martes, 22 de septiembre de 2009

Somos austro-húngaros

Hoy toca puñetazo, porque visto lo visto.... Hace unos años alguien le preguntó a Gonzalo Suárez si se sentía plenamente español o también era uno de esos progres sin conciencia nacional. Suárez sonrió y dijo, "yo es que soy austro-húngaro, así que...". Nosotros, desde hoy, también, después de leer algunas columnas de opinión de 'El País', 'El Mundo' y 'Público'.



Nos avergüenza el extremismo de medios de comunicación conservadores que atacan a cualquier cosa que huela a izquierda; nos avergüenzan grupos de izquierda que venden su dignidad periodística para servir a un presidente que prefiere el dinero catalán. Nos avergüenza hasta el extremo que haya gente que piense que las bombas del 11-M se pusieron por maniobras del PSOE, igual que nos parece indignante que alguien insulte a los políticos del PP tachándolos de fascistas cuando la inmensa mayoría de ellos son tan liberales y demócratas como el que más. Nos avergüenza que este país sea como dijo Fernando Fernán Gómez, "una nación de fanáticos que sólo necesitan un Mesías con el que inmolarse", que el pragmatismo brille por su ausencia en esta sociedad; es aberrante que alguien considere que Franco es merecedor de cualquier tipo de honor o recuerdo positivo (incluyendo el medallón en la Plaza Mayor de Salamanca, fotografiada con sorna por los turistas), hiciera lo que hiciera, ni pantanos ni carreteras ni industrias, porque cualquier acción queda anulada si la inmoralidad está en la base de la misma: o democracia o nada, no hay justificaciones para romper el orden democrático.

Nos avergüenza que dos periódicos líderes se entreguen a los caprichos políticos: 'El País' podía haber sido igual de crítico con ZP antes, cuando sabía que es un mediocre; igualmente, 'El Mundo' podría algún día dejar de lado las neuras de sus caciques y darse cuenta de que pisotear la dignidad de la otra mitad de la población sólo les enquista a ser leídos por el otro 50%. Por eso nunca será el primer periódico de España. Y luego va el presidente y dice que "quien quiera mandar que se presente a las elecciones". Estupendo: si no le lames las botas al amo, entonces eres un facha que quieres mandar desde un periódico. Definitivamente ya no vamos a votar en las próximas elecciones (ni a él ni a nadie más), por pura dignidad, por independencia y por no contribuir a esta partitocracia mediocre.



Lo dicho, somos austro-húngaros, así que ¡¡Dios salve al emperador Francisco José II!! Nos vemos en Viena.

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