domingo, 31 de mayo de 2009

No os entienden, Martini

La falta de entendimiento entre creadores artísticos y el resto de los mortales (dotados de un sentido común basado en el gusto personal, hecho de mil hastíos) tiene tintes trágicos cuando un espectáculo busca conectar con la gente. Se produce ese vacío embarazoso en el que ni el periodista sabe qué decir, ni el artista comprende por qué nadie le dice nada, y donde el público se queda pensativo sobre si le gusta, no le gusta o directamente no sabe qué puñetas hacer. El último artículo de Gervaise de la Rochelle en el ‘Daily Telegraph’ data de 1976, del suplemento literario y teatral. Al final del mismo dejó un extracto que habla de su forma de ver las cosas: “No importa lo bueno que seas en algo, las maravillosas ideas que tengas, los increíbles libros que escribas, los grandes diálogos que imagines; nada puede todo tu talento, tu genio, tu inteligencia y sensibilidad. Puedes hacer una obra de arte que haga llorar y emocionarse a millones de personas, pero sólo basta un idiota con mando en plaza, un cargo, y todo lo bueno que puede hacer un ser humano queda en el cubo de la basura con la frase ‘No sé, esto no me convence, mejor de esta forma’. El artista insiste, e insiste, pero la falta de miras y la tozudez de determinados sujetos van cogidas de la mano. A partir de ahí la inteligencia queda sepultada en mares de gris plomo”. 

Estas frases (y ese vacío brutal del que hablábamos al principio) se podrían aplicar en parte a los creadores contemporáneos como los que pululan estos días por el Festival de las Artes en Salamanca: grandes ideas que en sus cabezas y en un nivel superior de cultura son estupendas, pero que fracasan al enfrentarse con una sociedad con un nivel cultural que ni por asomo les alcanza (gracias a los dioses) y dotada de un sentido común muy práctico. Esto es: “No lo entiendo, pues no me gusta”. Cada día sentimos más compasión de Guy Martini, de los programadores culturales y de “Inteligencia” en general. La cadena falla justo por el eslabón más débil, el que une el mensaje con el receptor. El gran problema del Festival de las Artes, trágicamente, no tiene solución, porque se tardarían décadas, generaciones, en cambiar las cosas: amueblar la mente de los salmantinos con una refinada cultura que entienda como algo más que un espectador en blanco. Triste, pero real.

sábado, 30 de mayo de 2009

Envidia malsana de Barcelona

Cómo envidamos Barcelona en estos momentos. No por las glorias deportivas (GRRRR) sino por el cada vez mayor Salón del Cómic. Envidia malsana de ver cómo Batman cumple 70 años como creación heróica y gótica del cómic y lo celebra allí con un número especial; celos al leer las entrevistas de Mike Mignolla, padre de Hellboy, en las salas del Salón; miseria moral cuando sabemos que lo mejor del noveno arte se pasea libremente por Barcelona, libres del movimiento de masas de fans que tienen en Estados Unidos, mezclándose entre sus acólitos españoles, franceses, italianos y alemanes que pierden el honor y el culo detrás de ellos. Pero sobre todo tristeza porque somos conscientes, como publicamos tiempo atrás, que Salamanca es una de las mayores canteras de ilustradores de España, que por su facultad de Bellas Artes ha pasado lo mejorcito de la región y del norte de España, y que hay una fuerte minoría de consumidores de cómic de todas las edades y condiciones sociales posibles que son fieles, con crisis incluida. 

No es de recibo que no haya un Salón de Cómic en Salamanca, pero entendemos que todo no va a ser, salvo porque organizarlo sería tremendamente sencillo (lo haría todo el grupo que trabaja alrededor de la librería Shogun) y relativamente barato. Sería la típica historia que debería recaer en la iniciativa privada, especialmente de las librerías y las editoriales con olfato: recuerden que en Salamanca hay dos universidades repletas de potenciales compradores y fans. Basta un paseo de fin de semana por la ciudad y fijarse en las camisetas de cualquier persona menor de 30 años para darse cuenta (aunque luego, en la librería Shogun, nuestra gente haya pillado a más de un cuarentón trajeado comprando series enteras de Thor, Batman o Tintín). Piénsenlo. Mientras tanto, vayan hoy al concierto de Cycle: ¡¡Viva el pop electrónico de gafapastas!!! (risas enlatadas). 


viernes, 29 de mayo de 2009

Festivaleando con un Martini en la mano

Guy Martini tiene algo que no deja de fascinarnos. Su rostro enjuto, la melena totalmente blanca, las cejas pobladas de un negro sospechoso, la voz profunda, la ropa oscura, las botas camperas…, la forma de andar, como si acabara de salir de alguna calle de Marsella en busca del tipo que le ha robado la cartera. Es un hombre con una capacidad de confundir al personal fuera de toda duda: cuando mira no sabes, como decía una periodista, si te seduce o te odia. Cada año parece hablar peor el castellano y tiene fama de cultivar las ojeras mañaneras a medida que se consumen días de Festival. Pero sobre todo siempre parece desubicado de Salamanca, y mucho más con la prensa local alrededor. Es como un pulpo gigante en un garaje de El Corte Inglés. Los medios aquí tienen mucha retranca, muchos intereses creados, demasiado servilismo y ganas de soltar mala baba contra alguien. Y si es de fuera, mejor. En este blog nos metimos mucho con él, pero nuestras críticas eran justificadas: sin pedagogía no hay vanguardia, tiene usted que tirar de los universitarios para triunfar y de alguna manera, aligerar de peso superfluo la programación del Festival de las Artes. No nos hacen caso, pero eso no significa que Martini no merezca el beneficio de la duda, un respeto y ciertas dosis de ironía. Es algo injusto usarle de diana humana cuando él ha sido el que ha luchado para evitar que se cargaran este año a Domingo Sánchez Blanco, o que SPS pudiera tirar para delante con sus propuestas.Y más cuando intentó irse y "no le dejaron". Le juzgaremos a él y al Festival que dirige al final de estos 16 días. Eso sí, como la vuelvan a pifiar, y tienen muchas papeletas viendo la programación, desempolvaremos el látigo de siete colas con punta de acero afilado, porque con el dinero público no se juega, señores.  


