Wolman fue el primer fotógrafo que tuvo la biblia de la música moderna, la primera revista del género, creada por Jann Wenner y Ralph Gleason, a pachas entre él (y sus fotos, claro está), al que conoció durante una conferencia sobre música en el San Francisco de principios del 67, antes de mayo del 68, del verano del amor hippie y del festival de Woodstock. Porque Wolman fue testigo de todos esos eventos, estuvo allí y se ha traído a Salamanca la memoria viva de aquellos años de maravilla en los que compartía vida y obra con Janis Joplin, The Who, Grateful Dead (con Jerry García a la cabeza), los Rolling Stones, el genial e inabarcable Jimmy Hendrix, Bob Dylan, BB King, Pink Floyd, Johnny Cash, James Taylor, Chuck Berry, Jim Morrison… Si sería mítico, que un miembro de Corso Expresso afanó un catálogo con sus portadas de la revista y consiguió que se lo firmara. Un poco de mitomanía para gente que no lo es en absoluto, ¿o quizás sí y no se ha dado cuenta?
sábado, 18 de octubre de 2008
Baron Wolman: nuestros ojos en el mito
Salamanca no deja, al menos de momento, dedicarse a otras cosas. La fiebre expositiva la cerró un hombre mítico, Baron Wolman, un hombre mítico que retrató con sus Nikon los tres mejores años de la historia del rock: de 1967 a 1970. En el Palacio de Congresos, hasta el 29 de noviembre, muevan las piernas y el bolsillo para venir, ha quedado lo mejor: fotografías, planchas originales, revistas y discos que marcaron a fuego la música entre 1967 y 1970, el trienio en el que Wolman cofundó y ayudó a dar leyenda a la revista Rolling Stone.
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