue cómo se convirtió en una leyenda que además tuvo la elegancia de morir de viejo y ahorrarnos el lamentable espectáculo social de Elvis. Éste, convertido ya en un icono de lo kistch en sus últimos años de vida, murió sentado en su baño por un colapso a causa de las pastillas que tomaba, destrozado por dentro, por fuera y en el alma después de haber sido la voz del rock blanco. 

A Jacko le ha pasado algo parecido: algún cabrito cercano se ha pasado con la dosis de calmantes y lo ha mandado al otro lado. Una voz que se apaga, que acompañó a muchos como OCP, que desde Xpectations ha querido rendir su particular homenaje al que fuera uno de sus ídolos de infancia. Esos años son una época en la que, sin la experiencia de la madurez, lo que gusta y asombra se convierte en parte de nuestra vida. Por eso cuando muere un mito de nuestra infancia es como si arrancaran un pedazo de nosotros mismos, hay una sensación de abatimiento y vacío que no se cura salvo con algo de tiempo. Lo peor de todo es que los buitres ya vuelan en círculos alrededor de sus archivos, canciones legendarias, las canciones escritas pero nunca grabadas, los derechos discográficos, los vídeos de sus conciertos… Prepárense para la Madre de todas las Recopilaciones de aquí a dos años. La necrofilia siempre ha vendido millones, y si no que se lo digan a James Brown, que a los dos meses de morir aumentó las ventas como nunca en su vida. En fin…

El Mago del Ayuntamiento

En el ASA, es decir, el Ayuntamiento de Salamanca, hay un gran prestidigitador. Un mago que sabe cómo hacer grandes cosas sin un duro, colando como novedad algo que lleva meses abierto para la ciudad. La Noche Blanca, una especie de jornada de puertas abiertas nocturnas para estimular el consumo cultural, era una de las bazas de la ciudad de Salamanca en el pasado, y después de un año de vacío la han recuperado. 70 actuaciones en 34 espacios, de los cuales, por cierto, menos del 25% son originales, porque todo lo demás ya estaba abierto en la ciudad. Nos explicamos: las exposiciones de la Universidad de Salamanca están incluidas en la lista de actividades, aunque las pague la Usal; el Festival Calé de la Junta, que termina y también lo incluyen, las muestras de la Diputación o determinados rincones y conciertos programados con meses de antelación. En el ASA el mago dijo “vamos a hacer algo grande”. Respuesta: “No hay un duro, tú verás cómo”. Sencillo: buitreando como aves de rapiña la programación ajena y la propia que ya estaba cerrada desde meses antes. Vender carne de gato como si fuera liebre de montaña. Todo un truco de magia para multiplicar panes, peces y conejos que salen de la chistera. Así también hacemos nosotros una gran Noche Blanca y de todos los colores, subidos a la chepa del esfuerzo ajeno. Y encima lo hacen todo con grupos salmantinos, lo cual está muy bien pero como sólo lo hacen una vez al año (que no hace daño) y por cuatro duros, pues todavía les sale más barato. En serio, no sabemos si aplaudir o tirarles piedras. Suponemos que las dos cosas a la vez, todo contradicción, como muchas cosas en Salamanca. 


miércoles, 24 de junio de 2009

Coppola y el juicio del tiempo

Salamanca anda algo escasa de potencial cultural, por ahora, así que mientras pensemos en uno de nuestros héroes. Francis Ford Coppola, uno de los Cinco Dioses del Cine (ya hablaremos un día de los otros tres y por qué), acaba de presentar ‘Tetro’, una pequeña joya en blanco y negro con Maribel Verdú en el reparto. Eso no es importante, lo que sí interesa es saber que la crítica se ha cebado con este italoamericano de pro. Nada nuevo tampoco, de hecho, entra en lo esperado. Coppola, interrogado por la prensa española por el revés, sonrió, se encogió de hombros y soltó la perla del mes: “Eso no es importante, de hecho, mi gran carrera está llena de fracasos que a los cinco años se convirtieron en mitos de culto en el cine. Vivo de mis fracasos más que de mis éxitos, curioso, ¿no es cierto?”. Toma ya. Hacemos mil genuflexiones ante este hombre que se estrelló en su día con ‘Apocalypse Now’, considerada hoy como una de las diez obras audiovisuales más importantes de la historia; en la misma lista en la que está ‘El Padrino’ (él mismo dijo que se le recordará por esta obra por encima de lo demás, pero no parece importarle...), que también tuvo una más que floja entrada para luego crecer desmedidamente. “El tiempo convierte mis errores en cine de culto” añadió en la entrevista mientras, probablemente, se partía de risa pensando en sus viñedos, en su vida mediterránea en los valles verdes de California. Aprendan de él, que merece la pena.  


