domingo, 27 de noviembre de 2011

Huir de los trolls


Troll: persona que utiliza internet, y más concretamente la zona de comentarios a los post de blogs y redes sociales, para volcar toda su negatividad, extremismo y mala baba personal amparándose en el anonimato. Comentarios anónimos, pero también con nombre y apellidos. Basta mirar las noticias de las secciones de política y economía de los principales periódicos digitales para darse cuenta de hasta qué punto el español medio es un energúmeno consumado. Quizás toda esa furia la coartan en su vida diaria: se ahorran pegarle a la esposa/marido, a los hijos/hijas, a su familia en general, pero dirigen hacia el gobierno, la oposición y todo lo que se mueva esa ira apenas controlable. Son uno de los mayores problemas en la red, capaces de mentir descaradamente y de saturar al bloguero o medio de comunicación de turno. Utilizan, además, sus particulares nichos personales en las redes sociales, para meterse en conversaciones ajenas y exhibir al mundo qué es lo que piensa, cuáles son sus enemigos personales y lo que dice de ellos. No hay mesura, ni consideración, y atacan todo lo que se mueva.

Y lo que vale en el terreno personal también vale en el de la difusión y divulgación cultural, donde bajo el disfraz de libre opinión crítica se suele disfrazar un energúmeno que no respeta carreras artísticas, ni géneros ni públicos. Un ejemplo: un indie moderno (modernillo, se entiende) que ve pasar a un heavy de manual y dice eso de "que asco, es que no sé por qué no se desaparecen ya". Y todo acompañado por una cara de desprecio muy parecida a la que tenían los oficiales de las SA por las calles de Berlín en 1934. El mismo punto de intolerancia se repite en cada tribu, cada grupo, cada ideología... ¿y qué mejor símbolo de la fealdad social, de la mala baba, del odio encarnado y vomitado (mezcla de envidia, celos y frustración personal) que un troll? Y encima, acosadores en Twitter y Facebook. Receta: bloqueo, anulación de los comentarios ofensivos, ignorarles, encerrarles en su propia burbuja de sangre contaminada. También vale para la cultura: hay que seguir creando y obviarles.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Vampiros que muerden en la red


La saga 'Crepúsculo' sigue barriendo la taquilla. Cine de masas, de palomitas, de fans... de fans muy dados a ser peligrosos. La red se está llenando de comentarios de críticos y de otros gustos en los que se pone en duda la calidad de la saga. Para ser películas para el gran público adolescente, la verdad es que no son de tan mala calidad. Se dejan ver, y tienen a su espalda toda una serie de guiños hacia el goticismo literario, al cómic de género y a las propias novelas.


Es lo que alguien con menos ínfulas de crítico cinematográfico llenaría de calificativos como "ñoña", "apocada", "conservadora", "típicamente adolescente" o "previsible". Pero, a pesar de todo, no es de mala calidad. Es "profesional", y llena el vacío de lo que podría ser una gran mierda. Sin embargo, los fans se han rebelado, y empieza a crecer otra vez una ola de indignación contra las supuestas "élites" que prefieren ese otro cine más intelectual. Lo dijimos antes y repetimos: los sitios de comentarios a las noticias y los blogs en internet son el mejor escondrijo para los trolls, esos seres tan majos que sólo vierten su negatividad en los demás. Ante todo hay que meterse con los demás, y cargar contra todo aquel que pongan en duda la calidad de aquello que nos encanta.

Pero convertir el vampirismo, con toda su tradición literaria y cinematográfica, y ya casi en todas las artes, en un festival de mohines adolescentes que desvirtúa por completo el género y sólo son, en el fondo, otra película para ese público y para otros que todavía conservan parte de esa inocencia teen, pues hay un abismo. Es una buena saga, pero se nota mucho para quién está construida. Esa batalla entre las élites y el "común", que no es tan mayoritario, es muy típica. Dudamos mucho que 'Crepúsculo' sea para las masas, como mucho para una parte de ella. Pero la tolerancia y el respeto a la sana crítica es poco menos que inexistente hoy en día. Es de suponer el efecto contrario: masas de fans criticando un ciclo sobre Roman Polanski, por ejemplo, por ser cine difícil de entender, aburrido o cultureta. Resumiendo: hay puñetazos en los morros para todos, así que será cuestión de tener más tolerancia y canalizar la ira cotidiana en otro sitio que no sean los comentarios en la red.


domingo, 20 de noviembre de 2011

La máquina del tiempo


Por nuestro bien, que esto sea sólo una chorrada más por falta de cafeína en vena y que los que vienen sepan lo que hacen, aunque lo dudamos.

