domingo, 8 de noviembre de 2009

Hace 20 años

Hace 20 años que Europa volvió a nacer para sí misma, para su esperanza de futuro, para que se hermanaran todas las naciones.

Hace 20 años que Europa se acobardó y perdió la oportunidad de ser algo más que un club de naciones ricas, mezquinas y aburguesadas, aterrorizadas con perder su terruño miserable frente a proyectos más grandes.

Hace 20 años Alemania recuperó su suelo y su futuro, y todos contuvieron la respiración con miedo a que volvieran a cometer el mismo error.

Hace 20 años Berlín dejó de ser una cicatriz irracional y se convirtió en la capital de Europa, sin saberlo.

Hace 20 años la gente miraba atónita cómo un error de comunicación entre el Ministerio de Interior de la RDA y el comando de guardias de frontera permitió abrir la espita por la que se hundió el comunismo.

Hace 20 años todo el mundo soñó con un futuro mejor, sin Guerra Fría, sin Holocausto nuclear, sin bloques, donde la democracia, la libertad y el comercio por fin convirtieran el planeta en un lugar mucho mejor.

Hace 20 años Salamanca era una sombra de sí misma, una capital de provincias perdida en medio de la nada.

Hace 20 años éramos todos más ingenuos, y algún inocente radical de derechas pensó que era “El final de la Historia”, sin darse cuenta de que sólo era un paso más hacia otra etapa con sus propias características.

Hace 20 años Bin Laden trabajaba para la CIA.

Hace 20 años George Bush (padre, obviamente) hacía honor a su estirpe colonial con 180 años de antigüedad y llevaba con mano firme y mucha astucia la transición hacia la nueva era.

Hace 20 años nadie, salvo algún que otro visionario, podía imaginar el mundo en el que vivimos ahora.

Quizás dentro de otros 20 años Europa sea ya una confederación democrática, la nueva Liga de Delos, el euro sea la moneda de referencia, Israel y Palestina sean estados aliados, Irán sea una democracia de verdad, África no se muera de inanición y China respete los derechos humanos. Puede que sí, puede que no. En manos de Corso Expresso no está, eso seguro, pero por soñar que no quede, porque los sueños, “sueños son”. 

Salud y larga vida, amada Berlín. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

ENHORABUENA. ¡que poco son 20 años!
¿Para qué correr si no sabemos lo que hay detrás de la esquina?
Luis