jueves, 28 de mayo de 2009

Antes de la tormenta de volutas de humo

En la película de Luc Besson 'El Profesional' el actor Gary Oldman, que interpreta al malo de la película, se parodia a sí mismo con la frase "Me encantan los momentos de quietud previos a la tormenta...". Es la misma frase que representó cuando hizo de Beethoven en una película anterior. Esos son los instantes que se viven ahora mismo: en el horizonte ya se marca la furia de una tormenta reducida pero que sigue siendo un maratón absurdo para demostrar que se puede vender cultura. Lamentablemente siguen haciéndolo mal. Sé diferente y llegarás lejos; ofrece poco bueno y te desearán todavía más. ¿De qué sirven 140 grupos con 300 representaciones si no da tiempo material para ir ni a la mitad? Con como grandes volutas de humo, como una espiral de denso aire cargado, grisáceo, plateado, que se expande hacia el infinito para llegar a ser nada. Es como lo de los éxitos deportivos: no importa lo alto que vueles y asciendas, porque en breve no tendrás sustentación bajo las alas y te dará la Mayor Castaña Jamás Contada, parafraseando a los Monty Python. Por cierto, todo esto nos hace recordar un mensaje rencoroso que pululaba anoche por los móviles de la sufrida pero sólida hinchada vikinga: "Oye tío, ¿sabes que hay 164.000 personas en España que no conocen a su padre?". "No fastidies", dice el otro. "Sí, y son todos socios del Barça". 

Pd: No podíamos reprimirnos, perdónanos, Señor, porque no sabemos lo que hacemos...

miércoles, 27 de mayo de 2009

Último consejo antes del Festival

Antes de la tormenta, la calma y un consejo: hay dos formas de ser en el mundo: el pusilánime y el gladiador. El primero se conforma, se adapta y deja pasar las ofensas y los desprecios, es, a fin de cuentas, un esclavo; el segundo sueña, no deja de moverse y rechina los dientes cuando le ofenden: se controla, pero siente la ira. El pusilánime parece sedado frente al mundo; el gladiador quiere conocerlo. El pusilánime no tolera que nada ni nadie le aparte de su gran meta, la nómina, porque todo lo demás son circunstancias; el gladiador ve mucho más allá de lo obvio, o por lo menos quiere creer que la vida es algo más que cumplir un horario, refugiarse en la cueva y reducir su existencia a días sencillos, cortos y sin complicaciones. El primero no deja de ir en retirada, cada vez más cerca de la cima de la colina, detrás de murallas progresivamente más altas. El gladiador se yergue porque sabe que vivir también es resistir y sufrir, que el corazón late, que llevamos sangre en las venas y que si duele es que estás vivo. El pusilánime busca la comodidad, el gladiador busca la felicidad. El pusilánime no ve más allá de lo comprensible, mientras que el gladiador tiene un pie en el aire y otro en la tierra. 

Los espartanos decían que una vida sin sueños ni gloria no era más que una muerte invisible; soñar nos hace mejores, intentar superarnos y picarnos con nuestros errores nos hace ser un poco más elaborados. Vivir sin retos, sin desafíos, sin concebir un día más como un escalón de una larga escalera, un paso más de un largo viaje, todo eso nos convierte en pusilánimes. Pensar que el mundo es ancho, libre y grande y aceptar que a veces las cosas pueden ir mal es lo que nos hace ser humanos y volver una y otra vez a levantarnos. No contamos esto por nada, sino porque el número de pusilánimes ha crecido mucho en los últimos tiempos, y eso nos aterra: ya nadie aporta ideas, nadie quiere hacer las cosas mejor, simplemente se rinden y las hacen, mal y rápido. Por cada individuo que se rinde ante la vida y la parasita hay una cabeza menos para hacer mejor el mundo. Son tiempos de crisis, son malos tiempos para la lírica, despreciada por los realistas, sepultada por los fatalistas. Y aún así, muchos no dejan de soñar ni de creer en que podemos ser mejores y superarnos, todos los gladiadores hombro con hombro. No se nos venga abajo, querida. 


lunes, 25 de mayo de 2009

El "imprescindible"


Momento ácido para el recuerdo. ¿Conocen a un tipo llamado Juan Cruz? Es uno de los altos cargos del Grupo Prisa, una de las vacas sagradas del orbe de 'El País' que le cortan el paso a los más jóvenes y capaces. El caso es que hace unos ocho años mantuvo dos reuniones diferentes con dos aspirantes a ser como él, o cuando menos a sobrevivir, a los que llamaremos A y B. Ambos, después de mover muchos hilos familiares y de amistad, consiguieron verle en su despacho para que les echara un cabo después de varios meses en el paro (en el caso de A, un año). El resultado fue un largo monólogo de media hora sobre la necesidad de hacerse imprescindible. El despacho de Cruz en Gran Vía (32) de Madrid, sede del grupo, tenía unos ventanales enormes a la parte más elegante de la ciudad. Vivía rodeado de fotos suyas (hasta 23 contó A) con grandes personajes, y el despacho era una capilla barroca a su mayor gloria. De la ayuda, ni una brizna; no hubo compasión ni favores, sólo un sermón que no sirvió de nada y que valía para cubrir el expediente. B dejó el periodismo al año siguiente, fundó una librería y se dedica a vender por internet. Se ha casado, tiene un hijo y todos los fines de semana hace un viaje. A siguió en el oficio, dio tumbos, apretó los dientes y cuando tuvo una oportunidad la cogió al vuelo. Todo lo que tiene se lo ha currado, y así le va al pobre. Cada vez que B divisa un artículo de Juan Cruz se parte de risa y le pinta un bigote a la foto; cada vez que lo hace A, pasa la página deseoso de recordarle algún día cómo él mendigó ayuda y la consiguió en la familia de A sin nada a cambio.
Moraleja: nadie es imprescindible, señor Cruz, ni siquiera usted, y los consejos son hojas de otoño que se lleva el viento; lo único que vale es el trabajo y tener gente alrededor que supla las deficiencias propias. Y eso A y B lo aprendieron solitos: todo lo que tienen saben a quién agradecérselo, a ellos mismos y a la gente que se acordó de ellos. Gracias por nada, majo. No hay rencor, sólo tristeza por los fraudes a tanta gente como A y B.
Pd: Demasiados favores debidos provocan corrupción del alma. ¿Cuántos deberá Juan?

