martes, 28 de junio de 2011

Ciao, Javier

Se acabó lo que se daba: para lo bueno, y para lo malo, Javier Panera ha dejado de ser director del DA2. Cuando el río suena, agua lleva, y el rumor había ido creciendo lentamente hasta hacerse algo evidente. Ocho años después de que llegara a la vieja cárcel reconvertida en centro de arte contemporáneo, lo que queda a su vera tiene muchas luces, algunos peros de gente más crítica y muchas dudas sobre el futuro del centro. Una broma que anda circulando es que ahora Mañueco ya tiene espacio para su museo taurino, lo cual, de ser cierto y no un mal chiste, sería la esencia misma del paletismo ibérico en grado sumo. No por los astados, sino porque sería poco menos que reírse en la cara de muchas personas que han trabajado durante años para que Salamanca tuviera su centro contemporáneo.

No vamos a entrar en la calidad de las exposiciones que han ido marcando la historia del DA2, a veces, dicen, demasiado comerciales. El gusto es libre, incluso para equivocarse, pero también hay que respetar que algunos embistieran contra él y contra su línea expositiva. Pero, en una sociedad libre, la opinión es lo que es. En esta ciudad nunca ha habido público para lo contemporáneo, porque la forja del gusto es, como decía Adora Calvo, un producto de muchos años de educación.

No hay tradición en este lado de la Meseta de espectador de arte, y sin embargo Panera se ha empeñado en que la hubiera. Los talleres infantiles fueron una buena idea, y quizás de haber tenido mucho más presupuesto podría haber convertido el DA2 en algo más que un centro de arte, sino en una escuela del público, donde poder formar ese gusto crítico en los niños, contagiarlo a sus padres y de paso hacer que el adjetivo de "ciudad de cultura" fuera algo más que una chulería de un señor con bigote, al cual, por cierto, le están derribando todos los obeliscos que ha levantado en estos años. A nosotros, devotos de la fotografía teatralizada, siempre nos gustó esa tendencia hacia la imagen, porque es más fácil de dominar y nuestra ignorancia todavía es más grande de lo deseable.

Si tiene una gran virtud el exdirector Panera es que cada vez que abría la boca era para que los demás aprendieran, algo que le han reconocido todos, desde sus alumnos a los periodistas, los visitantes y más de un político para el que los vocablos "arte" y "contemporáneo" suenan igual que "fenomenología del espíritu". Para más de uno y más de dos. Una demostración de los muchos temores que tenemos de cara al futuro fue la sumaria estupidez del PSOE en plan madraza cuando acusó de distribuir folletos con pornografía en los colegios. Precisamente la progresía se comportó como nunca lo hiciera la derecha, arrastrando consigo a familias católicas que no necesitan más que una chispa para incendiarse como un tanque de queroseno. Así que Panera, sin presupuesto, incomprendido por el gran público, con el centro algo desplazado del centro, con algún político con ganas de tocar las narices y ante lo inevitable de depender del dinero público, ha terminado su camino en la vieja cárcel. Ahora será libre para seguir dando ideas y enseñando. Una pena, no por quien venga, que ya veremos, sino por haber aprendido con cada conversación, por haber disfrutado del DA2, y por haber pensado que siempre se podía haber hecho mucho más de haber tenido, como siempre, más tiempo y más dinero. Ahora ya no lo sabremos. Pero algunos aprendimos a disfrutar de su trabajo. Sinceramente.







4 comentarios:

JP dijo...

Mil gracias por tus palabras, Corso
Y disculpa porque últimamente he estado tan liado que os tenía un poco olvidados y sabéis que me gusta seguiros.
Tu carta me ha emocionado y quedo a tu disposición para lo que necesites, Te llamo
JP

Anónimo dijo...

El año pasado hize un erasmus en Salamanca y cursé las clases de Crítica del arte y Últimas Tendencias artísticas del profesor Panera. He aprendido más en cuatro meses de clases con el que en cuatro años de carrera en la universidad de Roma. Javier Panera me ha enseñado no solo los ultimos acontecimientos artisticos, sino tambien y sovre todo como relacionarme con estos acontecimientos y como formar mi propio juicio critico. Su manera de enseñar a los alumnos de la USAL se reflajaba, o mejor dicho, encontraba su lugar natural en la direccion del centro de arte Da2, que es donde ademas tenian lugar las clases.
La direccion de Panera enfrentaba el panorama artistico de la ciudad al panorama artistico internacional y de manera especular el panorama artistico internacional al panorama artistico de la ciudad.
Es una pena para mi enterarme de todo esto y quiero dar las gracias una vez más a Javier Panera por su trabajo.
Elisa Ingrosso

Lo siento por mi español, pero escribì como mejor podia.

Anónimo dijo...

Como Elisa yo también estudié un año en Salamanca con la beca Erasmus y además participé en las clases "Crítica del arte" y "Últimas Tendencias artísticas". Panera era uno de los únicos professores que enseñaron de una manera muy destincta como los demas. El quiere que sus alumnos transmiten la teoría en sus propios proyectos, que no solamente reciben clase sin pensar y reflecionar pero en contrario, dessarollen sus propios opiniones para luego pueden discutir y argumentar con el professor y entre sí. Todos los proyectos, los trabajos semanales, las clases en el DA2, las visitas de las exposiciones antes de la inauguración al publico..todo eso hizo las clases de Panera un evento y no estoy exagerando. Disfrutaba ir al clase sabiendo que salgra con más conocimiento e impressiones. Por todo eso, que enriquezó mi estancía en Salamanca quiero también darle mis gracias. Espero que suiges con la enseñanza sin perdir el talento de apasionar a los demás. Te deseo un futuro puesto de trabajo perfecto para tí sin olvidar los momentos espaciales durante tu trabjo en el DA2.
Kira Potowski

Anónimo dijo...

http://www.tribuna.net/noticia/62422/