Después de un siglo cargado de realismo puro y duro, a partir de los años 30 y 40 surgieron dos géneros que cambiaron las tornas y que hoy por hoy son los motores de la creación audiovisual y en muchos casos literaria. Eso sí, repudiados por la oficialidad, como si esto fuera una dictadura comunista bananera cualquiera. Para los próximos meses llegarán nuevos episodios de ese escapismo homérico que será, creemos firmemente, una de las marcas de fábrica del siglo XXI. Pasamos del siglo de Proust, Joyce, Delibes, la nouvelle vague y el neorealismo al siglo en el que Tolkien se convirtió en patrón universal con tres películas (que inauguraron el 21º siglo, por cierto) y a la eclosión del cómic como arte industrial de referencia. Sobre los nuevos escritores de esta épica humanista todavía no hay muchas noticias, pero no es casual que los apestados del 1900 sean los ídolos del 2000. Y en el cine no es menos, una máquina de hacer sagas donde lo que importa no es la moral o la intrincada narración cinematográfica, sino lo visual. Ganamos todos en imaginación, desde luego, aunque por el camino el precio a pagar sea más profundidad de guión. Ya veremos a dónde nos conduce esto. Os dejamos los trailer de dos ejemplos: 'The Troll Hunter' (película noruega, por cierto), 'Super 8' y 'Halo', este último de los fans, para darse cuenta de la capacidad de los seguidores de la saga del videojuego para anticiparse a las productoras.
jueves, 16 de junio de 2011
Siglo épico
Una de las mayores minas del cine siempre ha sido la fantasía, la ciencia-ficción, una forma de escapismo que es tan tradicional como las propias religiones. A fin de cuentas, dicen muchos autores, los relatos religiosos no dejan de ser grandes sagas de fantasía épica, desde la Ilíada y la Odisea, que formaban parte de la mitología griega, hasta la historia de Jesús, la del pueblo judío, las leyendas de Gilgamesh o todas las religiones politeístas imaginables.
Después de un siglo cargado de realismo puro y duro, a partir de los años 30 y 40 surgieron dos géneros que cambiaron las tornas y que hoy por hoy son los motores de la creación audiovisual y en muchos casos literaria. Eso sí, repudiados por la oficialidad, como si esto fuera una dictadura comunista bananera cualquiera. Para los próximos meses llegarán nuevos episodios de ese escapismo homérico que será, creemos firmemente, una de las marcas de fábrica del siglo XXI. Pasamos del siglo de Proust, Joyce, Delibes, la nouvelle vague y el neorealismo al siglo en el que Tolkien se convirtió en patrón universal con tres películas (que inauguraron el 21º siglo, por cierto) y a la eclosión del cómic como arte industrial de referencia. Sobre los nuevos escritores de esta épica humanista todavía no hay muchas noticias, pero no es casual que los apestados del 1900 sean los ídolos del 2000. Y en el cine no es menos, una máquina de hacer sagas donde lo que importa no es la moral o la intrincada narración cinematográfica, sino lo visual. Ganamos todos en imaginación, desde luego, aunque por el camino el precio a pagar sea más profundidad de guión. Ya veremos a dónde nos conduce esto. Os dejamos los trailer de dos ejemplos: 'The Troll Hunter' (película noruega, por cierto), 'Super 8' y 'Halo', este último de los fans, para darse cuenta de la capacidad de los seguidores de la saga del videojuego para anticiparse a las productoras.
Después de un siglo cargado de realismo puro y duro, a partir de los años 30 y 40 surgieron dos géneros que cambiaron las tornas y que hoy por hoy son los motores de la creación audiovisual y en muchos casos literaria. Eso sí, repudiados por la oficialidad, como si esto fuera una dictadura comunista bananera cualquiera. Para los próximos meses llegarán nuevos episodios de ese escapismo homérico que será, creemos firmemente, una de las marcas de fábrica del siglo XXI. Pasamos del siglo de Proust, Joyce, Delibes, la nouvelle vague y el neorealismo al siglo en el que Tolkien se convirtió en patrón universal con tres películas (que inauguraron el 21º siglo, por cierto) y a la eclosión del cómic como arte industrial de referencia. Sobre los nuevos escritores de esta épica humanista todavía no hay muchas noticias, pero no es casual que los apestados del 1900 sean los ídolos del 2000. Y en el cine no es menos, una máquina de hacer sagas donde lo que importa no es la moral o la intrincada narración cinematográfica, sino lo visual. Ganamos todos en imaginación, desde luego, aunque por el camino el precio a pagar sea más profundidad de guión. Ya veremos a dónde nos conduce esto. Os dejamos los trailer de dos ejemplos: 'The Troll Hunter' (película noruega, por cierto), 'Super 8' y 'Halo', este último de los fans, para darse cuenta de la capacidad de los seguidores de la saga del videojuego para anticiparse a las productoras.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario