lunes, 2 de junio de 2008

Efectos colaterales de la miopía


Nadie ha dicho cuándo, pero Calamaro vendrá a Salamanca, igual que Amaral, dos buques de la música en español que en breve pasarán por esta ciudad que podría ser la capital mundial de la cultura hispánica y de momento sólo es una sucursal del negocio del turismo cultural de provincias y del jamón de Guijuelo (que dicho sea de paso, está genial, otra cosa es que haya dinero para afanárselo...). Las discográficas y productoras no tienen mucho respeto por los mismos medios de comunicación que se empeñan en hacerles trabajos de prostitución gratuita. Los jefes del cotarro eligen qué periódicos pueden hacer entrevistas y cuáles no, con mucha miopía. La eterna pregunta de ¿cuál es el periódico líder allí? se convierte en una censura indirecta que da de comer al poderoso en lugar de repartir el alimento a los demás. Y luego, si eres sincero y dices que el músico de turno es un mediocre, entonces pierden el culo para llamarte y ponerte a parir... Más de un periodista ha recibido llamadas muy bordes, o reprimendas de un jefe que se ha comido sin quererlo ni beberlo un guantazo telefónico. Pues no es por nada, pero si las discográficas (esas hijas de Satán asesinas de la música) quieren la alfombra roja, entonces que tengan más amplitud de miras y no se lo den todo hecho a un periódico que es líder pero mediocre...

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