domingo, 17 de octubre de 2010

Adiós y hasta luego

Días largos sin señales de vida pero en los que se nos fue otro de los eternos secundarios, Manuel Alexandre, un hombre vivaracho y consecuente con su oficio que es el enésimo que se va de la época más difusa del cine español. Se termina una era, y ya apenas quedan dos o tres con vida de aquellos años. Ha sido 2010 el año del enterrador, y nos apena que cada vez se vayan más que no serán sustituidos, ni por el cine que se hace ahora ni por lo entrañable de unos actores que sólo aspiraban a interpretar gente común y corriente. No es nostalgia, es, simplemente, la conciencia del fin de un ciclo irrepetible, ni por condiciones sociales ni por interés artístico. No es contra el landismo, es la lagrimilla de ver al abuelo irse.

Por otro lado, otro veterano muy vivo, hijo de la Segunda Guerra Mundial en una Italia devastada moral y físicamente. Milo Manara en CaixaForum para hablar de Fellini en una exposición de la que ya hemos hablado largo y tendido en anteriores post y en la que la gente de El Corso ya ha hablado también. Sirva su presencia para resaltar al que es una variante del cómic pocas veces tocada, si bien el paralelismo entre cine y cine erótico y pornográfico deja mucho que desear, sí que es cierto que en el cómic esa separación sexual y moral no es tan grande. Manara es bueno, muy bueno, un tipo que dejó la pintura por el cómic convencido de que iba a hacer una función social y que terminó convertido en uno de los gurús de este arte en Europa junto con Moebius, Hugo Pratt o Goscinny-Uderzo.

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