La Universidad de Salamanca se puso una medalla hace ya tiempo con su particular mimo cultural a la música. Y lo sigue haciendo un trimestre tras otro desde que la programación cultural se impuso como norma y política institucional en 2002. Ellos lo hacían antes, fueron de hecho el espejo en el que se miraron el Ayuntamiento de Salamanca y quizás Caja Duero, muy dada a poco popular que mucho mediano. La Usal no tiene tanto dinero como otros, pero sí que parece tener un especial cuidado en lo cualitativo. En próximos post diseccionaremos los tres apartados: jazz, pop y étnica. Ahora, de momento, arrancamos con el jazz y el maestro europeo alemán que es Joachim Kühn. El viernes 30 de enero dejará en la cuneta la mediocridad que le rodeará en las programaciones con un par de acordes que ejecute: nacido y criado en la poderosa escuela clásica germánica (quizás la mejor del mundo), Kühn es un mito europeo cuyo trío jazzístico hizo historia desde que a principios de los 60 inaugurara el género de los grupos de free jazz, estilo muy americano que por fin después de la guerra empezaron a cuajar en Europa para dar lo mejor. Ya saben, Europa estaba un poco acartonada y cuadriculada, y el jazz era lo más americano: libertad, improvisación, sigue tú a partir de aquí si tienes talento... Fue también el precursor del jazz experimental y en los 70 creo la Association PC, que le entroncó con el jazz fusionado con rock que ya por entonces se hacía en EEUU. Más vale poco bueno…
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