Año 2017. Patxi López es aclamado como nuevo presidente del gobierno, el sexto desde que empezara el ciclo de caos aquel lejano ya 20 de noviembre de 2o11. Lo aclaman a él y a su nuevo vicepresidente, Antonio Basagoiti, con el que ha formado el nuevo gobierno de coalición, el primero en los casi 40 años de democracia española. Lo han hecho con el 68% de los votos, por cierto. Les aclaman todos de pie en la sede de la Asamblea de Madrid porque, desde 2014, el Congreso de los Diputados y el Senado son ruinas humeantes, un montón de escombros. En la Carrera de San Jerónimo sólo quedaron en pie, chamuscados, los leones.


Durante el discurso, Patxi López hace mención a todo lo que empezó con aquel noviembre aciago, cuando Mariano Rajoy se convirtió en presidente con mayoría absoluta. Luego empezó el caos. En diciembre el paro llegó a los 5,3 millones, y para el día de Navidad declararon la quiebra Bankia y casi todas las cajas fusionadas durante los dos años anteriores. España entró en quiebra técnica también el 2 de enero de 2012, cuando Bruselas obligó a Rajoy a solicitar el rescate financiero. El hundimiento de España arrastró a Bélgica, a Italia y terminó de rematar a Portugal y Grecia. En los primeros seis meses del año hubo dos huelgas generales y varias huelgas sectoriales salvajes, como la de médicos en Madrid, Andalucía y varias comunidades más. Cataluña se declaró en bancarrota en julio y las manifestaciones, hasta entonces más o menos pacíficas, se volvieron muy violentas, especialmente en Sevilla, Málaga, Valencia, Madrid y Barcelona.


En Madrid el movimiento del 15-M se dividió entre los pacifistas y los que hicieron el primer amago de quema del Congreso en agosto. La presión financiera obligó a Rajoy a congelar y rebajar en un 40% las pensiones, incluso con efecto retroactivo, a paralizar el pago del subsidio de desempleo y a anular las inyecciones de dinero en sanidad y educación. En septiembre, tras terminar la temporada alta turística, España alcanzó los 7 millones de parados. Iberia hizo concurso de acreedores, y poco después, Telefónica empezó a sacar de España sus activos y los centros de operaciones hacia Perú, Chile y Argentina. En noviembre de 2012 Alemania entró en recesión aguda y Gran Bretaña tuvo que pedir ayuda a Estados Unidos y China para evitar quedarse sin fondos. Rajoy convocó elecciones para diciembre y las perdió, pero tampoco ganó ningún partido, así que se formaron tres coaliciones en apenas dos años: primero con Feijoo de presidente, luego Carme Chacón, que huyó corriendo del Congreso mientras ardía, y finalmente el incombustible Gallardón, que llegó al poder en 2014, con el paro en los 8 millones y pico, una deuda inconmensurable y el Santander y el BBVA también en quiebra. Los sindicatos convocan una huelga general indefinida que duró dos meses.

En 2015 Bruselas interviene en el gobierno español, lo disuelve y obliga al renovado parlamento a aceptar un gobierno técnico liderado por un anciano Javier Solana, rescatado por París y Berlín para evitar el desplome total. El nuevo poder reforma hasta la constitución, cambia todo el sistema educativo, laboral y fiscal, reforma la justicia en tiempo récord y limpia de deuda a las autonomías anulando muchas de ellas, que son absorbidas por la nueva Comunidad Central gobernada desde Madrid. Finalmente, a principios de 2017, y con el nuevo embajador único y plenipotenciario franco-alemán sin perder detalle, se convocan elecciones con el nuevo Partido Socialdemócrata Español y el refundado Partido Liberal con los restos del PP, que forman una mayoría suficiente.

¿Os ha gustado? Pues poned los pies en el suelo, que nunca se sabe...

martes, 15 de noviembre de 2011

Disney tenía razón

Una simple pregunta: ¿cómo se puede inocular el virus del gusto por el arte en un niño, que normalmente tiene la capacidad de concentración muy dispersa por su edad y cuya sociedad le empuja a enorgullecerse de su ignorancia? Sencillo: el cine.

Es obvio que nuestra cultura entró hace mucho en una fase muy infantil, parecida a la que ya se vivió durante la Edad Media: la imagen es la que manda, y el campo visual es lo que marca las reglas. A esa vertiente general se han adaptado todas las artes, y es una de las razones por las que nunca antes se había hecho tanto cine en el mundo, ni el cómic había tenido tanta fuerza. Por supuesto la gente sigue leyendo, pero los que viven de la palabra y la abstracción son cada vez más una élite que una masa.

