jueves, 17 de julio de 2008

¿Estresado yo?


El verano es mal consejero, muy malo. El calor, las plantillas que se reducen, el estrés... En la prensa aparece el llamado Síndrome Negro. Lo de negro es porque el periodista se quema tanto por el trabajo y la incompetencia propia y ajena que termina negro como tizna de carbón. En una rueda de prensa un conocido periodista y colaborador, esperando a los invitados, comentó con otros parte de los síntomas: "es increíble, como si no tuviera suficiente con mi estupidez además tengo que aguantar estar rodeado de imbéciles. Y los gilipollas de mis jefes, la madre que los parió, son los peores de todos, los más inútiles...". Así durante cinco minutos. Es un tema habitual en esos momentos previos de espera, pero esta vez el pobre diablo se puso tan colorado, acabó tan harto, que terminó por coger la nota de prensa y largarse con un "que les den a todos". Si tiene la mala fortuna de ser periodista, no se deje llevar, simplemente coja aire y recuerde la vieja parábola confuciana: soy una piedra de río, el agua me rodea, me sobrepasa, pero no me atraviesa. Repítanlo varias veces. Salud y suerte. 

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