lunes, 4 de mayo de 2009

Que me caigo del trono...

No vamos a hablar de política, así que no mencionaremos que Zapatero se ve superado por las circunstancias; que Mariano Rajoy la tiene a huevo para ser presidente si se adelantan las elecciones pero que no lo será porque no le traga nadie (y menos su partido); que Aznar es un resentido con el mundo y es como un burro con orejeras, traidor al decir que la crisis es culpa del PSOE y por no aceptar que la derecha no debe gobernar por decreto, y que si dice que “este gobierno tiene que acabar cuanto antes” es porque no acepta el método del sufragio a no ser que gane él. Tampoco hablaremos de que las naciones jóvenes o sólidas son las que se ilusionan con sus líderes y no se limitan a soportarles, como aquí; que el PNV parece ya un niño mimado con una pataleta brutal y que se cree con derecho a reinar sobre los vacos porque sí. Y mucho menos mencionaremos que IU es un saurio pre-extinto si no escapa de las garras del PCE, que vive en la cuneta de la Historia. Y muchísimo menos que ERC y el nacionalismo catalán se cree Dios y con derecho a pedir sin fin como si los demás fuéramos sus esclavos o estados vasallos, como si ser catalán y del Barça fuera mandato divino. Encima Cataluña presume de modernidad y es un pueblo con boina incapaz de ver más allá de su Mediterráneo sucio y poblado de algas asesinas. Ya lo dijo Buenafuente: “Sí, es que somos la monda, lo más moderno pero después la gente llora cuando ve la Moreneta y a Pujol subiendo a Montserrat” (carcajada general del público). Por todo eso no hablaremos de la mediocridad del establishment ni de la petición pública de un grupo para que Isabel II nos añada al Reino Unido. O mejor todavía, que se proclame de una vez la República Federal Española, porque este país es una república disfrazada que no se reconoce por un infantil miedo atávico.

PD: mañana hablaremos otra vez de cultura. Si es que todo esto es culpa de Guardiola, leches… 

1 comentario:

omar dijo...

Lo has clavao, si señor!!!

Dale las gracias a Guardiola, anda...