Primera hora de la mañana. Uno de los friki-criminales que engrosan el Equipo avisa que por fin ha visto, abrazafarolas él, ‘The dark night’, y que efectivamente el protagonista no es el hombre murciélago sino el Joker. Bale se limita ha hacer un cameo disfrazado de Batman mientras el otro repite una y otra vez “Why so serious?” (¿Por qué tan serio?). Literalmente extasiado, en un minuto de conversación vincula la interpretación del ya fantasmagórico Heath Ledger con el anarquismo, el nihilismo y lo que más de un autor ha llamado “la teoría de la cicatriz sin cerrar”. La famosa frase de Nietzsche de “Lo que no me mata me hace más fuerte” es tan falsa como una moneda trucada: puede que no nos mate, pero la cicatriz debe cerrarse para que la experiencia sirva de algo. De lo contrario le ocurre como al personaje del Joker, que esas cicatrices supuran y no se cierran; entonces los latigazos de la vida se convierten en el abanico de neurosis, demencia y nihilismo que son el fracaso del ser humano. En la película se dicen frases como “Algunos hombres no razonan, sólo quieren ver arder el mundo”. Pero la mejor la dice el propio Ledger: “Soy un perro estúpido que persigue coches inútilmente. ¿Qué será de mí el día que consiga alcanzar uno?”
Es imposible explicar mejor cómo se hunde la moral, la voluntad y la razón por el peso del dolor, el fracaso total del espíritu. Es el mismo mecanismo que explicaría por qué los nazis siempre buscaban a los marginados, los humillados y los mediocres para engrosar las peores filas de sus ejércitos: dale un punto de apoyo a un desgraciado y se convertirá en un verdugo sin alma. O como dicen los judíos, “quien ha sido víctima termina siendo el peor ejecutor posible”. Ellos lo sabían bien, por eso los capitanes de la guerra del 56 contra los árabes eran todos supervivientes de campos de concentración. Contra eso hay una frase de un conocido mafioso: "Cada cicatriz es un recordatorio de que debo levantarme una vez más a la mañana siguiente, si todavía respiro". Traducción: la vida es dura, pero eso no es una excusa para no continuar y buscar ser un virtuoso, por el bien de todos y de uno mismo. Así que cósanse las cicatrices y avanti.
Pd: ¿Ven como de una simple película se puede sacar de todo…? Cada columna en manos de un simple es una opinión perdida, que diría el otro.
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