jueves, 3 de septiembre de 2009

La Gran Rajada

Alguien dirá que ya nos hemos vuelto a pasar, pero hay cosas que sólo se entienden si se vive en Salamanca. Los de fuera no lo entenderán, tampoco el rey que se abrocha al trono... Ya saben, somos ácidos por naturaleza, además de serios
Algún día un Santiago Segura de la vida tendrá que hacer una película al estilo Torrente del alcalde de Salamanca, Julián Lanzarote, más conocido ya por los salmantinos como 'María Auxiliadora 75-81'. Los de fuera no lo entenderán, pero los de aquí se parten con el nuevo mote del interfecto. Cuando se le ve en persona por alguna razón recordamos en un guardia civil con tricornio y ese bigote, esa voz, y ese fuste de columna dórica forrada de farinato le ha ganado otros apodos: "El tipo que cogió al Lute", "La esfinge bigotona", "Me llamó Julián Hago lo que me da la gana Lanzarote". Cumple a la perfección con el canon del cacique despótico, así que no vamos a gastar saliva ni a vacilar sobre su persona. No merece la pena. Simplemente decir una cosa más: quiere quitar el bus público a partir de las diez de la noche. O sea, que tendrá que buscarse un escolta más no vaya a ser que un vecino le pegue dos idas y venidas con los cinco dedos extendidos cuando se lo cruce por la calle. Un último encontronazo del susodicho con la cosa pública y con el pueblo nos llevan a hacernos varias preguntas clave sobre el Ayuntamiento y los que votan al reyezuelo: 

1. ¿Por qué el concejal de Cultura, Turismo, Festejos y Lo Que Haga Falta se ha dejado barba y ahora parece D'Artagnan en busca de los otros tres para ver si recuperan el collar de la Reina?
2. ¿Por qué sigue el medallón de Franco en la Plaza Mayor? Ya puestos, si hay que respetar la historia, podríamos poner uno de Abderramán III, Almanzor, Durruti o Millán-Astray, aquel que intentó pegarle un tiro a Unamuno mientras Carmen Polo lo sujetaba...
3. ¿Por qué la administración municipal espera la apertura de El Corte Inglés como si estuviera a punto de llegar el segundo Mesías, so pena de convertir los aledaños el próximo 11 de septiembre (lo inauguran) en lo más parecido al zoco de Estambul en plena estampida pre-Ramadán?
4. ¿Por qué cuando se entra en el Ayuntamiento parece que el ciudadano está en un control antidoping y ya sólo falta que un municipal a punto de jubilarse le diga "por favor, orine en este bote"?
5. Y sobre todo, ¿por qué no hacen el cambio generacional en los bedeles del Ayuntamiento, que ya parecen todos los colegas de Imanol Arias en 'Cuéntame', por Dios...?

PD: Que conste que la mitad de las preguntas no son nuestras, estaban escritas en un graffiti cerca del Paseo de Canalejas...

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