jueves, 21 de mayo de 2009

Red Café Música (Festival de las Artes)


Solución para los disgustos laborales (cuando el individuo se percata de la estupidez congénita ajena y la ingenuidad propia y repite la frase de Homer Simpson de "ganas de matar aumentando..."), para las desgracias personales (habrá algún camino de baldosas amarillas más allá del arco iris, que decía Judy Garland antes de escoñar su vida) y para el hastío: los pequeños conciertos. El Corrillo y el Irish Rover Theatre de Salamanca son las dos sedes de Red Café Música durante el Festival de las Artes. La calidad a veces se confunde con la extravagancia, pero eso no quita para que las cosas que se le ofrecen puedan ser más que interesantes. Nos referimos a que las perlas pequeñas son muchas veces más hermosas que los grandes diamantes que parecen cristalitos, ya nos entienden, pero la verdad es que hay mucha música experimental en la programación, nuevos sonidos que deberían tener su oportunidad para demostrar que no todo bebe de las mismas fuentes. Ya lo hemos dicho hasta la extenuación: "se llega antes al éxito por la diferencia que por la contundencia". 

El ciclo arranca el 29 de mayo con Aaron Thomas en El Corrillo (23.00 horas), sigue el día 30 con Dead Capo en el mismo sitio y hora (música instrumental imposible de clasificar) y salta luego al Irish Rover el 4 de junio con Space Jahourt (22.00 horas), con su particular versión "post-apocaliptica" de la 'chanson français'. Seguimos: Zoo el 5 de junio en el Irish Rover (22.30 horas); el 7 de junio, Jazzeria en El Corrillo (22.00 horas), jazz al estilo castellano con un joven espíritu. Finalmente, Remate en El Corrillo de nuevo (22.30 horas), con guitarra acústica, folk, piano y muchas ganas de redefinir la música con un estilo Johnny Cash muy personal; y para cerrar, el hijo 'raro' de Jodorowsky (hablando de tipos desconcertantes), Adanowsky (el de la foto), que cerrará el ciclo el 13 de junio en el Irish Rover (22.30 horas), con una puesta en escena "delirante" que tendrá que cohibirse un poco visto el pequeño tamaño del escenario. Si se acercan por Salamanca sólo vayan, aunque sea por las birras, las copas y oír algo raro, que igual les gusta. 

Pobre Bibiana

Pobre Bibiana Aído, se le ocurre decir que un feto no es un ser humano y se lanzan sobre ella como si fueran tiburones. En la nueva ley intentan que las adolescentes puedan abortar y dicen que si los socialistas son unos cafres. Claro, es mucho mejor que una chica de 16 años tire por la borda su capacidad productiva económica para cuidar, sin recursos, de un niño. Y los católicos, encima, quieren que se les dé pasta a costa del Estado, precisamente ahora que estamos todos mirando hasta los céntimos. Pregunta: ¿por qué sí hay que dar dinero a las familias y no, por ejemplo, a la industria cultural o a la investigación científica? O a la del automóvil, o a cualquier otra cosa que produzca beneficios globales. Mientras el país siga lastrado por esa toxina religiosa en todo lo que hace no habrá futuro para nadie. Esas reacciones conservadoras son propias de mentes de cuneta. Y no digan eso de que la religión es lo que sujeta al impulso inhumano porque los griegos no eran cristianos e inventaron códigos éticos mucho más avanzados que el nuestro. Pobre Bibiana Aído, usada de cabeza de turco por ese gran pérfido de las cejas mefistofélicas...

PD: Es cierto, no somos católicos. Y tampoco protestantes. ¿Y? Para continuar con la discusión, maildelcorso@yahoo.es. Si es que os atrevéis, claro...

miércoles, 20 de mayo de 2009

La Amistad es "Cosa Nostra"

Amistad, del latín amicitas, definida por la todopoderosa RAE como “Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato”. Ambrose Bierce, uno de nuestros sabios de cabecera, la definió en el ‘Diccionario del Diablo’ como “Un gran barco capaz de albergar a dos personas con buen tiempo y a una sola en plena tormenta”. Ahí no estamos precisamente de acuerdo, pero con Bierce todo depende de cómo te pille el día. Epicuro consideró que la amistad era superior incluso al amor, porque mientras la primera podía ser eterna con el trato, el segundo se acortaba y pudría a medida que se ganaba en confianza. La amistad auténtica surge de los chispazos y los choques entre individuos, en un acto continuo de limar asperezas que genera la confianza indispensable, esa idea de “no voy a escuchar eso que has dicho, por el bien de ambos”, pero que suele convertirse en fuente de energía cuando la vida propia entra en barrena. 

