sábado, 23 de abril de 2011

Dinero útil, cultura inútil


A veces te lo tienen que decir desde fuera para darse cuenta de lo que ocurre. Es muy sencillo, pero no por ello no deja de ser una de esas espitas por las que se escapa la poca inocencia residual. Las subvenciones culturales hechas con dinero público se hacen para presumir, no para crear cultura realmente. ¿Por qué, insinuaba un amigo, le dan dinero a Almodóvar y no a un chaval que empieza y que tiene ya varios cortometrajes? Sencillo, porque es mediáticamente más útil el manchego que el pobre chaval que empieza. Las subvenciones se inventaron para darle más salida a los nuevos talentos, para afianzar esa nebulosa llamada industria cultural, pero al final se han convertido en una herramienta más del poder, mucho más que para crear una sopa boba agradecida. Se equivocan los conservadores al pensar eso, porque cuando les toque turno de malgobernar, también ellos pondrán el objetivo allí donde les interese estar, y con la gente que les interese estar. Ya en tiempos de Aznar las vacas sagradas de la izquierda cultural recibían dinero, así que... muy triste todo en general. Luego dirán que somos conservadores o de derechas (gente sin entendimiento, perdidos en los detalles), pero una vez más, y para que sí sirva de precedente: la cultura subvencionada no es cultura, es servilismo. La independencia y el libre pensamiento anti conservador y anti oficialista siempre deberá ser privado y libre de servidumbres, si no, es casi imposible.

No hay comentarios: