Vivimos tiempos raros. Lo son porque las artes se separan entre sí al mismo tiempo que se unen para crear nuevos mitos. El arte se ha convertido en una fábrica de iconografía moderna, una nueva mitología que haga realidad la parábola de Damien Alexander: cuanto más tecnificada y aséptica es nuestra vida, cuanto mayor es el materialismo que nos condiciona, mayor es nuestra ansia de ser místicos, mitológicos y espirituales. No son pocos los que señalan que frente a la muerte prematura del cristianismo (ya no convencen, es una religión preindustrial sin futuro si no cambia) por la vía de la apatía el auge del budismo y las corrientes filosóficas orientales obedece a esa obsesión occidental por la trascendencia. Pero esa necesidad congénita de épica vital en Europa y Norteamérica se traduce en otro tipo de situaciones, como la construcción a golpe de cine, cómic y literatura de toda una nueva mitología fantástica.
No es casualidad el éxito de 'Star War's (que ya es santo y seña de dos generaciones, con lo cual evade la trampa de ser un símbolo generacional para convertirse en un clásico gracias a ese Fausto moderno que es Vader), ni de 'El Señor de los Anillos', ni que la 'Odisea' sea el libro más editado en los últimos 30 años después de los de Tolkien y la Biblia, ni que el cómic diera el salto definitivo hacia la categoría de novela gráfica precisamnte en los últimos diez años. En breve se estrenará 'The Watchmen' y el mundo comprobará si la oleada iniciada por Tim Burton en 1989 con 'Batman' tiene sentido todavía (las primeras críticas no son muy buenas...). Pero todavía queda por forjar al nuevo Ulises y contar la nueva Odisea, el nuevo mito fundacional de la cacareada Cuarta Edad de Occidente de la que tanto se ha hablado pero que no termina de llegar. Umberto Eco dijo hace tiempo que Europa está deslizándose hacia una nueva Edad Media dominada por la tecnología en lugar de la religión, y eso incluye el regreso de los mitos. Sea como fuere, esperamos al que sea capaz de crear al nuevo Ulises.
1 comentario:
Me gusta tu primer parrafo. Presente en mi subconsciente, pero nunca había visto la luz. Me es familiar. A qué crees que se debe? Esa búsqueda del espiritualismo en un mundo tan materialista. Un lavado de conciencia, moda o que realmente nos damos cuénta de lo vacíos que estamos?
Te echo de menos
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