miércoles, 1 de julio de 2009

Man Ray en Salamanca

Man Ray resurrecto en Salamanca, en la Sala Caja Duero hasta el 6 de septiembre. Eso lo informativo, ahora lo bueno. La modernidad artística no nació como la modernidad política y económica, entre 1776 y 1820. Surgió mucho más tarde. Fue con el impresionismo. A partir de ahí, barra libre hasta llegar a Man Ray, el primer americano que cruzó la barrera cultural atlántica para convertirse en la guinda de las vanguardias europeas. Desde que conociera a Marcel Duchamp en 1915, año de su primera exposición individual, Man Ray fue uno de los mejores ejemplos de artista total del siglo XX. Con la misma falta de escrúpulos (para escándalo de André Breton, por ejemplo) mezcló surrealismo y dadaísmo, el cubismo de su amigo Picasso o convertía su vida en una cadena de sesiones fotográficas, fiestas y estudios de sus amigos creadores, desde Chagal a Dalí, desde el icono vivo de Kiki de Montparnasse a su particular Santísima Trinidad de la Vanguardia que formó con Duchamp y Francis Picabia. Los tres cambiaron para siempre el arte contemporáneo, se adelantaron quizás unos 20 años y sólo la hecatombe de 1939 frenó su potencial. 

El estilo Man Ray convirtió la fotografía en arte puro y duro entre 1921 y 1940. De su cabeza salieron las solarizaciones de la imagen, el trabajo de desnudo simbólico con mujeres, la pintura con aerógrafo sobre papel fotográfico, montajes, óleos, esculturas, trabajo cinematográfico, objetos… Ray hizo y realizó de todo, se convirtió en un ideólogo sin saberlo, en uno de los demiurgos que trazó las líneas que luego continuaría el arte abstracto, el pop-art (sobre todo) y el resto de corrientes de posguerra. Su fino sentido del humor, su vitalidad y sensualidad consiguieron para su nombre lo más grande para un artista: que le imitaran sin cesar. Su lapidario personal incluyó frase como “La búsqueda de la libertad y el placer, eso ocupa todo mi arte”. Erótico hasta decir basta, se peleaba con Picasso por las amantes al mismo tiempo que perseguía la irracionalidad como elemento artístico. Fue, además, uno de los pocos que vio en vida una retrospectiva suya en el MOMA de Nueva York. Merece la pena moverse hasta Salamanca, no dejar escapar una oportunidad única para contemplar las cerca de 200 piezas de uno de los padres del arte y el diseño moderno.  

Pd: Hacednos caso, pinchad en los enlaces y ampliad horizontes...


1 comentario:

MAGNOLIO dijo...

Te hago caso y voy a la exposición, jajajaja, un mes más tarde!!!! En realidad es al revés, vuelvo de Salamanca y voy al Google a saber más de Man Rain y encuentro esta página (este es mi segundo comentario). No tengo ni idea de fotografía, pero aluciné en colores con Main Rain tanto que volví al dia siguiente, pero llegué tarde y... oye, mejor intento mandarte un mail, te lo cuento y de paso te pido un favor.