
Parece ser que Barack Obama podría ser presidente de Estados Unidos. ¿Quién lo iba a decir? El mismo país que en los años 60 linchaba a los negros por mirar a una mujer blanca, que vendía drogas en los guettos negros para empujarles a la marginalidad absoluta, que se negaba a dejar que niños negros y blancos estudiaran juntos... El imperio americano, una vez más, da un giro sobre sus talones para que, como dijera El Gatopardo, "todo cambie para que todo siga igual". Ahora los negros tienen más dinero, se han aburguesado, igual que muchos latinos, mientras los blancos se hunden en su marasmo generacional y se niegan a mezclarse para crear una nueva estirpe de americanos mestizos que dieran más lustre al imperio. Puede que Obama sea presidente, o puede que como dicen los demócratas, el americano medio miente en las encuestas para no parecer racista. Quizás gane McCain, pero su avanzada edad, sus achaques de salud y su incapacidad para dejar de ser el mismo blanco conservador de toda la vida no auguran nada bueno. Mejor este hombre de sonrisa de anuncio; se parece a JFK, esperemos que dure lo suficiente para ilusionarnos a todos.
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