Permitidnos que por una vez volvamos a las espirales de antaño, y mandemos un mensaje a un amigo. Contaba un antiguo viajero a China que en aquel país todo era muy raro y cambiante, que a pesar de llevar miles de años externamente igual, internamente eran como un torbellino. Proverbio británico: “Los chinos son fríos por fuera y volcánicos por dentro”. Quizás por eso el Tao y el budismo tuvieron influencia, porque necesitaban tranquilizarse. Como otros que conocemos que ante la tensión y la presión reaccionan enfureciéndose con el primero que pasa, tengan o no razón. No anda el patio como para andarse con tonterías. Y recuerda mucho a los estoicos en Occidente, que fueron los primeros en decir aquello de que “si malgastas energías en la ira terminarás consumido y sin fuerzas cuando llegue el enemigo de verdad”. Una verdadera pena que algunos imbéciles sobredimensionados y sobrevalorados confundan su caótica mente sin orden y mucha verborrea con la realidad. No hay que dejarse llevar jamás por ese impulso, de lo contrario, estás perdido. Quietud, calma, serenidad, y buen juicio. Para todo lo demás, Mastercard.
PD: a buenos entendedores…
No hay comentarios:
Publicar un comentario