Frente al Antonio Muñoz Molina novelista, el que vive y se desvive por los cuentos, un género mucho más exigente y en el que confiesa, suele tender hacia el humor y la fantasía. ‘Nada del otro mundo’ (Seix Barral, 18 euros) es el compendio de muchos cuentos y relatos escritos entre 1988 y este mismo año. Un viaje hacia un destino diferente, y que incluye un relato inédito. ‘Nada del otro mundo’ descubre a un Antonio Muñoz Molina divertido, autocrítico e insólito. Un incisivo humor se filtra a través de estos cuentos de terror, de amor y muerte, en los que la inesperada aparición de escenas al más puro estilo del género fantástico tiene la facultad de mantener el suspense, maravillar al lector y multiplicar las lecturas de la narración. Todo un giro sobre los talones de un escritor “serio” que lleva sobre sus espaldas una carrera más que fructífera y encomiable carrera literaria, uno de los grandes, a medio camino entre Nueva York y Madrid.
En defensa del género, el escritor explicó a los medios que “el cuento necesita un espacio que acaba siendo el del libro pero que no empieza en el libro. En un ecosistema literario saludable, las revistas y los periódicos son ese lugar de nacimiento. Pero tristemente los medios españoles no son hospitalarios con el género”.
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