miércoles, 13 de agosto de 2008

Berlín (3) - The Exit Gallery


Es fácil recordar la imagen más simbólica de la caída del Muro de Berlín: un montón de gente subida en la parte alta, de cara hacia el lado occidental, ese muro lleno de pintadas y graffitis mientras un tipo aporrea el hormigón sin piedad con un mazo de obrero. Los demás le aplauden y se perciben los flash de las cámaras en plena noche berlinesa. Ahora ya no queda nada del 'Berliner Mauer', si acaso una línea de losetas y placas que discretamente siguen el trazado del muro por calles y plazas que ahora están abiertas y libres. En la Potsdamer Platz un tipo vestido con un uniforme soviético vende recuerdos comunistas mientras llama a los turistas en tres idiomas diferentes, dejándose hacer fotos junto a cuatro pedazos del muro colocados frente a la Potsdamer Bahnhof para que los visitantes se hagan una foto. Queda otra parte, a la que han llamado 'Exit Gallery', y que en realidad son unos dos kilómetros de muro colocados a lo largo del río Spree camino de Treptow, hacia el sureste de la capital. Se llega a él recorriendo la larga Karl Marx alle, una avenida mastodóntica de corte comunista espartano y que ahora flanquean ríos de árboles que ocultan fachadas soviéticas: feas al ojo europeo, pero que tienen su encanto, todo hay que decirlo. Esos dos kilómetros de muro son un recordatorio vivo y una forma de honrar el arte urbano y popular del graffiti, usado entonces como reivindicación pacífica del oeste y que hoy en día son un libro abierto, una galería mejor dicho. A un lado la calle, al otro el Spree, que se hace inmensamente ancho hasta el gran puente de ladrillo rojo y aspecto centroeuropeo que pasa hacia Treptow. Por cierto, otro día hablaremos de cómo los berlineses aprovechan cualquier espacio para plantar un mercadillo de arte o de objetos de segunda mano. En España pondrían un bar..., aquí venden cosas. En serio, esto no es normal...

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