La auténtica amistad no suena a campanas, sino a risas ahogadas, a esas miradas de complicidad, al perverso placer de machacar a un tercero, o directamente del apoyo ofrecido, al hombro en el que llorar las frustraciones con la tranquilidad de saber que esa persona no las va a usar contra ti. Los optimistas creen firmemente en la amistad, los pesimistas dudan de ella porque piensan que siempre les traicionarán. El camino medio es mucho más tenebroso, producto del enroque de esas dos personas alrededor de intereses comunes que hay que proteger. Estos últimos son precisamente los que cimentan la relación: porque la verdadera amistad siempre es Cosa Nostra, para lo bueno y para lo malo. Los anhelantes de la virtud soñarán con una camaradería total, hermanos de sangre y esas cosas, pero no suele ser así. La realidad, por desgracia, no supera aquí a la ficción novelesca. Pero bendita sea. Y cómo se echa de menos al otro/a cuando las olas son enormes y uno parece un submarino y no un barco…


martes, 19 de mayo de 2009

Mal empezamos, querido Festival de las Artes

No vamos a decir nada de la muerte de Mario Benedetti. Por dos razones: porque tendríamos que hacer algo muy largo y porque la poesía es un arte que se nos escapa como el agua entre los dedos. Nadie es perfecto, y la poética no es nuestro fuerte. Por otro lado, nos parece más interesante desempolvar el látigo de siete colas y empezar a hacer ejercicios de muñeca por la que se avecina, nada menos que el V Festival de las Artes en Salamanca, más conocido por aquí por “Cómo malgastar millones de euros en caprichos mal gestionados y peor organizados”. Un vistazo a las 80 y tantas páginas de programación reflejan, de golpe, tres cosas: primero, que les han dado un sablazo en el presupuesto y han decidido tirar de cantera salmantina, la misma de la que pasaron hasta que les faltó la pasta; segundo, que la música electrónica se ha comido todo y ya no deja lugar para nada que se salga de ese binomio vanguardia-bytes que se ha cargado buena parte de la música; y tercero, que la política de comunicación es pésima, tiraniza a los medios locales, no es clara ni fluida, parece improvisación o de un maquiavelismo tenebroso, y directamente miente a la hora de dar cifras. No verán este tipo de críticas en otros medios, eso se lo aseguramos, porque la Santa Madre Publicidad manda más que un general de división encabronado. De lo visto y prometido sólo merecen la pena dos cosas, por ahora: la irrupción de Calixto Bieito el 6 de junio con ‘Don Carlos, un ensayo abierto’ y los conciertos “en pequeños espacios” de la Red Música Café, entre el Irish Rover y El Corrillo, que a fuerza de fichar extravagancias y meterlos en espacios pequeños tienen que llenar y vibrar por narices. No aprenden, es que no aprenden… Cinco años y siguen sin darse cuenta de ciertas cosas. O aquí somos unos genios (jajaja, pues va a ser que no) o ellos son muy tontos (todo es posible). 


lunes, 18 de mayo de 2009

El nuevo héroe se llama Marc Bijl

Ya tenemos nuevo héroe en Corso Expresso, y está en el DA2. Se llama Marc Bijl, tiene pintas de haber estado en un coffe-shop de Ámsterdam, bien relajadito dibujando al carboncillo (al “cabroncillo”, como decía un amigo, juas juas), haciendo fotos o diseñando las siguientes obras. Es un transgresor, un provocador, un francotirador artístico genial que desde su juventud (1973) ha conseguido crear ese tipo de estilo que te mete el dedo en el ojo y encima te gusta. A muchos les cabreará ver cómo los símbolos de la modernidad (Lara Croft cubierta de alquitrán y fumando, hahah), banderas, religión o política, son deconstruidos para luego volver a montarse a partir de una nueva visión cultural: denuncia política de la guerra de Irak, del petróleo, del fanatismo religioso, de las banderas que nos unen y separan, de los símbolos pacifistas, de la vida y la muerte, de la música, de los mitos del rock y la posmodernidad… Marc es lo mejor que hemos visto en el DA2 desde hace mucho tiempo, lo que une una sonrisa revolucionaria cómplice con el mensaje del arte de manera adecuada. Es imposible no esbozar los colmillos al ver a Batman en plan músico heavy con una guitarra trucada frente a la pared, con el mensaje “All the World is a stage” (Todo el mundo es un escenario) escrito con spray. Nos encanta, y estará en el DA2 de Salamanca hasta septiembre de este año, una gran retrospectiva llamada ‘Arrested development’ (“desarrollo truncado”). Todo un mensaje de un virtuoso francotirador. 


domingo, 17 de mayo de 2009

Francotirador (1): Reyes sin corona

Después de una amplia investigación sobre el biotipo humano, el pobre D.A. nos mandó estas dos notas escritas a mano. Pobre: 

"Si hay algo que revienta a los dioses son los apocados y sumisos. Esos seres humanos que no son hombres ni mujeres sino ovejitas bien acogotadas y reunidas en el rebaño, seres sin aspiraciones y que se comportan como si fueran sombras sin alma. Se encierran en sí mismos como erizos con miedo al mundo, escudándose en que la vida les ha maltratado, cortándose las alas, quemándose a lo bonzo el futuro para no tener que sufrir más. Son la antítesis nietzschiana del “lo que no me mata me hace más fuerte”. A ellos no les mató, pero les debilitó por su incapacidad de enorgullecerse de sus cicatrices. Son seres que en su pasividad y silencio son más egoístas que nadie: privan al mundo de su talento y esfuerzo y no hacen nada que se salga de lo común. Son, realmente, mulas de carga sin chispa ni aliento divino. No sirva más que para currar, y punto pelota". 

