Escribimos estas líneas cuando no sabemos aún si el pulso entre el cinema verité y con trascendencia de 'En tierra hostil' va a poder ganar a 'Avatar' en los Oscar. Aquí ya tenemos una favorita, y no es ese montón de ingenios azulados. Un 5 para Cameron, pero un 10 para Bigelow. Cualquier reflexión sobre la soledad, la guerra y la moral del que lucha, o cómo se enfrenta a la fatalidad de verse metido de lleno en una guerra que nunca ha sido ni será suya, vale más que un millón de taquillazos. Aquí apareció 'Celda 211' y les vitoreamos por el ingenio negro frente al pastiche del gremio nacional del cine de siempre. Salamanca debería empezar, por cierto, a plantearse la posibilidad de llevar al cine 'El manuscrito de piedra', de Luis García Jambrina: sólo así podrá decir que sus piedras han servido para algo, para hacer cine y no para dar de comer a la industria municipal del turismo. Sería una auténtica gozada que alguien parecido a Jean-Jacques Annaud se le ocurriera hacer una nueva 'El nombre de la Rosa' en Salamanca pero con los renglones de Jambrina, un acierto, y quizás el mayor reclamo turístico imaginable. Vendrían miles de frikis de la novela negra hasta Salamanca para recorrer las calles del libro y de la película. Es una idea, y gratis. Pero soñar no cuesta, y pensar que esta ciudad podría ser mejor también, pero eso sí que es un sueño... ejem.
domingo, 7 de marzo de 2010
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