martes, 23 de junio de 2009

Logias Salmantinas (1): El Club de la Laringe Rota


No falla. Las cafeterías son el espejo en el que se mira la Humanidad. En una de las más cercanas a la Pontificia se reúne, de vez en cuando, el Club de las Laringes Rotas: son todos profesores, viven en torres de marfil invisibles funcionariales, son exigentes y por supuesto, hipócritas. Todos tienen en común, además, uno de esos detalles superficiales que tanto valen para etiquetar: hablan como camioneros con ronquera, con las gargantas en carne viva por su vicio supremo, el tabaco. No hay manera de no escucharles. Se apelotonan alrededor de un café, ponen a parir al gobernante de turno (porque ser de derechas no implica no dar guantazos a todos lados) y se lamentan de la pérdida de los valores familiares. Como también hay algunos de izquierdas (que se caracterizan por tener la voz un poco menos triturada) igualmente se lamenta la pérdida de los valores sociales.
La cuestión es llorar las utopías perdidas: eso sí, el rojo de turno no duda en reclamar hasta el último euro, pasa por delante de un pobre músico callejero y se queja de que le dejen tocar frente a su cafetería preferida, o directamente habla del último portátil que se ha comprado (por supuesto, un Mac de diseño que no baja de los 1.200 euros). En cuanto al conservador, es mucho más telúrico: habla de la familia sin parar, de cómo han arrinconado a la Santa Madre Iglesia y en cuanto pasa una estudiante aligerada de ropa por el calor veraniego es capaz de hacer girar su ancho y orondo cuello como si tuviera 15 años y retar a la niña de 'El Exorcista' en torsión cervical. Luego sonríe cómplice al izquierdista al que odia pero al que necesita para tomar sus cafés. Lamentable. Bienvenidos al Club de las Laringes Rotas.

El fracaso español

Dice Enric González que el fracaso a largo plazo del modelo económico español se basa en lo de siempre: no hay inteligencia a la hora de invertir. Es más fácil sacarse unos cuantos millones en apenas un año por construir casas o poner un chiringuito turístico que meter dinero a fondo perdido en otras cosas que, a largo plazo, sí son más rentables. En España, salvo contados casos milagrosos que equivocaron su lugar de nacimiento, nadie piensa a largo plazo. Siempre se mira a lo mismo: el pan, la mantequilla y el cuchillo más cercano. De la misma forma que el exceso de realismo es castrante y genera sociedades materialistas y sin metas, la falta del mismo crea utopías monstruosas que suelen acabar mal. La inversión en tecnología y conocimiento no es tirar el dinero; pensar en la generación siguiente no es perder el tiempo. La meritocracia, concepto inexistente en España, es una demostración de cómo un hombre o una mujer, por esfuerzo, sacrificio, astucia y voluntad, puede llegar a lo más alto. Obama es un ejemplo: superó todas las barreras y está sentado en el trono. Llegar por inercia no tiene mérito alguno.

Pero en España no se fomenta el esfuerzo, el trabajo: se repite una y otra vez que el trabajo es el castigo de Dios contra Adán y Eva por desobedecerle. Miles de años de adoctrinamiento religioso han derivado en esta santa tierra en clichés psicológicos imposibles de borrar, al menos no en una o dos generaciones y sólo si se empieza desde ya. Pero eso no será posible porque incluso el sistema educativo baila y oscila una y otra vez en función del tarugo gobernante de turno; además, no se ha hecho una labor de explicación al pueblo de cómo es el sistema educativo. Ya puede funcionar la mejor pedagogía del mundo, pero si la gente no la conoce la verá como algo extraño y la rechazará. Así de simple: comunicar es esencial, y la amalgama de siglas termina en un marasmo que confunde a los padres, que al final dejan a sus retoños en soledad frente al televisor, la niñera perfecta que encima les ofrece productos infames como ‘Aída’, donde lo que se premia es la risa fácil y la sociopatía parasitaria. Ejemplo: en Gran Bretaña uno de los programas más vistos en TV es un culebrón sobre la periferia, pero sólo unas décimas por encima de un programa sobre arte moderno. Pues eso.

lunes, 22 de junio de 2009

Flotats, Descartes y Pascal

El miércoles y el jueves visita Salamanca uno de los niños bonitos de Cataluña, uno de esos rebeldes con causa (estilo Boadella) que desde su catalanismo militante, personal e intransferible, fue capaz de poner de los nervios a Pujol, el pequeño gran hombre que soñaba con ser un Churchill de tiempos de paz y terminó convertido en eficaz gestor de la supuesta superioridad levantina. Flotats, que parece excesivo hasta para ir al baño, consiguió que los mismos que le encargaron que fundara y diera alas al Teatre Nacional de Catalunya (TNC) le despidieran a los pocos días de que echara a andar. Una de sus frases fue “A mí me da igual, ellos sabrán lo que hacen. Yo seguiré a lo mío”. Con esa solvencia y ganas de seguir amando el teatro, que le da la sangre y la vida, aterriza en el Caja Duero a las 20.30 horas con ‘El encuentro entre Descartes y Pascal joven’, de Jean Claude Brisville, la cual nuevamente dirige e interpreta junto a Albert Triola (Pascal). 

El argumento es el cruce que se produjo entre ambos flósofos, el 24 de septiembre de 1647, en el que ambos genios se dan cuenta de que son antítesis vivas. Podríamos hablar largo y tendido del choque de trenes intelectual que debió ser ver en la misma habitación la esencia misma del racionalismo extremo (Descartes) con esa luminaria francesa que fue Pascal. Éste último unió en su vida las dos grandes contradicciones humanas: racionalismo total con su dedicación y aportaciones a las matemáticas y la física en su juventud y la total conversión hacia el misticismo cristiano en su madurez. Se opuso a la teoría cartesiana y al empirismo, los dos caballos de batalla de la Ciencia. Con esa ambivalencia juega un personaje histórico al que los conservadores se agarran como un clavo ardiendo (fue de los pocos genios que se pasaron a su lado) y al que los matemáticos elevaron al Olimpo por sus aportaciones. Es decir, buffet libre para todos. Y en medio, Flotats y su cartesiano personaje. 


