lunes, 7 de noviembre de 2011

Pero qué imbéciles sois



La dictadura china ya muestra los tics típicos de cualquier autocracia condenada, a la larga, a ser un fracaso. Mientras el mundo entero se deslumbra por el poder fabril y económico del país, pocos se dan cuenta de lo podrido que está el régimen chino, cómo el capitalismo salvaje acabará por demolerlo, y cómo sigue el camino de España o Grecia en algunos temas, derechitos al gran josconcio económico en la próxima década.

Ai Wei Wei, un artista y disidente chino perseguido por su gobierno, fue condenado por la vía expeditiva hace poco: 1,8 millones de euros de multa por haber ganado dinero a espaldas de la Hacienda del país. Una gran mentira, por cierto, utilizada como arma contra él. El dinero de su trabajo utilizado como excusa para arruinarle y devolverle a la cárcel. Y como por cada tirano imbécil hay un ciudadano silenciosamente valiente, pues los chinos con agallas han demostrado que hay cosas que son universales: tiran billetes en forma de avión de papel dentro de su jardín para ayudarle a pagar la multa. Ya van cerca de 575.000 euros. Sin embargo él ya ha dicho que devolverá el dinero, meticulosamente registrado por escrito. Una cosa más: en China hay una ley por la que no se pueden hacer donaciones sin permiso oficial. Otra estupidez más de un gobierno muy estúpido. Su frase demuestra hasta qué punto están cometiendo errores los comunistas chinos: "Veo el surgimiento de una sociedad civil en China, veo esperanza".

Machacar el intelecto es prioritario para todo tipo de despotismo, desde el evidente al escondido (en nuestra sociedad lo hay, y mucho), porque sólo hay una visión universal del todo, y los que piensan diferentes son peligrosos. Que se lo digan si no a la Iglesia de Roma, que se dedicó durante cuatro siglos a martillear a los clavos que sobresalían sin darse cuenta de que en realidad estaba dando golpes en su ataúd cultural. Por eso es indispensable que la mente y la voluntad humana sean libres, porque sólo así se mejora, siendo diferentes.






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