No hacen falta muchos comentarios, simplemente vamos a reproducir partes del texto publicado por elmundo.es en su edición de hoy sobre el último informe de la SGAE sobre asistencia a espectáculos. Son como tres cañonazos:
1. El teatro, que se resistía a caer a pesar de la crisis, y que no se puede piratear, perdió casi un millón de espectadores en un año. La pérdida fue de unos 3,3 millones de euros de ingresos.
2. La afluencia a conciertos cayó un 8,4%, hasta 31.1 millones de espectadores, mientras que la taquilla perdió 10 millones de euros.
3. El cine, hundido en la miseria por la piratería y según qué fobias nacionales, aumentó el volumen de espectadores sólo por el uso del 3D, que como novedad durará hasta que la gente se acostumbre y luego volveremos a lo mismo. Hasta los 678 millones de recaudación.
Conclusión: el truco del mago del 3D ha surtido efecto, y pasa a engrosar la lista de avances del cine para meter más espectadores en las salas (color, sonido, formato de las pantallas, pases de mañana, el Dolby Surround, ahora esto de las gafas...), mientras que la crisis ya pasa factura a los espectáculos que no se pueden piratear, como el teatro y los conciertos. Cuando escampe volverán a subir, pero mientras tanto, alguien debería decirles a los jefes de los festivales que bajen los precios, que más vale pájaro en mano que no millones volando. Es un paso, y más en un país donde lo gratuito está sacralizado como aquí.
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