viernes, 19 de junio de 2009

El nuevo Kubrik

Vamos a explicarles por qué el nuevo Coppola, o el nuevo Spielberg, podría ser español. Sólo en un país totalmente abandonado a la piratería pura y dura como España. Nación que sería el hogar del tipo que una noche, mientras da vueltas a su Heineken fría en la barra de algún bar de Malasaña, esperando a algún amigo igual de freak que él, se da cuenta de que sólo hay un camino frente al hecho inexorable de que la cuarta oleada tecnológica desde el siglo XVIII se haya llevado por delante el cine y la música industrial. Si no puedes con él, únete. Esto es, en lugar de hacer archivos encriptados o poner bajo arresto a todo el personal de la productora para evitar que se filtren los originales, sería mucho más fácil soltarlo todo en alta calidad por la red, gratuitamente, pero cobrando pequeñas cantidades irrisorias. Sólo dos euros (lo que cuesta un disco en el top-manta) por descargarte rápidamente su película. Luego, si quieres extras y un formato más manejable, está el DVD, que vendería por diez euros.

Porque la proyección en el cine sería cosa del pasado, sólo reservado para pases de lujo que incluirían cenas y copas, para atraer gente (pagar 7 euros por algo que tienes gratis en casa es absurdo, o un capricho tan esporádico que su supervivencia económica es inútil). Sería joven, sin etiquetas, con un lenguaje universal que combinara fondo filosófico con formas nuevas, con aspiración por hacer cine universal pero sin encasillarse en un género. Tendría que ser como el más grande de todos, Stanley Kubrick, y si un año hace una película sobre una pareja de jovencitos modernos de Madrid al siguiente otra sobre la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico, por ejemplo. Se ocuparía, por ejemplo, de financiar la siguiente con el beneficio de la anterior: si es un taquillazo por número de descargas o DVD vendidos, haría una producción grande; si es poco el dinero, un film intimista. Parece reduccionismo, pero en realidad es simple sentido común que no hará nunca ningún director de cine con más de 40 años en estos momentos, ni de los jovencitos consagrados. O el sistema cambia, o el cine estará muerto en apenas 20 años.

jueves, 18 de junio de 2009

Dame una cerilla y un poco de gasolina


Lugar: Londres. Tiempo: el presente. Malo de la película: el venerable periódico 'The Times'. Víctima inocente: NightJack, un blog escrito por un ex policía que necesitaba del anonimato para contar cómo es por dentro el trabajo policial. Este blog, ahora cerrado, llegó a tener picos de 500.000 visitantes diarios, según cuenta el periodista Enric González en la edición de hoy de 'El País'. Resulta que el tipo en cuestión, Richard Horton, policía, se escudó en el anonimato para poder desarrollar mejor su labor de hormiguita que contaba al público lo que nadie le dice del trabajo de investigación. En el blog no había acusaciones, sino explicaciones. El día a día de los chicos de azul era mejor entendido y el público le correspondió con atención y una media de 60.000 visitas diarias. Tan bueno era que incluso recibió premios de las asociaciones de internautas.

Hasta que los cerebros de 'The Times' decidieron que eso del anonimato no iba con ellos y que bien merecía investigar para vender unos cuantos periódicos más. Buscaron al tipo y lo encontraron; entonces Horton pidió amparo judicial para mantener su anonimato, y el juez dijo que nada de eso. Al final Horton cerró el blog porque no podía seguir con su trabajo policial sin ese escudo. Así que ahora los ciudadanos han perdido a alguien que les contaba la verdad, esa que no cuentan los medios jamás, y todo para que una de las cabeceras más viejas del mundo pueda seguir vendiendo más papel emborronado de tinta, más pinos finlandeses muertos en beneficio de un medio que ahora tiene un problema: ha puesto de uñas a muchos lectores que han puesto a parir al periódico en sucesivas oleadas de mails y mensajes que se propagan como un virus. Esta historia demuestra que el periodismo de papel ha perdido la guerra a largo plazo con el mundo digital: esperar 24 horas a una noticia es antediluviano y demuestra que el intelecto humano se mueve como un cacahuete en el cráneo de un diplodocus: con eco. Esa manía de que todos salgan a cara descubierta es infame y además trae problemas, y sobre todo es injusto, porque durante años el 'Financial Times' no firmó sus artículos, y nadie puso pegas. ¿Entonces también era un fraude? Moraleja: siga usted el consejo del título y escoja el periódico (ojo, no el edificio, que para eso hace falta algo más) más cercano, a ver si así se deciden de una maldita vez a dar el salto imprescindible. 

miércoles, 17 de junio de 2009

The Sudamerican Experience

Sudamérica es una gran incógnita, una X gigantesca. Y cuando decimos Sudamérica no hablamos de ese mundo perdido y carcomido que es América Central, que vive más cerca de los desastres caribeños que de la parte sur del continente. Y por supuesto quitamos también a México, un continente en sí mismo y que está, definitivamente, ligado al destino de EEUU y Canadá. Dentro de poco comenzarán oficialmente las fiestas por el Bicentenario de la independencia de la metrópoli española (y nos pondrán a parir un día sí y otro también), dos siglos de supuesta libertad llenos de errores de bulto que convirtieron la región más rica del planeta (muy por delante de África y Asia) en un lodazal de corrupción, discriminación, oligarquía, violencia, machismo y miseria cultural. Sólo ahora, después de probar todas las fórmulas posibles de utopía (todas fracasadas), es cuando empiezan a sacar la cabeza siguiendo a la Gran Reina, Brasil, el único país que se ha tomado en serio el potencial sudamericano. El resto de naciones latinoamericanas deberían aprender mucho de este inmenso país que debajo del amor por la jarana posee un innato sentido práctico. 

