Hace no mucho tuvimos un momento justiciero, pero ya no merece la pena tener más. Porque determinadas decisiones no sabemos si van directas a la papelera de los brindis al Sol o quizás surten algún efecto en el mundo. Probablemente no. Gervaise de la Rochelle tenía una frase para eso, pero nos hemos dejado el lapidario del 'Daily Telegraph' en casa y ya no hay forma de recordarla. De todas formas, ver cómo un gran socio sale por la puerta de atrás injustamente es una punzada, otro clavito más en la tapa de madera de algo que hace mucho que esta muerto. Con suerte lo remataremos nosotros.
De todas formas, bienvenida sea la salida. Sólo se nos ocurre una cosa: por cada hostia del devenir del destino hay múltiples caminos que se abren. Muchas veces las ricas hojas de los árboles que nos quitan el hambre no dejan ver el bosque, ni los caminos que conducen fuera, que suelen ser más soleados.
PD: Todo eso, por OCP, que a buen entendedor pocas palabras bastan. Afortunados aquellos que todavía pueden decir que le conocen, que saben del talento que anida bajo el pequeño bufón que siempre cuenta las verdades, como los locos. Cuanto Hewlett-Packard hay suelto por ahí, cuánto trabajo tiene el verdugo. Qué pena...
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