domingo, 29 de mayo de 2011

Cómic y realidad social


Mientras medio país se deja enredar en la nube de humo del fútbol la otra mitad arquea una ceja y piensa que mañana podrán pasar tres cosas: 1. seguirá sin trabajo, 2. la alegría, como los orgasmos de una noche alcohólica, duran un suspiro siempre demasiado corto para todos como para compensar por mucho tiempo, 3. España cada vez se acerca más a la Españistán de la que habla Aléix Saló en su memorable cómic, y en un vídeo que circula por la red sin cesar. Una forma perfecta de poner el punto sobre la i, la del cómic, una nueva herramienta todavía más potente que muchos libros. La novela gráfica nació de la mano de Will Eisner para atornillar una realidad que muchas veces pasa sin pena ni gloria en los medios de comunicación. A través del humor, del dibujo y de muchas dosis de narración estilo Michael Moore, Saló acorrala la realidad de la mano de un arte que no deja de crecer y de ocupar espacios abandonados por otros, como la pintura, por ejemplo, que hace ya mucho que dejó de ser útil socialmente para convertirse en un ejercicio de estilos y referencias cruzadas. En cuanto a la literatura o el cine, la primera es una gran incógnita que sigue arando terrenos en barbecho y mezclando géneros; el segundo sólo se relaciona con el cómic para fabricar blockbusters y dejarse de tonterías que hagan pensar a la gente. Nació 'Thor' al más puro estilo palomitas y se acabó lo que se daba. Lo demás son cosas que hacen los europeos. Bueno, o no, porque todavía esperamos que algún director continental se olvide de ese cine-arte-ensayo nacido después del 45 y haga cosas nuevas. Pero vamos...

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