jueves, 24 de septiembre de 2009

Ley del Cine: Más tontos todavía

Si algo diferencia la realidad humana de los tópicos es que tanto la inteligencia como la estupidez son universales: los hombres pueden ser más inteligentes que las mujeres en la misma medida que también pueden ser más idiotas. Ambas condiciones, listo y tonto (resumiendo), no entienden de sexos, tendencias o géneros: por eso la discriminación positiva en favor de un género a la hora de crear arte o conocimiento son medidas propias de mentes estúpidas. Como la de nuestra querida ministra de Cultura, que ahora aplicará la discriminación en favor de las mujeres cuando compita con un hombre. O sea, que si has tenido la mala suerte de tener pene y no ovarios y compites con una mujer ya te puedes dar por jodido, porque aunque seas el nuevo Orson Welles mezclado con Francis Ford Coppola no vas a sacar tajada para financiarte.


Reproducimos el comunicado de la agencia EFE, tal cual: "La orden ministerial que desarrollará la Ley de Cine introducirá "un elemento claro de discriminación positiva en favor de la producción cinematográfica dirigida por mujeres", según ha anunciado el director general del Cine, Ignasi Guardans. Guardans ha explicado en la comisión de Cultura del Congreso de los Diputados que este criterio se aplicará en los casos en los que la Ley de Cine establece que la ayuda a las películas debe ser evaluada por una comisión, en lugar de otorgarse automáticamente. En estos casos, cuando haya "igualdad de condiciones (calidad, presupuesto y todos los parámetros que fija la orden ministerial)", las películas donde sea una mujer "la directora o autora del guión" tendrán "un plus" en la concesión hasta un máximo del 50% de los proyectos aprobados".

Moraleja: El talento no necesita primas ni favores, sale a flote si hay voluntad de los que lo poseen. Se discrimina a las mujeres, cierto, incluso en el cine, pero al aplicar estas medidas se puede primar la mediocridad que mata al cine español en lugar de relanzarlo, simplemente porque alguien tiene ovarios y no testículos. Es antiliberal y totalmente injusto. No creemos que sea el camino, y muchos de los gurús de la izquierda en el gremio del cine ya han empezado a quejarse de lo mismo. Es decir, que no es cuestión de ser infantilmente rojo o azul, sino simplemente inteligente y justo. ¿Tan complicado resulta?

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