Hay que encontrar alguna manera de que en lugar de sacar a 10 de cada 100 de la normalidad, se pueda sacar al menos a la mitad, o cuando menos, a una mayoría, de ese sopor que les empuja al reaggeton, la música latina enlatada y el pop anglosajón que no vale ni el pedo de una mosca en las selvas de Tailandia. Pues resulta que era obvio: con más imágenes. Y a ser posibles con animación, desde niños, cuando sus mentes son blandas y maleables.


Resulta que en 1940 Walt Disney dio con la tecla e hizo 'Fantasía'. Fue un desastre económico, pero se convirtió en película de culto que con los años no hizo sino aumentar su mito y su grandeza. Es más, históricamente es una de las razones, y está comprobado, por la que muchos niños en EEUU se interesaron por la música. Cultura y educación como un arma de resistencia partisana contra la estupidez de una sociedad más interesada en lo material y en la vida y el dinero fácil que en acumular conocimiento y formación que les saque de la pobreza o de la mediocridad (intelectual y material).


jueves, 10 de noviembre de 2011

Número 22 de El Corso

Ya está el número 22 de nuestra revista (enlace directo). También podéis pinchar en la columna de la derecha.

Este mes en la Revista El Corso, el tema de portada es para fans: de la vía del subgénero zombi. A punto de estrenarse en abierto la segunda temporada de ‘The Walking Dead’ abordamos su origen, la saga de cómics de Robert Kirkman, Tony Moore y Charlie Adlard. En el resto de temas: la exposición selecta de Delacroix en Caixa Forum Madrid, la pequeña gran editorial gallega Pulp Books, el trabajo en el campo de la música y de otras artes del Colectivo Piovra (al que volveremos en futuros números), una nueva colaboradora en Ficción (Blanca Haddad), lo mejor que ha salido del últimoFestival de Sitges. En Ciencia y Tecnología, la amenaza real de los pequeños meteoritos y los nuevos modelos de Nokia con el sistema Windows Phone.

Menos dinero para el cine


El cine español es como el pabellón de esquizofrénicos de un hospital: no existe el concepto calma. Con el más que probable nuevo gobierno del PP volvemos de nuevo con el tema de la financiación y de la ley de las televisiones, su polémica relación con el cine y un montón de cosas más. El 5% que debían por ley destinar las cadenas a la producción de cine español está ahora en el alero, con lo que respiran las TV mientras las productoras de cine hiperventilan en medio de un ataque de pánico.

Necesitan ese dinero, y algunos miembros prescindibles del staff del PP, como Pons, le pegan fuego al pabellón diciendo que "debería ser RTVE quien financiara el cine español". Traducción: menos dinero y mucho más selecto, así que adiós a la barra libre de dinero para engrasar una máquina que es más parecido a un juguete de madera con hilos que a un verdadero motor audiovisual. Porque España no tiene industria del cine. Eso serían una media de 60 millones de euros menos al año: una estocada directa al corazón. Echando cuentas, hay que contar primero la aportación de dinero privado (productoras) en el cine, más los 75 millones del Ministerio de Cultura (a través de un fondo nacional), más los 46 millones de TVE. La media de dinero suele ser de unos 200 millones de euros, lo cual es más o menos el coste de una superproducción de principios de siglo en Hollywood. Una. Luego Pons matizó en privado, con los jefazos de los productores, esas palabras. Es decir, que el PP, como todo partido político que se precie, dice lo que quiere oír el que tenga delante, pero nunca lo que piensa de verdad. El tijeretazo ya va avisado, y los productores se mesan los cabellos ante el regocijo de las cadenas de televisión. A TVE, a fin de cuentas, le da igual. Pero todo esto demuestra dos cosas:

1. El cine español no aprovechó cuando había dinero para internacionalizarse y enlazar con ese inmenso público de millones de personas que hay al otro lado del Atlántico, la salida natural ya de la literatura española.

2. La industria del cine es un vagabundo sin miras, no tira del sector privado (porque no existe) y depende del dinero público o auxiliar, no es autosuficiente. Todo cambia para seguir igual. Y cuando vuelva el PSOE o quien sea en lugar del PP, seguirá exactamente igual. Eso es lo triste.


martes, 8 de noviembre de 2011

Adiós intelecto, adiós


Después de ver el debate entre Rubalcaba y Rajoy, quedan claros algunos puntos. Pero por encima de todos, que la verdadera llave de la civilización, el conocimiento y su difusión a través de la educación y la cultura, son poco menos que un aperitivo pasado para los dos partidos mayoritarios. Ya hemos hablado muchas veces de todo esto (este post es más que digno), pero por desgracia cae siempre en saco roto. Desde los primeros filósofos griegos a nuestros días el conocimiento siempre ha sido lo que ha distinguido a una sociedad útil para la humanidad de otra que simplemente existe. La educación es la llave, y ellos sólo han hablado de este tema durante 35 segundos contados, y en dos tandas, no en una sola. Su obsesión: pensiones y empleo. El futuro les importa bien poco. La ciencia, la investigación, el desarrollo de la industria... ni han existido.

