sábado, 13 de septiembre de 2008

Ese tipo del espejo, ¿no será Mr.Hyde, verdad?


Un equipo de piratas griegos ha saboteado temporalmente el sistema informático del acelerador de partículas de Ginebra, el mismo que ha sido denunciado por varias asociaciones ante el temor de que sus experimentos puedan generar un agujero negro que se trague la Tierra. Además, todos los religiosos del mundo andan mosqueados porque igual los 10.000 físicos, ingenieros y matemáticos que andan metidos en este colosal proyecto podrían terminar por dar con Dios: los científicos, no ellos. Anda el orbe revolucionado, tanto como para pensar que un agujero negro se nos comiera. Cierto, podría ser, pero también podría ser que ya existiera ese punto oscuro por donde se va todo, hasta la luz. Son esos rincones negros por donde se cuela la democracia, por donde la razón se inhibe, por donde los programadores culturales siguen alimentando los mitos de la idiosincrasia ibérica en todas sus formas, un país incapaz de escapar de sí mismo... y por cierto, los piratas informáticos griegos casi llegan al sistema de control de las máquinas que controlan el acelerador. A ver si a alguno se le ocurre meter los dedos en el enchufe, oye. 

Y ahora, encima, Corso Expresso tiene que ver con cierta mezcla de parsimonia y horror cómo un antiguo conocido de personalidad nebulosa y menor talento exhibe genio y cierto talento en un medio nacional. Si la envidia tiñera, igual más de uno en este equipo andaría por la calle como si fuera al desfile de San Patricio, solo que caminando de pie y no a cuatro patas como suelen hacerlo los irlandeses el día de su patrón (Dios Guinness mediante, claro está). Son malos tiempos para la lírica, para la amabilidad, y perfectos para la acidez (mental y de estómago). Pero también dicen los sabios que reconocer el mérito ajeno, el genio del otro, es el primer paso para intentar mejorar y superar a ese otro que martiriza. Lo peor es darse cuenta de que ese otro, en realidad, es uno mismo. ¿No les parece esquizofrénico competir contra uno mismo? Queda muy bien en los libros, en las conversaciones, da incluso cierto nivel intelectual, pero es una gilipollez en grado sumo. Aunque últimamente ese tipo del espejo empieza a inquietarle, ¿a que sí...?

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