domingo, 11 de diciembre de 2011

En el nombre de John



John Le Carré es uno de los bichos más raros del mundo: de orígenes franceses, es ciudadano británico y progresista, muy al estilo fabianista anglosajón, y desde luego es uno de los mejores escritores profesionales que ha dado la isla. Le Carré es esa rara avis en un país de liberales y conservadores, pero que fue la cuna del movimiento obrero que espabiló a Marx, un saurio rodeado de extraños mamíferos, un tipo que aunque sabe que está por debajo de Gabriel García Márquez sabe que cuando algún guionista o director sin ideas propias decida adaptar alguna de sus novelas no las van a tirar a la basura. Sabe que siempre habrá un Gary Oldman para que uno de sus clásicos, 'El topo', pueda tener vida propia en la pantalla.

Es, de largo, uno de los escritores más adaptados al cine, y sigue la larguísima tradición británica de novelistas profesionales capaces de crear atmósferas y argumentos que van mucho más allá de las chorradas onanistas de tantos otros. Y sí, eso va por Martin Amis... Que vale, que es muy bueno Amis, pero está tocado del ala y el divismo les sienta tan bien... tanto como para que la gente en la librería prefiera tirar de Le Carré, Forsyth, Follet o Greene, por poner tres monstruos (sobre todo el último... ah, quién fuera Graham Greene...) conocidos. La novela tiene sus propias reglas, es un romance, una historia que se cuenta en prosa para narrar, no para divagar como si la novela fuera campo abonado para el ensayo.

Porque es uno de los grandes problemas de este formato literario en países como España: la paja mental está mejor vista que una historia construida con tesón, con algunos altibajos, pero que aporta una historia auténtica. Casi siempre, es cierto, ligado a los géneros malditos: serie negra, ciencia-ficción, fantasía, terror... Le dijeron una vez a Stephen King que era a las letras lo que la hamburguesa a la alta cocina. Pero es que 'It', por ejemplo, está mejor construida que muchos excesos ensayísticos que pululan sueltos por las editoriales. Y a Le Carré le pasa eso: 'El sastre de Panamá', 'El jardinero fiel', 'El espía que surgió del frío', 'Llamada para un muerto', 'La casa Rusia'... y ahora 'El topo', que va a ser una de las películas del año. Avisados estáis todos.


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