viernes, 7 de agosto de 2009

¿Qué es un "fake"?

Hace algún tiempo uno de los nuestros, de los más sicilianos, soltó un brutal “fake” en un periódico. Para poder hablar sobre la feria ARCO 2009 y el coleccionismo en tiempos de crisis aseguró que una abuela suya tenía un Picasso que tuvo que vender, y que con las ganancias vivió la familia durante un tiempo. Si sería interesante la jugada que el director del centro de arte contemporáneo DA2, cuando le vio, le sujetó frente a una de las esculturas de Marc Bijl y le preguntó si era cierto o un “fake”. “Lo segundo, ¿pero a que funcionó?”, le contestó. En el arte contemporáneo hay toda una corriente, la más politizada y ligada a la fotografía, que hace un uso masivo de este tipo de este recurso comunicativo. Vamos a explicarnos (¡bien, otra ración de pedagogía!). 

Un fake es una técnica subversiva en la que se cuela una falsificación como un mensaje del poder o del propio sistema social establecido; dura lo suficiente para que la gente pique, pero al mismo tiempo es deliberadamente imperfecto para que la gente se dé cuenta más tarde y cuestione así la veracidad de los medios de comunicación. En el DA2 y el MUSAC leonés, o en las galerías catalanas y vascas, se ha convertido casi en un tópico exponer obra cargada de este recurso. Desde David Escanilla al propio Bijl, o el colectivo Un Mundo Feliz, todos han utilizado el truco con el que denunciar a la publicidad, el consumismo y los engaños del poder. La cuestión, a fin de cuentas, es tocar las narices al de arriba y hacer reír torvamente al de abajo, que le ve las vergüenzas al emperador en ese instante. No es una mentira y tampoco es una falsificación, es algo más complejo, es una reconstrucción de la realidad con un mensaje agresivo implícito en esa reconstrucción. Un ejemplo mejor: alguien desmonta coge una imagen de Scarlett Johansson y la escanea, para luego montarla, con traje de noche, junto con una gran fotografía de un campo de refugiados en Darfur. Parece que está ahí, pero no está, y sirve para denunciar la opulencia y la vacuidad del consumismo. For example. 

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