lunes, 9 de febrero de 2009

Darwin: 200 años revolucionando el mundo

Cuentan la leyenda que un espeso y abismal silencio siguió a la exposición de la teoría sobre el origen de las especies de los británicos Charles Darwin y Alfred Russell Wallace. Era el 1 de julio de 1858, y este año el bueno de Charles cumpliría dos siglos. Atacado y defendido a partes iguales, fue el hombre que puso la puntilla final al modo de entender el mundo del cristianismo y la mayoría de las religiones y creencias: supuso la victoria definitiva de la ciencia sobre la religión. Él por lo menos demostró que tenía razón, pero todavía hoy los creacionistas niegan la mayor a Darwin, que le dio un vuelco total al modo de entender el mundo por parte del ser humano. Y todo a partir de dos puntos: primero, que que las especies tenían un origen común y era la selección natural la que permitía la supervivencia de los más fuertes; y segundo, que por lo tanto el hombre era un animal y tenía también un origen nada divino. De ahí a que el mundo no se creó en siete días…, fue cuestión de tiempo. Hoy, a pesar de las fantasías infantiles de los que piensan que la religión universalista lo explica todo (ay, ilusos..., qué fácil es engañaros), se hace evidente que Darwin se llevó el gato al agua y hoy bailamos a su son. Entonces le parodiaron y satirizaron como si fuera un mono; hoy es uno de los iconos de la modernidad y del progreso. Si no fuera por él, sí que seguiríamos siendo monos estúpidos. 

Pd: recomendamos el especial sobre Darwin de nuestra particular Biblia, 'El Cultural'. 


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