El cambio que permita a España ser algo más que el hotel y el geriátrico de Europa. Somos los parias. Nuestra generación, surgida de los años 70, está ya machacada, pero ellos van a conseguir que la siguiente, la de los 80, vaya por el mismo camino. Y la de los 90. España no se merece nada que no sea un claro bofetón de desprecio de las nuevas generaciones. Gente que necesita que cambie el sistema cuanto antes, gente que no es la que jalea a Rajoy en Génova 13, porque esa ya tiene buena parte del futuro resuelto. Pero la realidad se impone a la estupidez ideológica, a esa manía de pasar el peso de la educación al sector privado, como en los buenos tiempos medievales, cuando decían eso de "la educación, para quien se la pague". Es más fácil someter a un pueblo idiota que a otro educado.

Al final la vieja teoría del Estado Ameba va a ser cierto: es más fácil vivir y triunfar en un país pequeño y dinámico, de 5 o 6 millones de habitantes, que uno que ha sido históricamente aplastado por el pensamiento único del catolicismo, que es el gran responsable de que hoy no haya imaginación para buscar nuevos escenarios de futuro en España. Es todo tan terrible que sólo hemos escrito esto por petición de un viejo maestro que ama tanto su trabajo que todavía lo arrastra, que cuando piensa lo hace recordando la Italia del Renacimiento, el siglo XVII de la Revolución Científica, el siglo XVIII de la Ilustración... gente que con el tiempo ya no estará para alertar de hacia dónde vamos. España no cambiará para mejor, seguirá poniendo un parche estúpido tras otro, mientras no evolucione su actitud ante el conocimiento y de manera global.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Pero qué imbéciles sois



La dictadura china ya muestra los tics típicos de cualquier autocracia condenada, a la larga, a ser un fracaso. Mientras el mundo entero se deslumbra por el poder fabril y económico del país, pocos se dan cuenta de lo podrido que está el régimen chino, cómo el capitalismo salvaje acabará por demolerlo, y cómo sigue el camino de España o Grecia en algunos temas, derechitos al gran josconcio económico en la próxima década.

Ai Wei Wei, un artista y disidente chino perseguido por su gobierno, fue condenado por la vía expeditiva hace poco: 1,8 millones de euros de multa por haber ganado dinero a espaldas de la Hacienda del país. Una gran mentira, por cierto, utilizada como arma contra él. El dinero de su trabajo utilizado como excusa para arruinarle y devolverle a la cárcel. Y como por cada tirano imbécil hay un ciudadano silenciosamente valiente, pues los chinos con agallas han demostrado que hay cosas que son universales: tiran billetes en forma de avión de papel dentro de su jardín para ayudarle a pagar la multa. Ya van cerca de 575.000 euros. Sin embargo él ya ha dicho que devolverá el dinero, meticulosamente registrado por escrito. Una cosa más: en China hay una ley por la que no se pueden hacer donaciones sin permiso oficial. Otra estupidez más de un gobierno muy estúpido. Su frase demuestra hasta qué punto están cometiendo errores los comunistas chinos: "Veo el surgimiento de una sociedad civil en China, veo esperanza".

Machacar el intelecto es prioritario para todo tipo de despotismo, desde el evidente al escondido (en nuestra sociedad lo hay, y mucho), porque sólo hay una visión universal del todo, y los que piensan diferentes son peligrosos. Que se lo digan si no a la Iglesia de Roma, que se dedicó durante cuatro siglos a martillear a los clavos que sobresalían sin darse cuenta de que en realidad estaba dando golpes en su ataúd cultural. Por eso es indispensable que la mente y la voluntad humana sean libres, porque sólo así se mejora, siendo diferentes.






sábado, 5 de noviembre de 2011

El desprecio a los géneros


Es impactante pensar que, más allá de su calidad o buen tino argumental, la primera película sobre robótica que se ha hecho en España sea de este año. ¡De este año! Han tenido que pasar más de 60 años para que alguien en la piel de toro, obsesionada con sus guerras, sus cuitas emocionales y ese cine falsamente costumbrista que tanto daño le han hecho a la cultura del país. En España los géneros se los pasan por el arco del triunfo: en literatura, en música, en el cine, en casi todo. Sólo el mundo de las letras parece haber espabilado algo más, pero aquí siguen siendo un puñado de valientes los que hacen ciencia-ficción. La desprecia. Y mientras tanto, en la televisión y el cine los americanos, japoneses, coreanos, británicos, alemanes, incluso los franceses, nos inundan con productos. Isaac Asimov (en la foto), Philip K. Dick, Ray Bradbury o Clarke son sólo la punta del iceberg.

