El rey europeo de la fotografía escenificada, Erwin Olaf (y asiduo a Arco, como en este mismo año, donde compartió stand con Enrique Marty, para los amantes del anecdotario), entrará por la puerta grande en el último trimestre de 2009, una versión mucho más transgresora de Gregory Crewdson, que tanto éxito tuvo en Salamanca. Será en el DA2, ese rinconcito gestionado con demasiada ambivalencia y mucho más servilismo del necesario por Javier Panera (¿se acuerdan del Superhéroe salmantino?). Preparada para el próximo mes de octubre, aunque todavía con las fechas por determinar, la retrospectiva exhibirá algunas de las obras más polémicas de un fotógrafo acostumbrado a arrasar allí por donde pasa, dos veces ganador del Festival de Cannes en su vertiente publicitaria. Sus imágenes son casi cine, suspiros de cine atrapados en un leve instante, y que no se para en barras a la hora de manipular y manosear mitos como el de Diana de Gales, como en la imagen de esta misma página. Su obra también sirve de denuncia de muchas actitudes de dominación, especialmente sobre la mujer, que quedan reflejadas en muchas de sus series. Algunas de sus más famosas series son ‘Grief’, ‘Rain’, ‘Royal Blood’, ‘Mature’ (sexo y madurez), ‘Fashion victims’ (crítica descarnada sobre el consumismo asociado al sexo y la moda).
Repleto de humor y ganas de romper fronteras igual que su compatriota Marc Bijl (ambos ciudadanos de la liberal y provocadora Holanda), también ha combinado su faceta artística con trabajos muy elaborados para el capitalismo recalcitrante de Levi’s, Nokia o Microsoft, por poner pequeños ejemplos. Todas sus obras están marcadas por el exagerado barroquismo de lo que en el arte contemporáneo, y mucho más en fotografía, llaman algunos 'cool bloody images', algo así como una vuelta de tuerca llena de glamour asesino para convertir las fotografías en puñaladas traperas contra la sociedad. Humor, sexo, sensualidad, engaños y muchas ganas de reír. Olaf no se corta, como Marc Bijl, y eso le honra, le enaltece frente a un arte contemporáneo que tiene mucho de artificio. Él no admite nada que no pase por sus manos, con lo que su estudio-iglesia en Amsterdam se convierte enseguida en un pequeño ente manipulador. En los últimos años ha vuelto a cierto formalismo, pero lo que verá el público en el DA2 es una estocada de florete al diafragma. Otro subversivo más, estupendo, deliciosamente irónico en su forma, por ejemplo, de retratar a la vengativa Lady Di con el símbolo del Mercedes en el que se mató clavado en el hombro.
1 comentario:
Me da la impresion de que eres injusto con panera, si hubiera sido servil habr'ia aceptado que le montaran una feria de arte en el Da2 y tan contentos, oponerse a eso y por lo que dicen a otras cosas peores, estuvo a punto de costarle el puesto, si tu crees que eso es servilismo es que conoces poco la situaci'on del DA2
Cada dos o tres meses voy por salamanca y me maravilla que aquel pequeno equipo haya aguantado con tanta independencia tanto tiempo y con una programacion a la altura de cualquier museo europeo. Supongo que no soy neutral Panera me dio clase y, aparte de ser un excelente profersor de critica siempre nos inculco respeto a las criticas de los demas, pero mi opinion es que servil no seria la palabra correcta, Estoy de acuedo contigo en que la expo de Marc Bijl es muy potente, la de Olaf en cambio me interesa bastante menos
PD Felicidades por este blog, esta bien que en salamanca la gente se mueva
Black
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