jueves, 12 de agosto de 2010

"Desfacer" entuertos


¿Para qué devanarse los sesos siendo original con ciertas cosas cuando en realidad gigantes cervantinos han dicho justo lo que pensamos? ‘El Quijote’, una de las tres patas del banco literario occidental, tiene siempre algo que decir. Pues eso.

“Pues a fe de bueno que no he dicho yo mal de ningún encantador, ni tengo tantos bienes que pueda ser envidiado; bien es verdad que soy algo malicioso y que tengo mis ciertos asomos de bellaco, pero todo lo cubre y tapa la gran capa de la simpleza mía, siempre natural y nunca artificiosa […], debían los historiadores tener misericordia de mí y tratarme bien en sus escritos […]. Pero digan lo que quisieren, que desnudo nací, desnudo me hallo: ni pierdo ni gano […]; aunque por verme puesto en libros y andar por ese mundo de mano en mano, no se me da un higo que digan de mí todo lo que quisieren […]”.

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