Esta entrada es para varios compañeros de profesión que han sido represaliados en Salamanca en las últimas semanas. Se llama hastío por la mediocridad en los medios, hastío de las jerarquías inútiles que ni escuchan ni piensan, de los privilegios de aquéllos que bajan la cabeza, de los que censuran opiniones porque no le gusta al “felador” de turno. Hastío de que en los medios se premie lo efímero y lo frívolo frente al talento de lo escrito. Hastío de que la apariencia siempre gane al fondo y de que las sonrisas y el encanto pesen más que las neuronas. Hastío de que una leona que merecería mucho más quede enjaulada por los celos, la ignorancia y la mediocridad que nos rodea. Hastío de que por una miseria nos exijan sacerdocio de 24 horas cuando muchos supuestamente mejores apenas hacen ocho horas. Hastío del mar de ignorancia, servilismo y estupidez caciquil en la que flotamos. Hastío del peor oficio conocido. Nosotros y las putas, sólo que ellas muchas veces cobran más. Sólo podemos decir una cosa: que al final el tiempo y la mierda ponen a cada uno en su lugar. Paciencia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario