martes, 28 de junio de 2011

Y Mozambique aplastó a China



Para entender el título hay que leer hasta el final. Es gracioso eso de que China vena a salvar a Europa. Al mismo tiempo que libera a intelectuales y presos políticos, Wen y compañía pasean sus millones por una destrozada Unión Europa aplastada por los especuladores financieros, que han visto en las provincias más atrasadas del continente (Grecia, Portugal, España) perfectas crías de la manada a la que hincarles el diente. China rebosa de dos cosas: pragmatismo y dinero. Es la cuadratura del círculo: comunismo capitalista, con todo el despotismo, corrupción y mezquindad del primer sistema y todas las crueldades del segundo.


Invierten en Europa miles de millones porque necesitan que el viejo mundo siga en pie para evitar que EEUU lo devore todo. Primero compraron toda la deuda americana y tienen a la república de los libres cogida, literalmente, por "los huevos". Ahora vamos nosotros detrás. Con Rusia no pueden por una razón evidente: los rusos no tienen sangre sino petróleo y gas, y eso vale su peso en oro. La cultura china es un prodigio, pero lo fue hace tiempo, cuando el Imperio del Centro era la civilización con mayúsculas. Ahora sólo es una sombra de sí misma, un parque temático donde a Confucio se le trata como un héroe nacionalista y no como el filósofo que fue; el Tao sólo lo usan cuando les conviene, y respecto a la literatura y la poesía, que fueron prodigios humanos, ahora ya sólo está enterrada en las bibliotecas. No hace mucho el gobierno chino se quejaba del escaso interés cultural de sus nuevas generaciones: sólo les interesa el dinero y el hedonismo. Y meter las zarpas en el resto del mundo.

Europa se desangra por una crisis apocalíptica en la que queda demostrado que no hay políticos de casta ni sentido de la Historia. Estamos en manos de redomados mediocres leguleyos: del enano húngaro de Sarko, obsesionado consigo mismo, a la vulgaridad protestante que es Angela Merkel, a la que ya empiezan a bailarle el agua en la CDU para darle la patada. Eso sin mencionar al sátiro preferido del Mediterráneo, Berlusca, o ese cómico de mandíbula de jugador de hockey que es David Cameron, tan insolidario, hipócrita y buitre como todos los gobiernos británicos. Con cada inversión china Europa pierde un trocito más de su alma liberal y democrática. Han pasado más de 2400 años desde que Solón de Atenas fundara ese sistema por el que hemos muerto, luchado y vencido mil veces. ¿De qué sirven los cerca de 60 millones de muertos de la Segunda Guerra Mundial?, ¿para ignorar que China aplasta todo lo que se le rebela? Pero el karma es inalterable.

Un economista europeo, de esos que piensan que el diablo vive en los despachos de Goldman Sachs, dijo que China durará lo que Mozambique quiera. Al decirlo todo el mundo se sorprendió: ¿por qué? Respuesta: "China se ha hecho rica por el diferencial del coste de producción respecto al resto del planeta. Pero con cada cosa que hacen por 2 dólares, la sociedad china engorda más. Cuando les cueste 4 dólares hacer algo y a Mozambique 2, entonces se acabó el dragón y verán cómo el mal karma les alcanza". Mientras, el mito de Florencia, Venecia, Atenas y el liberalismo europeo se viene abajo por el dinero. Es sonrojante ver a David Cameron hincar la rodilla. Si Locke levantara la cabeza, si Churchill levantara la cabeza, lo colgarían del primer árbol cercano. Pero así se escribe la historia, según Hegel: cada país es un actor que sale a escena, hace su papel y luego hace mutis discreto.



1 comentario:

JP dijo...

Mil gracias por tus palabras, Corso
Y disculpa porque últimamente he estado tan liado que os tenía un poco olvidados y sabéis que me gusta seguiros.
Tu carta me ha emocionado y quedo a tu disposición para lo que necesites, Te llamo
JP