La lista de agravios es larga para quien sueña un mundo mejor: corrupción política, el PP que ya parece Bette Davies en pleno subidón de antidepresivos, el PSOE convertido en una muñeca hinchable con varias fugas y a la que se pasa por la piedra hasta ese minúsculo partido ultraperiférico que es ERC, Sarkozy que quiere ser Berlusconi, un Berlusconi que ya es un personaje de Darío Fo, los ingleses que no paran de socavar a nuestra amada Europa para no dejar de ser ese pequeño país de tocapelotas que se cree que podrá sobrevivir a China, EEUU, Rusia, Brasil, India o Japón (pobres ilusos, tan pragmáticos y a la vez tan naïf y lerdos)… Sobre esto último hoy Lluís Bassets habla en ‘El País’, y lo clava. Pero nuestra anglofilia unida a repentinos brotes de anglofobia son otra historia para otro día.
Todo eso para llegar a un punto, Mediapart, un pequeño periódico fundado y dirigido por el ex ‘Le Monde’ Edwy Plenel, con sólo 30.000 abonados y que ha metido en un embrollo monumental a Sarkozy y varios de sus ministros: ha destapado una red de financiación ilegal de los conservadores franceses. Los insultos y las críticas han caído como el granizo: que si usan métodos fascistas, que si es mentira todo, que si lo hacen para ganar adeptos desde su pequeñez, que si Plenel es como Goebbels… y Plenel que se defiende con sentido común. Resulta que todo lo que ha contado, vaya vaya, es cierto, y que ellos sólo hacen periodismo de investigación, y que un medio digital es tan serio como uno escrito, que el soporte de papel no otorga un aire de divina sacralidad. Cosas como ésta son las que marcarán la diferencia futura entre digital y no digital. Es el primer scoop digital en Europa, así que nos descubrimos el sombrero ante ellos. Y mientras, Sarko, como Berlusconi. Sólo le falta divorciarse de la Bruni con el grupo de coristas del Moulin Rouge en la piscina del Elíseo.
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