Es el único junto con Chile que ha dado números positivos, y su poder ya ha sido aceptado por la inmensa mayoría del subcontinente: incluso la rocambolesca Venezuela se ha currado su amistad. No hay más posibilidades: Argentina se ahoga en sus contradicciones y no encuentra la salida; Colombia todavía no ha terminado de salir de las tinieblas, pero está en ello; Perú, justo cuando había logrado coger la senda, se ha dado de bruces con el anacronismo cultural indígena (otro día hablaremos de cómo el recuerdo emponzoñado del pasado es la soga del ahorcado de esas comunidades que no quieren progresar sino resucitar un pasado perdido para siempre, como Bolivia); Ecuador va por el mismo camino que Venezuela; y finalmente, Chile, Paraguay y Uruguay son naciones demasiado pequeñas como para hacer nada que no sea sobrevivir con elegancia. Por eso es tan importante Brasil para el mundo, porque es un modelo de desarrollo mestizo y regional, el vestido en el que entrarían todos al sur del estrecho de Panamá, y porque supone, por fuerza matemática, la superación del abismo racial. A Lula lo estudiarán en los colegios nuestros hijos algún día, por su legado estilo Roosvelt. 


lunes, 15 de junio de 2009

Das Blauehaus - El alba en tu espalda

El torrente azul rompe las murallas y con la nostalgia de un verano que arranca retrotrae al sueño dulce y maravilloso del paraíso en una sola ciudad. “El paraíso está allí donde nuestro corazón se hincha y se siente dichoso de palpitar”, dijeron una vez.

Marie Kassovitz se dejó llevar por la lentísima mecedora del viento. Arqueó la espalda al apoyarse en la pared, dulce, relajada y tranquila, tan sobria que podría haberse hundido el mundo a su alrededor. Fumó todavía más serenamente que nunca, dejando escapar el humo alrededor de su rostro ovalado, que lo bañaba sin poder arrancarle el olor de la noche. Deslizó la mano izquierda en uno de los bolsillos de los pantalones negros; la otra resbaló por uno de los tirantes, por la camiseta blanca, hasta su otro bolsillo. Sostuvo el cigarrillo en los labios rosáceos y canturreó sigilosamente una estrofa de Aznavour. Miraba a Kavafis dormir plácidamente mientras el sol despuntaba por encima de la densa arboleda del Treptower Park. El ático se llenó de luz y los primeros rayos atravesaron la enorme cristalera inclinada para siluetear los blancos cuerpos de Kavafis y Beatrix, juntos, con las manos entrelazadas. Marie miró su reloj y calculó que Viana ya estaba en la Blauehaus. Con el móvil se grabó primero a sí misma, con el cabello oscuro transformado en el rubio oxigenado de la noche anterior. Era y se sentía hermosa, andrógina y perfecta en el caos que proyectaba su alma masculina en el cuerpo de mujer: ‘Te mando el alba en su espalda y un beso, amor’. Al girar la muñeca lentamente grabó la cama y el alba maravillosa de una mañana de primavera en Berlín que acariciaba la espalda sin mácula de Beatrix”.


domingo, 14 de junio de 2009

Lecciones de teatro

1. La gente no sabe estar en el teatro. Especialmente los que lo consideran como una prolongación del pincho y la caña. Además, en España, se une la mala educación de parlotear cuando no se entiende lo que se ve. Si no sabe usted, o no comprende, puede irse, no hay francotiradores en el techo. 

2. Para que una obra funcione hay que darle algo de tiempo. Juzgar los 15 primeros minutos es el primer paso para equivocarse. Lo hicieron en Salamanca con ‘Orgy of tolerance’ de Jan Fabre y todos los que vieron el principio erraron el tiro. Eso cuando no se hicieron comentarios por la ciudad del estilo “¿A eso le llaman arte? Menuda mierda”. Hay libertad de expresión para todo, incluso para ser ignorante.

3. El teatro siempre está en crisis, desde Eurípides, pero no deja de llenar escenarios, de atraer gente y de sobrevivir con entradas a 8 y 9 euros mientras los conciertos jamás bajan de los 30 euros y el cine ya es un insulto monetario en vista de lo que se recibe a cambio.

4. El público de teatro es diferente: no se forja en una noche, sino en varias, entrenándolo para que acepte vanguardias y esté dispuesto a llegar al borde de lo permisible si a cambio le hacen pensar.

5. El mundo del teatro también es mentira, y sobre todo, farsa. La comedia más burda ya existía al mismo nivel que la tragedia, y los griegos fueron maestros en hacer llorar y hacer reír. Luego los romanos dieron el doble salto mortal e inventaron la sátira. Tan legítimo es el comediante como el actor de carácter que enfatiza el dolor.

6. Visto lo visto, el Festival de las Artes debería dejarse de tanta bobada callejera y duplicar el número de obras de teatro de sala. Es lo mejor, lo de más calidad y no deja indiferente a nadie. 

sábado, 13 de junio de 2009

Y el cínico cerró el pico (por desgracia)

Uno de los grandes inspiradores de este blog acaba de traicionarnos, pero con el estilo proio que ha inspirado muchas de las entradas de Corso Expresso, redactadas a veces con la pregunta “¿Qué diría este cafre si estuviera aquí?” en la mente. Madrileño para más señas, su personalidad obedecía a su origen: borde, ácido, cínico, rompehuevos, contradictorio, agresivo y ácrata. Se definía como un conservador izquierdista y se quedaba tan pancho: fueron gestos y palabras así los que le convirtieron en el motor inspirador. La cuestión era meter el dedo en el ojo. Cuando gobernaba la izquierda votaba a la derecha, y viceversa. Y sobre todo, se las ingeniaba para sacar tajada de todo. Sólo él logró además que un comunista y un falangista intentaran partirle la cara la misma noche. Pues resulta que nos ha traicionado. 

