En el post ‘Sabina la Diva’ se nos había quedado algo en el tintero, un argumento que dice mucho de cómo el gusto obnubila el buen juicio y lleva a los demás a la hoguera. Un hombre de la misma edad que Sabina, con una trayectoria vital también ligada a la izquierda, cuenta cómo en su momento Sabina dejó de gustarle. Cuando lo escuchaba en la radio simplemente cambiaba de frecuencia, y como Sabina no le había hecho nada, él tampoco iba por ahí criticándole. Nos ha enviado un email a la vista de ciertos comentarios anónimos, y en el texto contaba cómo Sabina le dejó de gustar no hace mucho porque “se ha agarrado a los coletazos de la Movida” y que no ha cambiado el chip desde entonces, como si sólo él fuera un contestatario, un poeta, un urbanita y el que dice la verdad. Lo más irritante es que parecía que sólo él y los que siguen a Sabina sienten y cuentan esas cosas, máxime cuando esta persona fue uno de esos héroes silenciosos que trabajaron contra el franquismo desde los sindicatos.
Sabina se exilió a Londres y regresó cuando estuvo tranquilo, pero él se quedó y sufrió los golpes de una sociedad cerril que ayudó a cambiar con su trabajo diario. Por eso ahora ponerle vitola senatorial a Sabina es tan engañoso e hipócrita.
No hace falta que un músico sea pobre para que nos caiga bien, simplemente que no venda motos trasnochadas. Un ejemplo: en el primer concierto de Sabina en Salamanca muchos se quedaron sorprendidos de la avanzada edad del público. Pocos jóvenes, muchos menos de los que cabría imaginarse. Sencillo: los menores de 25 años no escuchan a Sabina, sino a esos grupos que nadie parece conocer como The Sunday Drivers, que reventó La Riviera por los costados el mismo día que Joaquín Sabina cantaba ‘Tiramisú de limón’. Si nosotros somos coherentes con nuestros gustos (producto de miles de horas de audición), los demás también deberíais ser más tolerantes con los que no piensan como vosotros, ni tienen los mismos gustos. Aquí hemos alabado hasta el infinito a los Stones, y muchas gente no los traga. Pues bien, estupendo, y no por eso insultamos. Y jamás hemos atacado a los fans de alguien, sino al grupo, criticándole lo que nosotros vemos mal, libremente. Porque España, de momento, es un país libre. La civilización es aquello que existe sólo cuando la convivencia es tolerante. Lo contrario se llama despotismo. Y dicho esto, se terminó el tema Sabina, que aburre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario