De las muchas cosas que podríamos decir sólo se nos ocurren dos: una, que Alaska no parece tener ganas de venir a Salamanca (sólo por eso Dios debería existir, para darle las gracias), y dos, que cualquier tiempo pasado fue mejor. Alaska ya no rasca bola ni resucitando a los muertos. Su talento musical depende mucho ya del gusto de una minoría de la República de Malasaña que ya la considera una parte más del decorado de sus vidas. No se puede tirar alguien 30 años haciendo lo mismo una y otra vez. Estamos en 2009 cariño, no en 1982.
Y hablamos de esto en lugar del rastro de genialidad que ha dejado Moebius en Barcelona, ni de que Sabina sigue siendo igual de estúpido que siempre, que vuelve El Barrio a Salamanca para torturarnos, que el vampirismo teen regresa también para soltar más estrógenos en pantalla ('Luna nueva') y que visto lo visto nos moriremos antes de ver algo digno musicalmente hablando en la ciudad. Terrible, terrible. Lo único que nos alegra la vida es haber visto al equipo de la República de las Mil Mentiras perder frente a los nuevos tercios hispanos. Ah no, perdón, que eso no es cultura..., vaya, ya se volvió a colar el becario de deportes...
1 comentario:
Qué poco respeto por la decadencia! Pues yo les agradezco a estas dos momias la noche f&*%"@& fantastical que me hicieron pasar, bueno y a ti que hicieras la imitación casi todas las veces que te lo pedí,jajaja."Sensualllllllll..."
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