"Un buen ser humano debería comportarse como un rey sin corona, y que cada uno de sus actos sea un ejercicio de virtud que por puro contagio nos haga a todos mejores, para asegurarse cierto grado de progreso y que el hecho de vivir en el mundo no sea un tránsito insípido. Los dioses odian a los sin sangre insípidos, y por eso les condenan a una vida aburrida y mortecina, como una gran telaraña avejentada, como ancianos eternos. Y hay muchas formas de ser rey: por las bravas, al estilo Angevino, o a la chita callando, como los Otónidas. Elegid el que más os guste, pero que cuando os pregunten “¿Qué sois, hombres u ovejas?” podáis contestar “Reyes”. Así de sencillo. Los demás, a ver pasar las moscas encerrados en su muerte interior sin beneficio para nadie". 

sábado, 16 de mayo de 2009

Antología hispánica de Antonio Colinas

Los necios y comunes mortales como nosotros ya tenemos manual poético. 'Nuestra poesía en el tiempo', de Siruela, es un bloque de papel tintado de 600 páginas prologado por Antonio Colinas, una antología seleccionada y cribada por él mismo que abarca toda la lírica escrita en castellano, desde la Edad Media hasta hoy. Eso sí, los autores sólo tienen que cumplir un requisito: estar muertos. La razón es que de lo contrario hubiera superado las mil páginas. Pensado para iniciar a niños y jóvenes, lo cierto es que es un auténtico manual para navegantes del verso, una herramienta perfecta para desecar las lagunas ignorantes que todavía tenemos en cuanto a la poesía, el arte mayor jibarizado por los tiempos que nos ha tocado vivir. Ni malos ni buenos, simplemente son los que son. Salamanca presenció su publicación en esta Feria del Libro y desde aquí partió la idea de Colinas y los editores salmantinos de Siruela. Sólo por 25 euros, y tras una lectura sosegada, podrá usted citar de memoria clásicos y no tan clásicos, quedará bien en las reuniones sociales, abrirá un poco su enlatada mente y parecerá, por un instante, que es usted culto. Porque ya sabemos que muchos serán los llamados pero pocos los elegidos: es decir, que no por leer mucho se es más culto, todo depende de la transformación que haya en su mente una vez lo lea. A algunos le entra por los ojos y lo expulsan al instante por las orejas. Esperemos que no seáis, queridos, de esta clase... (juas juas). 

viernes, 15 de mayo de 2009

El terror del nacionalismo (I)

Vamos a cabrear al personal, que nos lo pide el cuerpo, a hablar de la peor de todas las ideologías conocidas, la que se encuentra detrás de monstruos como el nazismo o el franquismo, pero también de las comunidades cerradas a lo que venga de fuera y que convierten en un infierno vivir en determinados lugares.


El primer ejemplo es la final de la Copa del Rey entre dos equipos parasitados por el nacionalismo de pequeñas boinas pensantes, el Athletic de Bilbao y el FC Barcelona. Ambos representan, para sus seguidores vascos y catalanes, la esencia de la patria perdida. En el primer caso es obvio, porque sólo se puede jugar en él si se ha nacido en el País Vasco o directamente se lleva sangre y cara de Induráin por la vida. En el segundo caso más parece la ONU con sabor a butifarra que otra cosa. Quizás el Barça sea más universal, pero sigue obedeciendo a los tics victimistas y desgarradores de las dos sociedades más ricas de España. El nacionalismo vasco y catalán se diferencian en el modelo: el primero es germánico, de sangre, lo que les conduce a un racismo encubierto; el segundo es ideológico y cultural, al estilo francés, pero no deja de ser igual de perverso. Hablan otras lenguas y por nuestra parte nada objetamos, pero atacan a la cuarta lengua más hablada del mundo, dejando a sus hijos a la intemperie cultural y educativa de no ser capaces de hablar en castellano. Allá ellos, más oportunidades para los demás.


Nuestro pasotismo nace de la confianza en que el españolismo es igual de estúpido que el vasquismo y el catalanismo, tres "ismos" que reniegan de la Razón en aras de una patria que o bien no existió nunca y fue inventada (como Euskadi) o que se benefició más que nadie de España y su imperio y que no ha parado de llorar para mamar más de la teta (Cataluña). Cuando las aficiones silbaron el himno demostraron que el tabú de la bandera y la marcha real existe, razón por la cual no deberían jugar competiciones nacionales. Pero la pela es la pela, y si siguen dentro de España es porque nadie en Europa les reconocería (la UE prohibió tal situación so pena de romper la unidad) y porque fuera del paraguas español hace mucho frío. Los vascos y catalanes seguirán chupando del abultado pecho nacional al mismo ritmo con el que patalearán y llorarán su mala suerte de ser ricos a veces a costa de los demás. Porque lo del miércoles por la noche iba de muchas cosas, el fútbol era secundario. Así de simple. Tanta tontería le costó el puesto a un directivo de TVE (por censor) y la vida a un culé que se tiró de un puente (por gilipollas). Otras dos víctimas más para la cuenta nacional. ¿Dónde quedó, Dios mío, el estado ilustrado que crearon en 1776 y 1789 los padres de la democracia...?

PD: en breve, la Feria del Libro en Salamanca.

jueves, 14 de mayo de 2009

Homo Sapiens "Destructivus"

Dijo Arsuaga a su paso por Salamanca el otoño pasado (paleontólogo, no cocinero, que ser vasco da para muchas más cosas…) que el homo sapiens es el único animal que es capaz de superar la barrera de la lógica biológica: no mata o muere por comida o seguridad, también lo hace por banderas, por símbolos, por abstracciones. La capacidad de abstracción fue a la par que el famoso pulgar prensible o el bipedismo. Tres saltos mortales con doble carpado que nos convirtieron en esa super especie parasitaria que se está cargando el planeta. Un célebre microrrelato de la ciencia-ficción, narrado en perspectiva, presentaba una asamblea de razas alienígenas que debatían si la humanidad era peligrosa o no, si éramos los homo sapiens dignos de sentarnos entre seres que eran casi como dioses. El final del texto lo dice todo: justo cuando estaban a punto de votar y había razones para integrarnos los humanos empezaban una invasión total contra ellos. Y les vencíamos. 

