Íbamos a hablar de Gonzalo Torrente Ballester, que es de lo poco digno que echarse a las manos agrietadas y necesitadas de algo con lo que alimentar el alma. Y lo decimos en pasado porque ciertas cosas claman al cielo. No solemos meter mucho el dedo en el ojo, mucho menos de lo que deberíamos. Pero hay cosas que enervan: si un proyecto cultural lo monta una fundación privada con apoyo y dinero del Ministerio de Cultura, ¿nos puede alguien decir qué puñetas hacían cargos del PP de la Junta haciéndose fotos y dando manos a todo cristo viviente en la inauguración? Se llama piratería fenicia, se llama poner la jeta, se denomina tener un único escrúpulo debajo de la chistera y atarlo de pies y manos para que no dé el coñazo mientras un partido regional se aprovecha del dinero público del Estado para hacerse propaganda. Especialmente ese fontanero de Mañueco, más conocido en Castilla como “Muñeco” y del que cierto colega de mundo recuerda en una estación de servicio camino del baño como si fuera un camionero recién bajadito del 18 ruedas. Consejo gratuito para todas las instituciones: si alguien no ha puesto un duro, mejor que no asome por el horizonte. Es la única manera de evitar que se te cuele en la party un gorrón indeseable.
PD: El próximo post será sobre GTB, palabrita del Nene Jesús. Pero el cabreo es algo muy ibérico.
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