El mismo que juró y perjuró que jamás se casaría porque era lo que hacían “los castrados que no saben dónde han dejado las pelotas (lo dijo tal cual)” ha terminado en el altar sonriendo para la foto. Un soplón nos lo confirmó por sms. Eso sí, no se quitó las gafas de sol y cuando en la comida posterior el padrino le preguntó en qué pensaba todo el rato, sonrió y dijo “Por vuestro bien será mejor que me calle…”. Qué encanto de persona. Si hubiera más gente como él Madrid sería como Nueva York, España como Inglaterra y todos nosotros mentalmente más perturbados y por lo tanto más interesantes. Si él ha caído, definitivamente las mujeres son mucho más poderosas y listas de lo que la propia realidad puede reflejar. Y sí, se parece mucho al de la foto. Lo dicho, vivan los machos beta liberados… (juas juas)

viernes, 12 de junio de 2009

FIniquito y corbatas

Se acabó lo que se daba. El Festival vive ya sus dos últimos días y todo lo que podíamos decir ya lo hemos dejado bien clarito. A riesgo de repetirnos, podemos dejar una píldora del año anterior que nos sirve también ahora para resumir: “Sin pedagogía no hay vanguardia”. Es decir, que el pueblo llano no alcanza a comprender la vanguardia si ésta no despliega una labor de información desmesurada. Lo peor de todo es que salvo para mentes sensibles, abiertas y con ganas de aprender, muchas cosas no son entendibles y casi siempre terminan en reacciones tópicas como “¿Y esto se paga con dinero público?”, “A cualquier cosa llaman arte” o una de las más famosas, “Si es que no saben conectar con el público”. Sólo una lección para el futuro: ¡No tocar jamás el patrimonio monumental, ni de refilón! Sea como fuere, pobre Festival, pobre Guy Martini, qué lastima de dinero y energías perdidas. Es un problema sin solución, porque se necesitarán generaciones para que la gente aprenda a apreciar… ¡Vaya!, ¡ya nos estamos repitiendo otra vez! Le Festival est mort, o como narices se diga. Nuevos desafíos se acercan en el horizonte... O no. Por cierto: en Salamanca hay 39º y subiendo; nos vamos a freír huevos en las conchas con corbata...

jueves, 11 de junio de 2009

Perra vida mercenaria


Un periodista como la copa de un pino canadiense, cuyo nombre (famoso) vamos a obviar por su bien, le dijo hace años a un grupo de becarios una de esas grandes verdades que no se cuentan en las Universidades ni en público: "Guardad lealtad sólo a vuestro nombre, a vuestra firma. Somos condottieri que sirven a diferentes señores feudales, y sólo por dinero. Por encima de todo está nuestra independencia y libertad moral. Vuestro nombre es el único tesoro que tenéis, así que todo lo demás, desde las empresas a las personas, son circunstancias susceptibles de ser manipuladas o utilizadas a vuestro servicio". Los becarios, asustados, se palparon la ropa para ver si estaban soñando o no. Diez segundos después el periodista hablaba tranquilamente con sus compañeros sobre la lealtad a la empresa mientras, de reojo, nos miraba y sonreía torvamente al tiempo que enseñaba el colmillo. Actualmente es adjunto a dirección de una cabecera nacional de gran peso, y todavía hoy la anécdota es recordada de vez en cuando. Si supieran quién es, queridos seguidores, parpadearían sin creérselo. 

La cuestión es que la sentencia es cada día que pasa más inteligente y acertada, porque cuando todo va bien somos amigos y nos damos la mano sin censuras, pero cuando vienen mal dadas el compañerismo se resquebraja por pura necesidad de supervivencia o interés. Quizás por eso determinadas actitudes egoístas del biotipo periodístico 'Garrapata' sean tan execrables: en Salamanca hay una forma de vida omnívora que ha dejado con el culo al aire a jefes y compañeros, pero en lugar de ser una buena mercenaria y largarse con los maravedíes en la saca se queda y sigue jodiendo al resto. Moraleja: nada en esta vida es gratuito y se hace sin razón y sin consecuencias, cada acto tiene una reacción negativa acorde con el pecado cometido. "Pedradas" incluidas. 

miércoles, 10 de junio de 2009

Los bárbaros de Salamanca y la Concha Perdida


La 5ª edición del Festival de las Artes no va a pasar a la historia ni por Jan Fabre, ni por los conciertos de la Plaza Mayor ni por nada de lo bueno que ha tenido: será, para siempre, el de los maniquíes y las corbatas rosas que, de un modo u otro, han quedado ligados a un acto de vandalismo o descuido patrimonial. Ya nada importa que el Liceo se llene para ver un espectáculo de danza contemporánea: la concha se lo ha comido todo. Y para siempre. Después del enésimo traspiés no nos extrañaría nada que el bueno de Guy Martini mandara a la mierda a Salamanca y compañía, a la mal organizada Fundación Siglo y a la laxa Junta de Castilla y León, que ya parece un cortijo andaluz por la cadena de tópicos que la alimentan. Es muy triste que un Festival sea la mayor prueba de la barbarie humana: da igual que hayan sido españoles o extranjeros, de izquierdas o de derechas, la cuestión es que han dañado el patrimonio de todos simplemente por las ganas de ser bárbaro del individuo occidental medio. Mucha civilización, dos milenios de leyes, derecho y moral, y al final un poco de alcohol o de espíritu de grupo nos convierte a todos en leales miembros de la horda de turno que sólo busca la juerga, el beneficio material y ver arder el mundo. 

