jueves, 8 de octubre de 2009

La verdad sobre el arte contemporáneo

Sobre el arte contemporáneo a raíz de una nueva exposición en el DA2 hay una frase de LC que lo explica todo, a pesar de que haya cometido no uno sino dos errores garrafales en un sólo día. Pero bueno, se le perdona porque en el fondo es una hormiga que se mira en el espejo y ve sus pifias como lecciones. Demasiado Sun-Tzu lleva a estas situaciones de humildad punitiva. Porque como bien dijo un sabio, "puedes hacer nueve cosas perfectas, pero cuando la décima esté mal, nadie se acordará de las anteriores nueves". Pero a lo que íbamos, la gran frase: 

"El arte contemporáneo siempre será lo contrario de lo que usted ha creído entender, y cuando crea haber pillado el truco, entonces estará realmente equivocado"

Dicho de otro modo: que hay que tener más cuidado con lo que se dice y hace respecto al arte posterior a 1918, entre otras cosas porque se trata de un discurso solipsista. El arte abandonó su función como forma de comunicación cuando el primer impresionista decidió que era más hermoso y auténtico un rostro con cuatro trazos que no un dibujo sobre el que pintar luego. Desde entonces la espiral del artista se ha cerrado tanto que ha perdido por completo cualquier lazo con el ojo del público. Dicho de otro modo: han creado un universo cerrado al que sólo se accede con guía, con dinero (para comprar la obra) o con fingido esnobismo. En el fondo Antonio López tenía razón: "El artista se queda solo si los otros no le entienden, y entonces su trabajo no tendrá valor alguno". Claro que tampoco se pilla a la primera al Picasso más abstracto y aún así nos gusta. Lo dicho en la frase: no me entero, y cuando lo hago entonces realmente no me entero de nada. Por ejemplo: ¿qué ha querido decir Cai Guo-Quiang con estos coches colgados en el Guggenheim de Bilbao?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno. Gracias por decir lo que yo no soy capaz con palabras. Estoy harto de que me digan lo que me tiene que gustar, lo que es arte porque "uno" decide negar a los demás la capacidad de elegir. ¡A tomar por el culo!. A partir de ahora el vademecum de mi arte lo escribo yo. Gracias de nuevo por no hacerme sentir solo.
Un deudor

Corso Expresso & Cia dijo...

No iban por ahí los tiros, pero nos alegramos de sembrar vademecus, ha ha ha.

Anónimo dijo...

¿Y entonces, por dónde iban? ¡qué pasa! que también hacéis práctica de las frases escritas. No me jorobéis, hay que aclarar el mensaje, aunque sigo pensando lo mismo, las reglas de mi arte las pongo yo, y os sigo agradeciendo lo que yo entendí.
Sigo deudor