No es una moraleja, más bien lo contrario, nuestra querida especie tiene la misma tranquilidad y serenidad para crear que para destruir, nos comportamos como si fuéramos dioses caprichosos: si algo no nos gusto lo arrasamos y lo reconstruimos como nos apetezca. Y rara vez lo conservamos, y cuando lo hacemos es por pura egolatría. Más que homo sapiens, esto es, “homínido que sabe”, somos ‘homo superego’. Desde que venimos al mundo nos enseñan que debemos ser dioses sobre la tierra, y como tales nos comportamos. Eso genera dos efectos colaterales: primero, que desequilibramos el medio en el que vivimos y lo arruinamos; segundo, que nuestro poder nos permite sobrevivir a nuestros propios desmanes. Somos como los virus, como las ratas, las hormigas o las cucarachas, bestias bien organizadas, carroñeras del medio, lo exprimimos a fondo y cuando lo agotamos saltamos a otro lugar para hacer lo mismo. Eso sí, todavía falta para migrar a Marte en masa, así que mejor si nos cuidamos muy mucho de no destruirlo todo a la primera. 


miércoles, 13 de mayo de 2009

Un hombre llamado Ambrosio

El general Ambrosio subió la colina y miró alrededor. Poco antes su comandante en jefe le había dicho aquello de “Ambrosio, márchese de mi vista porque no tengo muchas ganas de escucharle”. Con la precisión de un reloj, el general se retiró; callado como una de las meretrices que adornaban la corrupta Roma contempló, extasiado, la tragedia de las legiones del gran águila latina empotradas contra las hordas germánicas. Ambrosio ni movió un dedo, se limitó a ver cómo su superior perdía en el camino de huída a más de 4.000 hombres, la flor y nata de Roma. El general escribió esa misma noche la siguiente sentencia: “De todos los errores de los hombres sin duda alguna la perseverancia en la piedad es el peor de todos. Si quien te acompaña es un necio, y a pesar de los repetidos intentos propios por tender puentes hacia él sigue siéndolo, entonces no hay mayor error que continuar dándole el beneficio de tu mano, porque no parará de morderla con desprecio y sin darse cuenta de lo bueno que puede hacer por él”. Cuando el emperador mandó a galeras al otro comandante en jefe, Ambrosio rechazó su puesto y se retiró al campo. Su contestación fue sencilla: “Yo ya he ganado, mi César”.  

PD: Esto es lo que pasa cuando se lee a Ambrose Bierce. 

martes, 12 de mayo de 2009

'El miedo', de Gabriel Chevallier

Vamos a hacer una recomendación por tercera vía. Nos explicamos: Miguel Ángel Martín Más, mientras presentaba un libro para niños, citó a Gabriel Chevallier, novelista francés, y citó las siguientes palabras: “Los hombres son imbéciles e ignorantes. De ahí les viene su miseria. En lugar de reflexionar se creen lo que les cuentan, lo que les enseñan. Eligen jefes y amos sin juzgarlos, con un gusto funesto por la esclavitud. Los hombres son mansos corderos. Es lo que hace posible los ejércitos y las guerras. Mueren víctimas de su estúpida docilidad”. Con frases como ésta es imposible tener algún tipo de tranquilidad a la hora de dormir, porque es la dureza de quien no ceja en su empeño de golpear con saña el horror interior de una especie que parece entrenada para la destrucción. A medida que las guerras nos golpean más dolor se acumula en la cultura, dejando tras de sí todo tipo de experimentos que desembocan en arte. Chevallier contaba esta frase en ‘El miedo’, una novela perfectamente asimilable hoy aunque se trate de la Primera Guerra Mundial: trágico, el testigo del horror de hace casi cien años es también el de hoy. Si nada ha cambiado entonces es que no hemos evolucionado realmente. La novela está editada por Acantilado. Por favor, léanla. 


lunes, 11 de mayo de 2009

La bicicleta y la civilización

La bicicleta es como el pulgar prensible en los homínidos: el salto definitivo hacia la civilización. No estaría de más medir el grado de progreso y de convivencia de una sociedad en función del número de bicis que se ven circular por la calle. No sólo es más barato, sino que por cada bici hay un coche menos que atasca el tráfico; se hace ejercicio y es más divertido. En ciudad es la solución ideal y hace no mucho un grupo universitario creó el baremo-bici para medir si una ciudad es "liberal y civilizada". Recientemente Corso Expresso puso una mini delegación temporal en Vitoria y se dio cuenta de por qué la ciudad supera a la mayoría en civismo y progresión sociológica: mucha gente joven, y la que no lo es aparenta varios años menos; todo está lleno de bicicletas, se habla más de una lengua, el patrimonio arquitectónico está bien cuidado y tiene sentido, el transporte público funciona y es usado masivamente por la población. Y sobre todo, las caras, los rostros, se detecta una alegría de vivir que otras ciudades esconden bajo toneladas de polución, caos y tópicos. Además Vitoria está rodeada por cuatro parques inmensos, al estilo de Berlín: salga por donde salga usted se da de bruces con un árbol. Conocemos una ciudad que por tamaño y aspiraciones debería ser como Vitoria, sin embargo ni es consciente de ello ni pretende serlo.

