jueves, 7 de mayo de 2009

La propaganda y la felicidad

Este post va a cabrear a alguien muy cercano, pero es que cuando el olor a publicidad encubierta llega hasta lo más profundo… Perdona bonita, pero es que ya se han pasado. Resulta que UNA MARCA DE BEBIDAS CONCRETA tiene ahora un “Instituto de la Felicidad” que trabaja para hacernos a todos, conferencias mediante, más felices. Ya está: ya ni vamos a los curas o los psiquiátras. ¿Para qué, si ya está ahí ESA MARCA? Durante la presentación, que tuvo a Bernabé Tierno (psicólogo, otra forma de sacerdocio, juas juas) de mascarón de proa, se citó a la compañía hasta 20 veces. En varias de ellas, al menos cinco, aseguraron que la bebida carbonatada estaba ligada a la sensación de felicidad según un estudio serio (esto es, que una Universidad se bajó los pantalones por dinero). Si ya somos por aquí reticentes a este tipo de engaños, imagínense lo que es ver cómo mentes pensantes (con gustos burgueses) se arrodillan ante una forma sibilina de hacer las cosas que recuerda mucho a la vieja propaganda fascista y soviética del siglo XX: “puedes ser feliz fuera del Partido, pero seguro que dentro del Partido siempre serás feliz”. 

La desconfianza a las jugadas de este tipo es algo casi patológico en este blog, y si suena la alarma es por algo. Mientras otras compañías no se escudan, esa marca en concreto se disfraza una y otra vez detrás de máscaras que hacen pasar por normal lo que es una imposición comercial. También quisieron ligar comer bien a beber sus productos, y en los años 50 no se podía ser una familia normal si no se bebía ESO. Ya son como la Disney, que cada día se parece más al Tercer Reich; la vida cada uno se la carga o la disfruta como quiere, que para eso es de uno, y si se comenten errores, serán los errores propios de cada uno, y no del resto. Por eso no es bueno creerse nada que salga en los medios, que fueron al matadero informativo como corderitos, porque como estaba allí ESA MARCA… Cosas como estas son las que ayudan a sacar la siguiente generación de liberales rompehuevos que cada 25 años señalan con el dedo lo que dijo ya en su día Washington Irving: “De todas las máscaras preferidas del Diablo, sin duda alguna su preferida es la de la virtud y la alegría”. Beban cerveza, vino o agua mientras haya y puedan; todo lo demás es capitalismo inhumano.


PD: Son los mismos que le cambiaron el color a Santa Claus (pero qué malas personas, de verdad… hahaha)

4 comentarios:

Xabi dijo...

Tienes toda la razón, donde esté una cerveza que se quiten las bebidas gaseosas, aunque a los que se la han prohibido estén algo cabreados, je,je...

Bowie dijo...

Pues fíajte, que no caigo en a qué marca te refieres... :-D La apuntamos en la lista negra de prácticas publicitarias

Por cierto, sé que no tiene nada que ver, pero creo que esto te va a interesar:

http://www.hotelkafka.com/blogs/david_torres/?p=253

Carlos dijo...

Ademas de cambiarle el color le cambiaron el nombre, era San Nicolas, y era finlandes, no del p... polo norte

Menudina dijo...

Claro que no me cabreo, pero te guste o no son los consumidores quienes hacen semejante declaración, por los momentos a los que la asocia o simplemente sus burbujas.
Ya hablaremos, ya...