sábado, 15 de noviembre de 2008

Cultura por saturación: Mario Bros corriendo

Cabezas colosales, de Meninas, de otras obras del arte español, bronces inmensos en la Plaza Mayor de Salamanca a cargo de Manolo Valdés. Un recorrido fotográfico por la memoria de la Brigada Lincoln en la Guerra Civil en el Patio de Escuelas. La historia viva de México desde su independencia hasta los 70 con cien fotografías que lo dicen todo de un país irreductible y terrible (valga el pareado) en Santo Domingo, conciertos en todos sitios, tantos que se pierde la oportunidad de disfrutarlos; Bunbury, el reutilizable, el camaleónico, el sobrevalorado, hoy sábado en el Sánchez Paraíso; el Ayuntamiento que presenta Art Salamanca cuando apenas hay dinero para comprar... Todo eso es esta ciudad un sábado cualquiera, los días en los que se concentra todo porque la gente tiene más tiempo libre: saturación pura y dura. 

Los salmantinos empiezan a parecerse a Mario en su juego, todo el día de un lado al otro. Quitando a Bunbury, que es como un parche de nicotina para quien lleva 40 años fumando, el resto son puntos interesantes que terminarán por perderse. Todos salvo Art Salamanca, un invento netamente populista que responde al terrible complejo de inferioridad que tienen en el Tormes con Valladolid, y mucho más en sus dirigentes. Si por Pucela (casi medio millón de habitantes) dicen que el sol es dorado, aquí (apenas 150.000 almas) dirán que es verde sólo por jorobar. Ya hemos visto que los problemas se solucionan creando otros: 1. No hay cultura, y como vamos a vivir de eso, visto que no hay industria y tenemos arte, pues saturamos al personal. 2. Valladolid se lo lleva todo, así que venga a llorar. El victimismo nunca ha hecho bien a nadie: es pan compasivo para hoy y desprecio para la eternidad. Y de Art Salamanca, y de su comisario listillo (Javier Castro) especializado en vender humo, ya hablaremos mañana. 

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