No importa cuánto se ame la ciudad natal o la tierra que le vio nacer, porque si nadie hace nada para mejorarla se convierte en una ciudad-fosil incapaz de ser aquello que sueña y que cada vez queda más lejos. Es una revolución mental, de cada ciudadano: las grandes sociedades seimpre nacieron de cambios culturales que las hicieron más liberales y abiertas al mundo, sin prejuicios ni ese olor rancio de las comunidades conservadoras encerradas en sí mismas; y sobre todo, con industria, que es el imán que atrae el progreso material necesario para dar el salto mental posterior. Y eso no significa ser de izquierdas, porque Vitoria ha sido siempre el bastión conservador y nacional del País Vasco. Eso ya no sirve de excusa para no destrozar el futuro de una sociedad en crecimiento. Por cierto, aparte de los erasmus y algún que otro con sentido común, ¿ven mucha gente en bici por Salamanca...?

jueves, 7 de mayo de 2009

La propaganda y la felicidad

Este post va a cabrear a alguien muy cercano, pero es que cuando el olor a publicidad encubierta llega hasta lo más profundo… Perdona bonita, pero es que ya se han pasado. Resulta que UNA MARCA DE BEBIDAS CONCRETA tiene ahora un “Instituto de la Felicidad” que trabaja para hacernos a todos, conferencias mediante, más felices. Ya está: ya ni vamos a los curas o los psiquiátras. ¿Para qué, si ya está ahí ESA MARCA? Durante la presentación, que tuvo a Bernabé Tierno (psicólogo, otra forma de sacerdocio, juas juas) de mascarón de proa, se citó a la compañía hasta 20 veces. En varias de ellas, al menos cinco, aseguraron que la bebida carbonatada estaba ligada a la sensación de felicidad según un estudio serio (esto es, que una Universidad se bajó los pantalones por dinero). Si ya somos por aquí reticentes a este tipo de engaños, imagínense lo que es ver cómo mentes pensantes (con gustos burgueses) se arrodillan ante una forma sibilina de hacer las cosas que recuerda mucho a la vieja propaganda fascista y soviética del siglo XX: “puedes ser feliz fuera del Partido, pero seguro que dentro del Partido siempre serás feliz”. 

La desconfianza a las jugadas de este tipo es algo casi patológico en este blog, y si suena la alarma es por algo. Mientras otras compañías no se escudan, esa marca en concreto se disfraza una y otra vez detrás de máscaras que hacen pasar por normal lo que es una imposición comercial. También quisieron ligar comer bien a beber sus productos, y en los años 50 no se podía ser una familia normal si no se bebía ESO. Ya son como la Disney, que cada día se parece más al Tercer Reich; la vida cada uno se la carga o la disfruta como quiere, que para eso es de uno, y si se comenten errores, serán los errores propios de cada uno, y no del resto. Por eso no es bueno creerse nada que salga en los medios, que fueron al matadero informativo como corderitos, porque como estaba allí ESA MARCA… Cosas como estas son las que ayudan a sacar la siguiente generación de liberales rompehuevos que cada 25 años señalan con el dedo lo que dijo ya en su día Washington Irving: “De todas las máscaras preferidas del Diablo, sin duda alguna su preferida es la de la virtud y la alegría”. Beban cerveza, vino o agua mientras haya y puedan; todo lo demás es capitalismo inhumano.


PD: Son los mismos que le cambiaron el color a Santa Claus (pero qué malas personas, de verdad… hahaha)

miércoles, 6 de mayo de 2009

Savater y el arsénico en el té

Definitivamente Fernando Savater es uno de los que más jugo le sacan a la vida. Tanto como para amoldarse a la perfección a todo lo que viene en forma de charla, literatura o pregunta indiscreta. Eso sí, mantiene ese aire de intelectual colgado de sí mismo que puede llamar a error. Fue el encargado de darle lustre al primer día del V Congreso de Novela y Cine Negro en Salamanca, con la Filmoteca de Castilla y León como sede superada y quizás algo avejentada. Suponemos que es la moqueta del suelo y las paredes. ¿Por qué en los años 70 y 80 le dio a todo el mundo a enmoquetar las paredes, es que nadie se da cuenta del calor que da? Fernando Savater es más que un filósofo con ínfulas de novelista. Que haya escrito una novela negra no sirve ni de excusa para que ayer fuera el encargado de abrir brecha. El eje central de lo que habló es sencillo: las barreras entre la novela policíaca de toda la vida y el thriller o novela negra se han difuminado. Cargó educadamente contra los tópicos de toda la vida que ya cansan (detective pobre pero honrado, policía retirado con problemas familiares, la sobreabundancia de asesinos en serie, la maldad intrínseca de los ricos…). Y una creencia, que “la ficción es algo más lúdico” que una cadena sin fin de demostraciones de pesimismo sociológico. “El criminal al por menor ha desaparecido, porque todos los asesinos son ya en serie. Que una señora ponga arsénico en el té de su amiga para robarle el bolso ya no es un crimen, es casi una picardía”. Buena frase. Aparte de eso, tampoco fue para encargar fuegos artificiales. Fue una charla discreta, de 40 minutos contados y con apenas cuatro preguntas que para colmo versaron sobre lo mismo. Es decir, que tampoco se esforzó mucho el hombre de la barba lapona. Esperábamos algo más de tan ínclito personaje. Pero vamos, otra vez será. O no. 


lunes, 4 de mayo de 2009

Que me caigo del trono...