Hay un canal sólo de ciencia-ficción en las plataformas digitales españolas (y con bastante éxito, por cierto), y un rápido sondeo entre el público para saber cuáles son sus películas preferidas suele dar como resultado más de dos o tres títulos de ese género. En la lista de las diez mejores películas aparecen títulos como ‘Blade Runner’, ‘Star Wars’, ‘2001: Odisea del espacio’… a la gente le gusta, y devora un género que es fundacional del siglo XX y que ha dado grandísimos escritores. No es una manía persecutoria nuestra: en España se desprecia todo lo que no sea académicamente bohemio, que se ajuste al decálogo de perfiles, personajes y estilos literarios, surgidos por las zancadillas de la Historia. Es así desde hace siglos, y lo seguirá siendo. Hasta que no apareció Arturo Pérez-Reverte el folletín o la novela de aventuras era un residuo para idiotas, con la levísima excepción de los Episodios Nacionales de Galdós. Ese desprecio congénito es lo que ha evitado que las letras españolas sean más universales, que se desplieguen en muchas más direcciones. Y el sci-fi del que hablan los americanos es todavía un bebé en pañales.

Hay que aplaudir el valor de Kike Maíllo con su película, ‘Eva’, pero las críticas ya empiezan a meter el dedo en el ojo de este pionero, justo el mismo año en el que Eduardo Chapero Jackson se estrena con una de las primeras obras ciberpunk también del cine español, ‘Verbo’. Aplaudimos, porque se lo merecen, y es un recordatorio de que la guía de la cultura en España lleva demasiadas generaciones en manos de pueblerinos que viven subidos sobre el botijo y la boina, creyéndose que su tierra es el mejor reflejo de lo que literaria y cinematográficamente pueden darle al mundo. Mentes pequeñas, obras pequeñas.



miércoles, 2 de noviembre de 2011

Hemos vuelto



Hola: El Corso ya está listo de nuevo al 100% en la dirección de siempre (www.elcorso.es) y muuucha más potencia que antes. Gracias por esperar y recordad que el blog de opinión seguirá siendo este Corso Expresso, que se actualizará semanalmente de ahora en adelante.


martes, 1 de noviembre de 2011

'Habemus Papam' - Nanni Moretti


Nanni Moretti toca el tema del Papado, pero apenas le hace un rasguño. Medias tintas para una película muy peculiar, la del miedo: el del nuevo pontífice. El veterano y ácido director italiano, cuyo guión firma junto con Francesco Piccolo y Federica Pontremoli, aborda el lado más humano del nuevo primer vicario de Cristo, con todo el peso de la responsabilidad que eso conlleva. Actores: Michel Piccoli, Nanni Moretti, que interpreta al psicoanalista que debe ayudar al nuevo Papa.

SINOPSIS: En “Habemus Papam”, el recién elegido pontífice sufre un ataque de pánico justo antes de aparecer en el balcón de San Pedro en el Vaticano para saludar a los fieles, que han esperado pacientemente la decisión del cónclave. Sus consejeros, incapaces de convencerle de que es el hombre adecuado para el trabajo, buscan la ayuda de un reconocido psicoanalista (y ateo). Sin embargo, el miedo a la responsabilidad que ha recaído sobre él es algo a lo que debe enfrentarse solo.


Fecha de Björk para España

Björk ya tiene su primera fecha para España y el nuevo disco-ensayo-película-libro, ‘Biophilia’: el 22 de junio de 2012 en la Cidade da Cultura de Galicia. Será la primera vez de este inmenso y caro proyecto diseñado por Peter Eisenman en el campo de los grandes conciertos.

‘Biophilia’ es quizás el trabajo más ambicioso de Björk. En su octavo disco, la artista desarrolla una temática global en la que fusiona distintos campos como la ciencia, la ecología, las nuevas tecnologías, con instrumentos hechos a medida. La fecha para la venta de entradas se anunciará próximamente según ha explicado la organización del evento.