Todos llevamos un querusco en nuestro interior (búsquenlo en la enciclopedia que no tenemos tiempo ahora...) que colecciona cabezas romanas, así que cuando tenemos oportunidad lo sacamos fuera. Especialmente en una ciudad facciosa como la del Tormes, donde mucha gente ataca con saña irracional el arte de vanguardia por el mero hecho de no entenderlo o considerarlo propio de rojos y "progres". Si supiera esa pequeña ralea de ovejas ignorantes que el 80% de las galerías están en manos de la burguesía conservadora... Si lo que querían los bárbaros era joder al Festival cargándose la concha, al menos visualmente lo han conseguido. ¿Habrá después de esto un VI Festival? En Valladolid ya se frotan las manos, o en León, o en Burgos, o Segovia... Salamanca debería ser ejemplar en el castigo, buscar la verdad y colgar de las almenas (que todavía tiene) a los culpables. La concha de piedra no aparece, y si fue vandalismo que la busquen, y si se cayó por erosión, ¿dónde están los restos que debieron irse al suelo, por qué los esconden? El día 13 de junio se terminará todo el martirio, y las conclusiones son todas malas. Qué pena, as usual, you know...

lunes, 8 de junio de 2009

La concha perdida

Ya tardaba el diablo en menear el rabo. Todos los años pasa algo: cuando no es el ruido es la mala baba, cuando no es una cosa es la otra… Ahora resulta que se han cargado una de las conchas multicentenarias de la Casa de las Conchas de Salamanca. El pecado del Festival de las Artes: encargaron al colectivo de creadores SPS que hicieran algo especial para este año y se les ocurrió poner corbatas rosa a cada una de las conchas, para mezclar elementos masculinos (ergo, la corbata y su estilo fálico) y femeninos (la concha, y sí, aceptamos chistes argentinos). Resultado: dos posibilidades de la desaparición de la concha de piedra de varios kilos. O bien se cayó por el deterioro y en el Festival y SPS han tenido la mala suerte de que haya coincidido, o bien alguien quiso una de las corbatas, jorobar al personal o directamente llevarse la concha a casa. 

Aquí apostamos por estudiantes extranjeros borrachos como cubas recién salidos del Irish Rover que está a unos 15 metros del palacio. Es la explicación más tangible en vista del aspecto de esa zona a partir de medianoche, y da igual que sea martes o sábado. Sea como fuere, lo cierto es que se han cargado una pieza de patrimonio local, regional y nacional que era una joya de piedra a la que todos, nosotros incluidos, le teníamos cariño y aprecio. Los enemigos de la vanguardia, los nacionalistas charros, los paternalistas del patrimonio y las autoridades más reticentes ya tienen gasolina para alimentar la hoguera donde quieren quemar el Festival de las Artes. Luego están los que quieren salvar el color rosa del Festival y hacen lo que sea, incluso mentir, para evitar que liguen destrucción del patrimonio con el evento. Pues la batalla está perdida: ya ha quedado ligado para siempre en la memoria colectiva las corbatas, el rosa, el Festival, SPS y sus ideas a la madrugada loca de algún grupo de Erasmus colgados que quisieron llevarse un recuerdo de Salamanca. Una coña charra: como más de uno sospecha lo mismo que nosotros, ya circula una lista con voluntarias para un comando de asalto que vaya a París, Roma, Berlín, Amsterdam o Londres y se llevan algo, como la cabeza de la estatua de Nelson, uno de los caballos del carro de la puerta de Brandenburgo..., la Gioconda... Lo que sea hasta que devuelvan la concha. 

viernes, 5 de junio de 2009

V Festival: primera conclusión

Después de varios días de Festival de las Artes ya podemos empezar a sacar conclusiones. Lo haremos escalonadamente, como Operación Salida en verano. La primera es que visto lo visto lo único que les importa en la Fundación Siglo (antifaz cultural de la Junta) es el teatro de sala. El resto es poco más que el adorno de la tarta, como si fuera la guarnición acostumbrada, modosita y discreta, del pavo asada y relleno de vanguardia que han vendido. Es un desprecio al resto de artes, desde la música al teatro de calle, o el resto de programas culturales paralelos que no hacen más que estorbar y distraer. La primera semana y pico da para otra idea: que todo lo que se haga en la calle es mucho más popular, exitoso y universal que lo que se hace en sala o en lugares como la Casa de las Conchas. 'El camino articulado' en la plaza San Benito fue un triunfo de SPS respecto al resto de grupos teatrales y de artistas, con el centro de la ciudad plagado de gente mecida con la música.

