Cerrad los ojos. Imaginad que por una vez en la historia el sentido común se abre camino entre los prejuicios y las listas (blancas y negras) de privilegiados sin derecho a serlo. Imaginad que Caja Duero, el Ayuntamiento (con todas sus fundaciones y cajas negras a la cabeza) y la Universidad de Salamanca se olvidan de lo que son y se acuerdan de lo que deben ser. Imaginad que, todos a una, deciden montar el concierto perfecto: no importa el lugar, o el precio, sería el momento de echar el resto y no perdonar deudas a los amigos, por caciques y ricos que éstos sean. En la misma noche, todos juntos por y para la música, por y para la gente, olvidándose de que cada uno es hijo de un estilo y de unos gustos que se fanatizan cuando la mente no ve más allá de sus propias murallas.
De 9 de la noche a la 1 de la mañana, con apenas una hora para interpretar lo mejor que hubieran parido. Arrancaría Calamaro, y a las diez le tomaría el relevo The White Stripes; después, cuando el reloj diera las 11.00, subiría Radiohead. A las 12.00, en la hora perfecta, con el escenario despejado, U2, en pleno Apocalipsis faríngeo de Bono y en plan “el último concierto antes de que se aburran de la vida y se retiren”. Imaginadlo. Bien, pues ahora despertad porque eso no lo verán vuestros ojos en la vida. Desde luego no en Geriatricolandia. Porque los sueños, sueños son…
1 comentario:
Hola crack
Me he llevado una grata sorpresa con este pedazo de blog
Yo quitaría a U2 de ese cartel y podría sobre el escenario a Neil Young, Van Morrison y Dylan, rollo The Last Waltz. Ya puestos a pedir...
Un matiz (como dice uno que yo me sé): 5 Minutos en Marte no va a hablar mucho de música, no creas, hablaré de todo un poco. Ah, y si quieres, también puedes leer las choarradas que escribo en www.diasconta2.blogspot.com
Abrazo
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