martes, 25 de octubre de 2011

La biografía de Steve Jobs


Cada vez está más cercano el momento en el que la primera biografía "autorizada" de Steve Jobs vea la luz, de las primeras también que no caen en la trampa del bombo perpetuo. Como decía ante las cámaras uno de los privilegiados lectores asiáticos que acudieron ayer a comprar 'Steve: the book of Jobs' (Walter Isaacson - Editorial Debate), "espero que sea un libro que le humanice, no que le describa otra vez como un dios". Su autor, Walter Isaacson, forjó una profunda admiración por el personaje y la persona en sus cerca de 40 entrevistas, pero también deja constancia de las manías, la soberbia, el perfeccionismo y lo fatuo que podía llegar a ser el hombre detrás de la manzana. En España la edita Debate y sale a la venta el próximo viernes. Al parecer, una de las pocas cosas que hizo Jobs con el libro fue cambiarle la portada para poner esa foto en blanco y negro con su jersey de cuello de cisne que tan famoso le hizo.

Jobs, según el anticipo del libro, fue un verdadero visionario que quería unir arte y tecnología. Algo de eso ya se ve en la película 'Los piratas de Silicon Valley', pero con un trasfondo de evidentes conflictos psicológicos que Isaacson coloca en su justa medida: era muy exigente consigo mismo, y esa actitud la proyectaba, a veces con muy mal genio, sobre los trabajadores. Creó productos que la gente no necesitaba, pero la gente acabó adorándolos, y a él siguiéndole como a un gurú espiritual más. Entre algunas de las perlas del libro está su negativa a hacer caso a los médicos por su cáncer: prefería comer naranjas a tomarse las medicinas, lo que agravó el desarrollo de la enfermedad. También su admiración contradictoria hacia Bill Gates, su apoyo a Obama (aunque obligó al presidente a que le llamara si quería conocerle) y el desprecio que sentía por sus competidores. Trabajó hasta casi el momento antes de su muerte, y su objetivo estaba centrado, siempre según Isaacson, en Apple TV y los libros de texto.

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