Conclusión: si tanto interés tienen en el teatro de sala, que se gasten TODO el dinero en eso y suelten lastre. Así, monográficamente, conseguirán un mayor impacto mediático y que la atención de la gente focalice bien. Repetimos un mantra que ya hemos citado más de una vez: la concentración de energías en una cosa que marque la diferencia tiene más éxito asegurado que expandirse como una ameba. O como mucho, menos Conchas Silenciosas, Cum Sonic o After Sonic y más conciertos en la Plaza Mayor. Si falta dinero, pues que lo usen más racionalmente.


jueves, 4 de junio de 2009

Periodistas: Los hijos de Caín

El periodismo está lleno de vampiros, como el Tour de Francia, gente que persigue a otros para sacarle la sangre. A fin de cuentas los contratos laborales son intercambios comerciales libres, así que quien esté a disgusto ya sabe dónde está la puerta. El que crea otra cosa es que es un ingenuo. Sin embargo el peor de los pecados nace cuando son los propios miembros del gremio, otros compañeros, los que vampirizan. Hemos dejado pasar cierto tiempo antes de decir esto, pensando que quizás era algo espontáneo, producto de la admiración o directamente de la holgazanería, pero vemos que no es así y algunos de nosotros ya llevan la marca de los colmillos en el cuello. Muchas emisoras de radio y muchas voces conocidas de la radio en esta ciudad no hacen bien su trabajo; son, por cierto, casi todas masculinas, lo cual debería hacer pensar a más de uno que quizás los ovarios sean más inteligentes (y honrados) que el mamoneo masculino de siempre (y ya sabéis, queridos lectores, de que emisora hablamos), porque es mucho más fácil leer, literalmente, los reportajes ajenos olvidándose discretamente de citar el medio y la firma de quien los ha escrito. Lo bueno del papel es que como queda registro físico siempre se puede saber la autoría y la fecha. Pero en la radio, donde la voz es como una onda que se pierde para siempre, es mucho más sencillo piratear la señal mental ajena y luego olvidarse de lo demás. El egoísmo y la falta de moral son algo con lo que hay que convivir, pero nada en esta vida es gratuito: cada acción y cada decisión tiene consecuencias, e igual en el futuro se pasa la “factura del carnicero” a esas voces que vampirizan a los plumillas que se buscan la vida como pueden. Aviso para navegantes: sabemos quién copia a quién, y la vida da muchas vueltas. Salud, camaradas del gremio más cainita del mundo. 



miércoles, 3 de junio de 2009

Jan Fabre pierde las formas y el fondo

¿Qué tiene el teatro contemporáneo que para provocar necesita bajarse los pantalones, masturbarse, jugar con los genitales y berrear contra todo lo que se mueve? Algo pasó, igual que en el caso del arte contemporáneo; la senda se perdió en la inmersión escénica en discursos cada vez más complejos, abstractos, que intentaban (igual que la pintura) romper esquemas y formatos. El trabajo de tirar piedras contra los escaparates de siempre terminó con el teatro hecho añicos. ‘Orgy of tolerance’, de Jan Fabre, estrenada en Salamanca durante el Festival de las Artes, es un ejemplo de cómo las formas superan al fondo. Un buen fondo, todo sea dicho, pero empañado como un ojo con cataratas con el exceso de juego sexual y político. 

Todos los tópicos imaginables sobre el racismo, el capitalismo, la religión o lo socialmente aceptable caben en la hora y tres cuartos de la obra, que arranca con diez minutos de competición entre cuatro actores para ver quién se masturba más veces en el menor tiempo posible. Y nadie se levantó para irse. Había un humor muy inglés en toda la obra, aunque las transiciones eran largas, tediosas y en ocasiones de dudoso gusto: el mal gusto como elemento teatral ya está más que visto, y habría que pensar en algo mejor para conectar con el personal. Dicho esto, queda la sensación de un 5 raspado, de un sí pero no, de cierto tipo de decepción, porque no hay nada más subversivo y revolucionario que una palabra, un discurso, un monólogo o una frase lapidaria bien dicha. Nada hay más vanguardista que palabras bien engarzadas entre sí, cuando el diálogo desnudo con el público convierte el mensaje en una bala de plata. Todo lo demás distrae, es superfluo y demuestra cierta falta de argumentos. Que el fondo no se pierda entre tanto alarido, masturbación y provocaciones. En esa caso, Jan Fabre falló el pasado lunes. Buen intento, bonito envoltorio rompedor, pero nada más. 

Pd: Cierta redactora de cierto periódico, al comentar la obra, entre la ignorancia supina y la superioridad infundada (especialmente dadas sus lagunas) dijo eso de "¿Es que a cualquier cosa llaman arte?". Especialmente hiriente el comentario cuando lo hace alguien que considera que el techno levantino es lo más grande de la historia de la música y su ilusión es trabajar de gogó. Qué pena de guillotina, de verdad... Ánimo Jan, no te dejes comer por las hormigas...

martes, 2 de junio de 2009

Y la GM se fue al garete...