No vamos a hablar de política, así que no mencionaremos que Zapatero se ve superado por las circunstancias; que Mariano Rajoy la tiene a huevo para ser presidente si se adelantan las elecciones pero que no lo será porque no le traga nadie (y menos su partido); que Aznar es un resentido con el mundo y es como un burro con orejeras, traidor al decir que la crisis es culpa del PSOE y por no aceptar que la derecha no debe gobernar por decreto, y que si dice que “este gobierno tiene que acabar cuanto antes” es porque no acepta el método del sufragio a no ser que gane él. Tampoco hablaremos de que las naciones jóvenes o sólidas son las que se ilusionan con sus líderes y no se limitan a soportarles, como aquí; que el PNV parece ya un niño mimado con una pataleta brutal y que se cree con derecho a reinar sobre los vacos porque sí. Y mucho menos mencionaremos que IU es un saurio pre-extinto si no escapa de las garras del PCE, que vive en la cuneta de la Historia. Y muchísimo menos que ERC y el nacionalismo catalán se cree Dios y con derecho a pedir sin fin como si los demás fuéramos sus esclavos o estados vasallos, como si ser catalán y del Barça fuera mandato divino. Encima Cataluña presume de modernidad y es un pueblo con boina incapaz de ver más allá de su Mediterráneo sucio y poblado de algas asesinas. Ya lo dijo Buenafuente: “Sí, es que somos la monda, lo más moderno pero después la gente llora cuando ve la Moreneta y a Pujol subiendo a Montserrat” (carcajada general del público). Por todo eso no hablaremos de la mediocridad del establishment ni de la petición pública de un grupo para que Isabel II nos añada al Reino Unido. O mejor todavía, que se proclame de una vez la República Federal Española, porque este país es una república disfrazada que no se reconoce por un infantil miedo atávico.

PD: mañana hablaremos otra vez de cultura. Si es que todo esto es culpa de Guardiola, leches… 

domingo, 3 de mayo de 2009

El dolor del bromista

Una gran parte de nuestros valores los aprendimos de la repetida visión atenta a la saga de ‘El Padrino’, especialmente las dos primeras películas. Son un manual de supervivencia en el mundo, una demostración de que los valores son la piedra angular del ser humano, y que su defensa no debe conocer límites. Una de las frases más míticas es esa de “Jamás permitas que tus enemigos sepan lo que estás pensando”, a la que se une “Que la ira no te confunda, simplemente trágala y espera pacientemente”. Otra: “Nunca odies a tus enemigos, no te permite juzgarles”. Todo este verbo siciliano viene a cuento por la Hecatombe Blanca de ayer. No vamos a decir ni nombres, ni juramentos, ni vendettas que no van a ningún lado. La ira es mala consejera, la venganza lo es peor todavía. Un buen amigo, hombre sabio donde los haya y que cada día sorprende más, sentenció: “Hoy me alegro yo, mañana los demás, y así sucesivamente hasta el final de nuestras vidas. Nada importa”. Cuánta razón, OCP. Nos inclinamos ante ti, maestro: dejemos pues que la rueda de la fatalidad deportiva siga rodando una y otra vez sin que por eso se resienta la serenidad y el equilibrio (y dicho esto, y como somos profundamente humanos y por tanto imperfectos, nos vamos a ver de nuevo ‘El Padrino’, para aprender a esperar agazapados en una esquina sin luz de farolas practicando vudú… nnnggg!!!).  

sábado, 2 de mayo de 2009

El Alcaraván y Graham Greene

Uno de los mejores rincones que atesora Salamanca es El Alcaraván. Está en plena calle Compañía, una cafetería encajonada entre la Pontificia, la Casa de las Conchas y las apelotonadas casas viejas que giran en curva para abrir paso a la calle Meléndez. Es la parda preferida de cientos de universitarios, donde desayunan, beben claras, infusiones y discuten. También es el rinconcito de otros tantos profesores de la Upsa y la Usal en su increíblemente atareada jornada diaria (juas juas). Bastan diez minutos de silencio contemplativo con un café delante para darse cuenta de que Damon Alexander tenía razón: “La naturaleza humana se forja como un bloque de piedra bajo las manos de Miguel Ángel; cada golpe de la vida es un martillazo con escoplo para tallar el resultado final, y valen más los golpes mal dados que los certeros”. 

El Alcaraván permite ver que los fallos superan a los aciertos, y que esa intelectualidad no da más de sí que un café. Somos patriotas porque todavía tenemos esa irresoluble esperanza cristiana en el alma, pero España no es una buena amante, no hay reciprocidad entre el amor profesado y el placer encontrado.

Al otro lado de la barra hay un tipo ya maduro, de nombre Esteban, que a fuerza de parapetarse de los golpes del escultor ha conseguido ser un hombre sabio, silencioso, que sonríe mucho y sólo habla cuando debe. El pavor de lo que se escucha queda entonces mitigado por una ceja arqueada de comprensión, el único refugio posible para las mentes que todavía aspiran a que España escape de los usos y costumbres que la envenenan. Churchill dijo que éramos un pueblo vengativo y cegado por el fanatismo y las frustraciones. Razón no le faltaba. Ah, quién hubiera podido ser Graham Greene, ser inglés y enamorarse de España…

viernes, 1 de mayo de 2009

Para los comentaristas frustrados

Ante la enésima queja sobre por qué no se pueden dejar comentarios a los post de este blog (gracias a todos, amigos, seguidores, enemigos que no tenéis ni idea… ejem) vamos a optar por dar varias instrucciones. De esa manera vuestras críticas y gamberradas varias llegarán a nosotros y así el feedback será completo y todos mejoraremos. O no. Hay dos formas de dejar caer las puyas:

1. Estar registrado en Blogger, por lo que se podrán dejar comentarios a los post directamente. El programa simplemente pide que dejéis vuestra clave de acceso (esto es, vuestro email registrado en Blogger) y la contraseña. Y santas pascuas.

2. No estáis registrados en Blogger. En este caso no habrá manera de dejarlo (creemos, aunque nuestra estupidez bien podría haber obviado un camino, no sea que algún listo la encuentre y luego diga algo…). Para remediarlo hay una dirección de email que miramos cada 36 horas (cifra aleatoria, ojito): maildelcorso@yahoo.es. Si se fijan ustedes está justo debajo de la cara sonriente. Esta última forma no es pública, pero sí más divertida porque da más libertad y anonimato.

That’s all folks!!!