miércoles, 28 de octubre de 2009

Jibarizar los clásicos

Ya hablamos una vez de la resurrección parcial de los clásicos en nuevas versiones que supuestamente las modernizan. ¿Para qué? Mucha gente encuentra genial la forma de expresión de ‘El Buscón’ de Quevedo porque el sonido barroco del castellano de la época les encanta. Esos quiebros, cuando hasta los porqueros parecían tener un don especial para hablar en verso o tener la lingüística en las venas. Hoy en España cada vez se habla peor, se usa menos vocabulario y se utilizan muchas onomatopeyas que sustituyen a las palabras y demuestran el analfabetismo funcional de la masa menor de 20 años, o más… Se habla peor porque se enseña peor, o mejor dicho, porque la sociedad ya no es capaz de controlar a una masa que se enroca en la preferencia de lo fácil: de lo sencillo, que es dejarse devorar por los vacíos y la ignorancia.

Para esa gente, muchas veces, se ha creado la actual corriente que recupera a los clásicos de todos los tiempos para darles un nuevo brillo, a veces con acierto, a veces con desatino. En noviembre estará en Salamanca ‘Fedra’ (original de Eurípides y guía de las nuevas versiones), con Juan Carlos Plaza al frente y como grandes actores Ana Belén y Fran Perea. A pesar de esas cejas arqueadas que acabáis de tener por instinto (tienen todas las dudas, una por veterana resabiada y el otro por novato sin muchos dones) resulta que no está tan mal, o cuando menos eso ha comentado la prensa. Desconfiamos notablemente de esa jibarización de los clásicos, que no tiene por qué ser en los textos, sino en la puesta en escena. Pero esa manía de tener que readaptarlo todo a la percepción moderna es un primer paso para perder la autenticidad de un clásico, que lo es precisamente porque sus valores e ideas superan la barrera del tiempo. 


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