Estado de shock postraumático: situación de una víctima de un suceso de gran impacto psicológico que deja como resultado un estado de nerviosismo y alteración a todos los niveles, siempre negativamente. Algo así deben tener los neoliberales al ver caer de rodillas a General Motors. También estamos nosotros en medio de ese estado al ver caer al símbolo industrial occidental por definición, la mayor empresa (al viejo estilo) del mundo, el icono capitalista americano, la empresa más americana imaginable junto con Coca-Cola y McDonald's. Pues resulta que para evitar su hundimiento total al estilo Berlín 1945 el gobierno americano ha decidido nacionalizarla por la puerta de atrás, por la suspensión de pagos. Así salva cientos de miles de puestos de trabajo, cuartea la multinacional y la reduce de tamaño para hacerla más competitiva. Eso sí, a costa de cerrar factorías y echar a la calle a unas 10.000 personas que van a acordarse, y mucho, de la familia de Obama y de los ejecutivos de GM. Esos que preconizaban el gran mercado libre, que no querían oler al estado ni por el forro y que ahora se bajan los pantalones para evitar el desastre. Lo más cachondo: Chrysler está igual, y resulta que ha sido la renacida Fiat la que ha ido al rescate del amigo americano. El capitalismo yankee hace aguas por todos lados. Razones: nada de control, malas previsiones, holgazanería, demasiado lujo, demasiada poca visión de futuro y pocas ganas de cambiar un modelo productivo que era lo máximo en los 50 y 60 pero que hoy ya no tiene sentido. Es triste pedir pero más triste es robar, habrán pensado en la GM. Moraleja: cada vez que oiga, a partir de ahora, eso de que el Mercado libre se autoregula y no hace falta el Estado, métale el dedo en el ojo al sujeto en cuestión y pregúntele cuántos puestos de trabajo y empresas le van a costar al mundo su ingenuidad. No aprenden: cuanto más extremista se es, más posibilidades hay de hundirse. Necios, ¿veis lo que pasa por no ser previsores?, ¡ahora la GM está del revés, como en la foto!

lunes, 1 de junio de 2009

El Gotcha! de Martini

Gotcha!, como dicen los americanos. Algo así como "te pillé". 11.35 de la mañana y uno de nuestros hombres en la sombra se pasa por El Alcaraván de la calle Compañía para un café rápido. Justo al lado, en la Casa de las Conchas acaba de terminar una de las ruedas de prensa del Festival de las Artes; mientras le da el primer sorbo a un cargado café aparece el color plateado y la voz cavernosa de Guy Martini; de fondo, dos voces femeninas. Los dos se miran un instante, Martini parece reconocerle y nuestro hombre en La Habana (que diría Graham Greene, juas juas) sonríe levemente. El francés da la espalda y las dos chicas se interesan por el tipo que él ha mirado de reojo un par de veces. Martini no es muy dado a saludar a la prensa, si acaso algún que otro, casi por interés. Nuestro fisgón particular pasa olímpicamente de él. Va a lo suyo, a la prensa nacional y al café, convertido ya en un tótem mañanero sin el que es un despojo humano.

Eso sí, pega el oído a las modulaciones de voz de las dos chicas, que le explican cómo funciona el Campeonato de Beatbox que habrá ese fin de semana dentro del Festival. Porque él no lo sabe. Una de las chicas parece francesa (pelo castaño, rasgos lineales, delgada, casi anoréxica, sonrisa maliciosa) pero habla con acento madrileño, y la otra, una modernilla de gafas de pasta de color rojo y sonrisa bobalicona, termina por irse. Se quedan los dos. Martini se acerca un poco más, cuchichean, fuman con ese vahído de manos que tenía la Garbo, a la que parecía que se le iba a caer el cigarrillo en cualquier momento. Nuestro hombre termina, paga y se va. Busca una mirada quizás para decir hola y adiós furtivamente, pero Martini le evita y es la chica la que mira sonriente, como para memorizar el rostro. Pero el cuervo está librando y no tiene ganas de socializarse aunque sea por trabajo. No está el horno para bollos, y Martini más de una vez ha mirado para otro lado al cruzarse con determinadas personas que le han metido el dedo en el ojo. 

Ciao, clase media, fue bonito mientras duró

En un reportaje titulado ‘Adiós, clase media, adiós’, del diario ‘El País’, el periodista Ramón Muñoz arranca así: “Ridiculizada por poetas y libertinos; idolatrada por moralistas; destinataria de los discursos de políticos, papas, popes y cuantos se suben alguna vez a un púlpito en busca de votantes o de adeptos; adulada por anunciantes; recelosa de heterodoxias y huidiza de revoluciones; pilar de familias y comunidades; principal sustento de las Haciendas públicas y garante del Estado de bienestar. La clase media es el verdadero rostro de la sociedad occidental”. Ante este párrafo sólo podemos decir una cosa: que pocas veces en tan pocas líneas se ha podido resumir mejor qué es esa ameba social llamada clase media que según Matt Groening, en ‘Los Simpson’, se puede dividir todavía en otras ocho subclases. Homer sería de la “clase media-baja-medio-alta-baja”. Cachondeo aparte, lo que sí que es cierto es que la economía que sustenta a libertinos, poetas, moralistas, políticos, publicistas, popes, papas, revolucionarios, reaccionarios, familias e inspectores de hacienda depende directamente de esa clase media que algún descerebrado marxista llamaba “clase mediocre”. Como solemos decir por aquí: “Bienaventurados aquellos que sean coherentes, y no como otros, que son ateos en la bonanza y fieles creyentes en la desgracia”. Los más débiles son los que pagan el pato de la comida de la crisis, y la clase media resiste como un espartano, ¿pero por cuánto tiempo?

Muñoz se despacha luego con estas frases estilo Nostradamus que nos hacen vibrar: “La nueva clase dominante que la sustituya bien pudieran ser los pujantes mileuristas, los que ganan mil euros al mes. Tal y como sucedió cuando los mamíferos sustituyeron a sus gigantes antecesores, los mileuristas tienen una mayor capacidad de adaptación a circunstancias difíciles. También se adaptan los pobres, pero no dejan de ser excluidos, mientras que los mileuristas son integradores de la masa social. Por eso se están extendiendo por todas las sociedades desarrolladas”. Madre mía, queremos tus manos, Ramón, las deseamos, como Gollum el maldito anillo de marras.